viernes, noviembre 04, 2011

20111101, Si te importa España, diez acciones indispensables

AGLI
Martes 1 Noviembre 2011

Si te importa España, diez acciones indispensables

Nota del Editor 1 Noviembre 2011

1ª la lengua española para unificar mercado, educación, sanidad, justicia, legislación, seguridad, anulando toda la legislación sobre lenguas regionales.

2ª desmantelar el tinglado autonómico.

3ª deshacerse de la enorme casta de profesionales de la política

4ª simplificar y reducir el enorme aparato burocrático y millones de funcionarios

5ª deshacerse del intervencionismo de un estado ineficiente y depredador de los recursos de la clase media

6ª deshacerse de un estado indoctrinador y comprador de votos de unos con dinero de otros

7ª arreglar un sistema educativo desastroso con menos medios y más responsabilidad

8ª educar en valores humanos a una sociedad indoctrinada y adormecida

9ª liberalizar y optimizar un mercado fragmentado e ineficaz

10ª arreglar una justicia irracional, politizada, lenta, incompetente e irresponsable con menos medios y más responsabilidad

El "Zapaterismo", reino de lo inmoral y patria de la indecencia
Francisco Rubiales Periodista Digital 1 Noviembre 2011

El "Zapaterismo", hoy en agonía, ha sido la peor plaga de la historia moderna de España, un país que, bajo la zarpa de Zapatero, no sólo se ha arruinado, sino que también se ha convertido en el reino de lo inmoral y en la patria de la indecencia. Por culpa del "Zapaterismo", el PSOE, que aparece ante los ciudadanos como el partido que ha arruinado a España, avanza hacia una derrota tan severa en las próximas elecciones generales, que tendrá que ser refundado, después de protagonizar una dolorosa travesía del desierto.

El Zapaterismo ni siquiera es una doctrina y menos aún una ideología. Es sólo una forma antidemocrática de ejercer la política, basada en criterios básicos inmorales. El Zapaterismo nació como una ecuación matemática que perfeccionaba el clientelismo desplegado en Andalucía por Manuel Chaves y en Extremadura por Rodríguez Ibarra, transformándolo en un sistema capaz de asegurar una larga y poderosa hegemonía al socialismo.

Zapatero ya tenía su sistema pergeñado cuando ganó las primarias a Bono y se hizo con la secretaría general del PSOE. Había hecho números y descubierto que, a pesar del auge de la población urbana, cuyos votos son mayoritariamente de derechas, utilizando los recursos públicos para captar a grupos marginados y colectivos perfectamente detectados, el PSOE podría añadir por lo menos dos millones de votos a su ya amplia base de votantes fieles, lo que le garantizaría una masa electoral suficiente para mantenerse en el poder un mínimo de tres o cuatro legislaturas. Los números, bien definidos y basados en cálculos reales, demostraban que el acceso del PP a la Moncloa podría quedar bloqueado, lo que causaba un efecto muy convincente en los interlocutores. El plan fue mostrado con habilidad por Zapatero a Manolo Chaves, a Felipe González y a otros socialistas influyentes de la época y todos apoyaron aquella brillante teoría, por lo que decidieron darle un oportunidad y otorgarle un poder especial al joven y ambicioso Zapatero, dotado, además, de una sonrisa cautivadora y un atractivo talante, muy cotizado por entonces en la crispada sociedad española gobernada por Aznar.

El "Zapaterismo", según lo previsto, debía entrar en escena en 2008, después de desgastar severamente al gobierno de Aznar con movidas y campañas como las del Prestige, el "No a la Guerra" y otras, pero los atentados de Atocha en vísperas de las elecciones del 2004 aterrorizaron a la sociedad española que dio la victoria, sorpresivamente, a un Zapatero que ni siquiera lo esperaba.

Aquella victoria hizo que el plan de conquista que conllevaba el Zapaterismo tuviera que improvisarse.

Ya antes, para que sirviera como asesor y director del gran programa de captación clientelar, había sido trasladado a Madrid el político andaluz Alfonso Perales (posteriormente fallecido), que era la mejor cabeza política y estratégica del socialismo andaluz, destinado a ser Secretario de Organización del PSOE, un cargo que asumió Pepiño Blanco como resultado de la inesperada victoria de su campaña, en 2004.

Pero el plan de Zapatero, que aseguraba once millones de votos socialistas, tenía un punto débil: la prosperidad de la sociedad y la abundancia de dinero público tenían que mantenerse a toda costa para que los ciudadanos se sintieran a gusto y el gobierno pudiera financiar con los abundantes ingresos fiscales la adhesión y la compra de votos de gays, lesbianas, sindicalistas, grandes empresarios, artistas, intelectuales, empresarios de la comunicación, políticos nacionalistas, gente de la movida ecologísta y otros grupos marginados, que debía sumarse, a base de subvenciones y dinero abundante, al gran movimiento zapaterista.

La maquinaria comenzó a funcionar con fluidez, dentro de una prosperidad desconocida en España, lo que permitió perpetrar atentados tan antidemocráticos y viles como el "Pacto del Tinel", en el que las fuerzas políticas catalanas, encabezadas por los socialistas, sellaron ante notario un boicot al Partido Popular para impedirle el acceso a las instituciones de gobierno, lo que tiñó de abuso y vileza el nacimiento del Zapaterismo activo.

Las cosas marchaban tan bien que cuando entró la crisis en escena Zapatero se resistió como gato panza arriba a admitir su existencia e intentó paliarla con un endeudamiento exterior que llegó a ser temerario y demencial.

Cuando, por fin, la crisis se adueñó del territorio y empezó a crear desempleo y destrucción en el tejido productivo, un Zapatero nervioso y asustado, que veía como su montaje se derrumbaba hecho pedazos, no supo reaccionar y, con sus dilaciones y medidas erróneas, contribuyó seriamente a que la crisis fuese en España diez veces más cruel y dañina que en cualquier otro país de nuestro entorno.

Si a esos comienzos se agregan otras traiciones a la democracia y a la ética como la entronización de la mentira como política de gobierno, el engaño, la manipulación, la compra de votos y apoyos parlamentarios con dinero público, el despilfarro, el endeudamiento irracional, la politización descarnada de la Justicia, el uso de la Fiscalía como bate de deisbol para golpear al adversarios, las negociaciones cobardes y sucias con ETA y, sobre todo, el amparo de la corrupción más feroz en el sector público, el "Zapaterismo", hoy en profundo declive tras haber causado a España enormes estragos, pasará a la Historia como la peor plaga para un país al que arruinó y llenó de desempleados, nuevos pobres y gente triste y sin esperanza.

El Zapaterismo, por fortuna y para alegría de los españoles decentes, está siendo enterrado en estos días, cargado de la ignominia que merece por sus planteamientos mafiosos y antidemocráticos. Utilizar el dinero público para crear redes clientelares que garanticen la hegemonía de un partido es, además de contrario a la democracia, indecente y digno de castigo.

El Zapaterismo fue una enorme trampa envilecedora que pudo funcionar en la prosperidad porque el dinero abundante lo suaviza todo y lubrica las mentes y las almas, pero que, en si mismo, era una forma nauseabunda de hacer política que nunca debió nacer y desarrollarse en España.

Voto en Blanco

PREPUBLICACIÓN
"Para salvar a España, carta a Rajoy", nuevo libro de Enrique de Diego
El Semanal Digital 1 Noviembre 2011

Publicamos un adelanto del libro Para salvar a España, carta a Rajoy (Editorial Rambla), del periodista Enrique de Diego, que sale a la venta esta semana.

España ha sido una gran nación. La más antigua del mundo. Con más de mil quinientos años de unidad política. Con más de quinientos desde la unidad de los reinos, buscada con especial ahínco por el de Aragón. España es una nación. Esto no es discutible, como se ha llegado a decir –y da hasta vergüenza recordarlo- desde la presidencia del Gobierno y también desde la del Tribunal Constitucional. España es el punto de partida y la base firme para el futuro, un ámbito de libertad personal, un Estado de Derecho. España y libertad hoy, aquí y ahora, son sinónimos. España es el concepto y la realidad que diferencia la civilización de la barbarie, la democracia del totalitarismo de delirantes ensoñaciones y falacias identitarias.

Orgullosos, pues, de ser españoles, desde el intenso y profundo patriotismo de la libertad, le escribo de patriota a patriota. La unidad nacional está en peligro y cuarteada tras cuatro décadas de cesiones continuas a agresiones de nacionalismos reaccionarios y liberticidas. De patriota a patriota... Cuando usted fue designado candidato de su partido a la presidencia del Gobierno para las elecciones de 2004 le pregunté sobre sus convicciones en esa nuclear materia a su mejor amigo en el mundo de la política, el eurodiputado José Manuel García Margallo. Su respuesta fue contundente y la recuerdo con nitidez: "Mariano no arriará ninguna bandera porque su padre no se lo permitiría". Eso honra a su padre por quien usted siente veneración y eso, a su vez, le honra a usted. La Patria es también una narrativa, un plebiscito de los siglos, como indicaba Renan, un relevo que se pasa de padres a hijos. En la primera página de su autobiografía ha hecho usted gala de esa relación estrecha con su padre, "por quien tengo una devoción especial y ha sido un ejemplo permanente en mi vida". Y también liga usted esa piedad filial con el patriotismo, pues resalta que de su progenitor ha recibido como un caudal de principios "el respeto a las reglas, el sentido de la justicia y el esfuerzo" y la pasión por España y su historia.

No es poco legado ahora que toma usted el timón de la nave de la Patria zarandeada por las tormentas de la inquina de quienes odian a España porque sienten aversión a la libertad personal y se han instalado en el reto personal, sin parar en mientes de la irresponsabilidad y las graves consecuencias de su conducta. Usted está obligado a defender la unidad nacional y la integridad territorial de España con fortaleza. Es para lo que ha sido elegido por los españoles y en esta cuestión no puede usted ya tener la más mínima fisura, porque hace tiempo se superaron las líneas rojas por la frivolidad de los secesionistas y por la debilidad del Gobierno de España, que es mucho más que una marca, es una obligación, un compromiso, un imperativo categórico, que no admite dudas ni vacilaciones.

El presidente de la Generalitat catalana y su gobierno se han situado en posición levantisca de desacato. Se niegan a respetar sentencias reiteradas del Tribunal Supremo y requerimientos del Tribunal Superior de Justicia de esa región. No están dispuestos a permitir la libre elección de idioma en la educación. No respetan el derecho de los padres. Persiguen de mil maneras a quienes utilizan la lengua del Estado, la lengua franca de todos los españoles. Usted, señor Rajoy, está obligado a cumplir y hacer cumplir la Ley. Sin imperio de la Ley, las sociedades degeneran hacia la barbarie y el conflicto. Ha sido siempre la debilidad y la cesión lo que ha abierto la senda estéril de la violencia y la guerra. Usted no puede ser un apaciguador, sino un patriota firme y consciente. Usted y yo servimos en los ejércitos de España por la misma época y juramos ante nuestra sagrada bandera estar dispuestos a derramar hasta la última gota de nuestra sangre por España. De alguna manera, usted ha renovado ese juramento comprometedor al asumir las altas responsabilidades de la presidencia del Gobierno.

En Cataluña, con todas sus consecuencias, tiene que cumplirse la Ley. A usted no le queda margen para el apaciguamiento y la cesión. Usted está preparado psicológicamente para el diálogo. Lo practicó en sus responsabilidades de Gobierno. Durante la legislatura 1006-2000 se ejercitó en gran escala, tanto con CiU como PNV. Usted tuvo un protagonismo relevante en esa estrategia. Los nacionalistas entienden el diálogo como cesión y usted cedió. Ya no queda prácticamente nada que ceder. Quienes muestran adhesión a España, quienes desean ejercitar su libertad para educar a sus hijos en castellano son perseguidos en Cataluña. No es un problema lingüístico, es cuestión de libertad, es un debate de nación. En las escuelas catalanas –como en las vascas- se enseña el odio a España, se promueve la secesión, objetivo último de los nacionalistas. Es ineludible que usted revierta esa deriva. Es imprescindible que su Gobierno pase de una estrategia heladora de continuas retiradas a otra de defensa activa del Estado de Derecho, la libertad y España. Con fortaleza y con todas sus consecuencias.

Los nacionalistas sólo entienden el lenguaje de la fortaleza. Las responsabilidades de haber llegado tan lejos no sólo estriban en los nacionalistas. Sobre todo se encuentran en la debilidad ininterrumpida de los gobiernos de la nación. El papanatismo democrático en el que nos hemos sumido ha establecido como un dogma que todas las ideas pueden ser defendidas siempre que no se impongan con medios violentos. Esto no es cierto. Ninguna nación admite la secesión. No la admitió Abraham Lincoln. Francia exige a los partidos para admitirlos en la legalidad la defensa explícita de la integridad territorial de la República. La unidad de España y su integridad territorial son innegociables. Usted y su Gobierno las deben defender.

Si hay una región de España donde es más evidente y clamoroso el fracaso de la autonomía es Cataluña. No ha servido, en ningún caso, para frenar las apetencias rupturistas de los nacionalistas, sino para darles alas y exacerbarlas. No puedo por menos que refrendar la reflexión del profesor Javier Barraycoa: "Cualquier observador avezado no tendría la menor duda de que Cataluña, desde que ha gobernado con la máxima autonomía de su historia, está pasando por una decadencia existencial e identitaria". La Cataluña dinámica y empresarial ha sido lastrada y erradicada por la imposición de la Cataluña roma y funcionarial.

PSOE
El fin del socialismo y la ruina de España
Emilio J. González Libertad Digital 1 Noviembre 2011

El 20-N puede marcar el final de una etapa en la historia reciente de España, porque lo que tendrá que hacer Mariano Rajoy desde el momento en que llegue al poder va a ser desmontar el sistema socialista erigido en los tres últimos decenios si quiere que salgamos de esta.

No nos llamemos a engaño. Zapatero tiene mucho que ver con el dantesco panorama socioeconómico que deja tras de sí. Pero lo que ha hecho ZP para arruinar España no hubiera sido posible si, previamente, el anterior Gobierno socialista de Felipe González no hubiera sentado las bases para ello. Las cajas de ahorros están en quiebra porque entre Zapatero y el Banco de España las han dejado acumular riesgos enormes en relación con la vivienda, pero también porque los políticos han hecho con ellas lo que han querido. Y eso ha sido posible porque González aprobó una ley de cajas que entregó a estas entidades crediticias a la clase política. Si autonomías y ayuntamientos tienen verdaderos quebraderos de cabeza para cuadrar sus cuentas y llenan los cajones de facturas sin pagar, no es sólo porque el Gobierno actual anulara la Ley de Estabilidad Presupuestaria; es, también, porque durante los largos trece años de mandato de Felipe González se acabó de un plumazo con todo el sistema de intervención de los gastos de la Administración para que los socialistas pudieran hacer de las suyas.

Si en el sector público sobra personal a patadas, no es sólo porque con Zapatero las autonomías, los municipios y el propio Estado se hayan dedicado a colocar a los suyos; es, también, porque González se cargó todo el sistema de carrera profesional de la Función Pública para llenarla de amigos, familiares, correligionarios y comisarios políticos. Si el gasto público está desmadrado, no es sólo porque ZP haya tirado el dinero a espuertas; es porque Felipe González instauró en este país la cultura del subsidio y de que el dinero público no es de nadie. Si la educación en España es lamentable, no se debe únicamente a que Zapatero impusiera la dichosa asignatura de Educación para la Ciudadanía; es, también, porque con la Logse y normas similares se politizaron los centros educativos. Si la Justicia es un cachondeo, no es sólo por el sectarismo de la Fiscalía Anticorrupción, del Fiscal General del Estado o de algunos jueces; es porque, entre el cuarto turno y la politización de los nombramientos, Felipe González maniató la Justicia para que él y su entorno fueran intocables...

Todo cuanto ocurre de malo en España, en fin, se debe a que en los dos periodos de los socialistas en el poder, éstos se han dedicado a desmantelar el sistema constitucional, el Estado de Derecho y todos los controles propios de un sistema democrático para que su poder sobre la sociedad fuera absoluto, lo que ha llevado a España a la ruina y al PSOE, probablemente, a un final que se tienen bien merecido. Si Rajoy quiere sacar adelante al país, no sólo tendrá que acabar electoralmente con los socialistas; también tendrá que hacerlo con el sistema político que vienen montando desde 1982.

¡Claro que pasó!
Alfonso USSÍA La Razón 1 Noviembre 2011

Me revienta escribir de la Guerra Civil y de aquellos tiempos sangrados y turbulentos. Resulta ridículo. Nací diez años después de su término. No viví ni los horrores del Frente Popular durante le República ni los de la posguerra franquista. En mi casa, la conversación con la Guerra Civil de protagonista nunca despertó interés. Nuestro padre, en 1939, era capitán del Ejército Nacional, y a mucha honra. No volvió a serlo porque su vocación no era la de las Armas. Pasó tres años en los frentes de guerra, y a su término, se desentendió de sus circunstancias, como tantos otros. Jamás se identificó con el Régimen y se puso incondicionalmente del lado de Don Juan. Ganó la guerra para terminar siendo un perdedor. No retengo en mi memoria narraciones de sus batallitas, porque se las guardó para sí. Y la guerra de mi madre sí tuvo algo más de protagonismo en las charlas familiares. Un protagonismo melancólico y ajeno al odio, por su sentido cristiano de la vida. Pero la figura de su padre acribillado en Paracuellos del Jarama estuvo con ella hasta el final de sus días. Un fusilado más, pero era su padre. Su venganza se limitó a pedirnos a sus hijos que, si en alguna ocasión, nos presentaban a Santiago Carrillo Solares, no le estrecháramos la mano. Una venganza incruenta y muy llevadera para los vengadores y el vengado.

En los pelotones de fusilamiento que asesinaron a más de cinco mil inocentes en Paracuellos del Jarama, había una nutrida representación de brigadistas internacionales. El tiro de gracia de mi abuelo lo recibió de un simpático oficial soviético. No dudo de la buena voluntad y ansias de aventura de muchos miembros de las Brigadas Internacionales, pero tampoco de la masiva presencia en sus filas de comisarios políticos y estalinistas sangrientos. Sobreviven en la emoción de muchos porque perdieron, y ya se sabe que en España, el oropel del derrotado procura glorias inexistentes y suculentos beneficios.

Me sentí herido cuando el actual ministro de Educación, Gabilondo, impulsó desde su Rectorado Universitario la dignidad de «Doctor Honoris Causa» a Santiago Carrillo. No entendí bien el mensaje ni sus merecimientos. Su hijo, José Carrillo, que ninguna responsabilidad tiene respecto a las andanzas de su padre, fue elegido democráticamente, meses atrás, para el cargo de Rector de la Universidad Complutense. Y su primera promoción institucional no ha sido otra que erigir en el Campus un monumento en honor de las Brigadas Internacionales, a cuyo acto de inauguración, asistió su padre como invitado destacado.

En una entrevista con Ignacio Amestoy, un sabio del Teatro, y refiriéndose a la Ley de la Memoria Histórica, José Carrillo habla con emoción del exilio y sus penalidades y de la figura de su hacedor en la tierra. «Una cosa es el perdón, y otra cosa es cambiar la Historia. Aquí pasó lo que pasó».

Le sobra razón al hijo de Santiago Carrillo, que habla y recuerda con osadía cuando siendo hijo de quién és, lo más inteligente hubiera sido abrazarse al silencio y la discreción. En efecto, aquí pasó lo que pasó. Y si quisiera, en verdad, enterarse de lo que pasó por aquí, lo tiene facíslimo.

Que le pregunte a papá.

España
ibertad de elección de lengua vehicular en la escuela... y trilingüismo
El PP promete dos cosas incompatibles
El PP promete libertad de elección de lengua vehicular y… trilingüismo, para las CCAA con dos lenguas oficiales
Desde el PP de Cataluña, en cambio, sostienen que la prohibición del español como lengua vehicular en las escuelas públicas de Cataluña solo podrá revocarse desde la Generalidad.
Redacción www.vozbcn.com 1 Noviembre 2011

En Comité Ejecutivo Nacional del PP, reunido este lunes en Santiago de Compostela, ha aprobado el programa electoral con el que el partido conservador se presentará a las elecciones generales del próximo 20N. Este martes se ha conocido al completo el programa (214 páginas), solo 20 días antes de la cita electoral, y el PP presenta dos opciones incompatibles en las promesas relativas a la política lingüística en las escuelas de las CCAA con dos lenguas oficiales.

Durante la presentación del resumen del programae electoral, el candidato popular a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha destacado que su “obsesión” es combatir el paro, por lo que van a “concentrar todas las políticas, todos los esfuerzos y todos los recursos en la creación de empleo“. Y ha definido los “seis ejes” fundamentales sobre los que “pilotará” la “agenda reformista” del PP:

1. Crecimiento y competitividad de la economía (‘Estabilidad y reformas para el empleo’).
2. Mejora de la educación (‘Educación, camino de oportunidades’).
3. Garantía del bienestar y la protección social (‘Comprometidos con el bienestar’).
4. Reforma del sector público (‘La administración, motor del cambio’).
5. Fortalecimiento institucional (‘Una democracia ejemplar’).
6. Recuperación del prestigio y la credibilidad de España (‘Política europea y proyección exterior’).

¿Acabar con la inmersión obligatoria? Ni sí, ni no…
En la página 80, dentro del apartado dedicado a la educación, el PP apunta:

‘Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Por eso necesitamos que el sistema educativo cuente con las familias y confíe en sus decisiones. La libertad de elección es inseparable de este derecho. Estamos comprometidos con una educación pública de calidad, y una oferta educativa plural de iniciativa social que permita responder a las preferencias de ideario o de modelo pedagógico de las familias. El respeto a los derechos de las familias significa que el contenido de las materias no debe responder a proyectos ideologizadores. Libertad de elección es también libertad de elegir la lengua vehicular, ya sea el castellano o cualquiera de las lenguas cooficiales. Estamos convencidos de que esta mayor libertad, además de atender un derecho fundamental, redundará en la calidad. Sólo así tendremos una escuela más cercana y accesible a las familias’.

Sin embargo, en la página 84, a la hora de concretar las medidas que pondrán en práctica si Rajoy es presidente del Gobierno, prometen, en su punto dos:
‘Promoveremos el bilingüismo español-inglés en todo el sistema educativo desde el segundo ciclo de educación infantil. Reforzaremos la enseñanza de un segundo idioma extranjero. Impulsaremos la opción de una educación trilingüe en las comunidades autónomas con lengua cooficial, hasta el final del bachillerato’.

Las dos propuestas son totalmente incompatibles, o se tiene la opción de poder escoger la lengua vehicular en las escuelas o se apuesta por una educación bilingüe/trilingüe. Un punto que, además, ha quedado clarificado por las sentencias de los más altos tribunales que han declarado que, con la actual legislación, la educación en Cataluña solo puede permitir que tanto español como catalán sean lenguas vehiculares en la enseñanza.

Por si esta desorientación no fuera suficiente, en la página web del PP, se amplía y se concreta esta contradicción, sin que estos detalles aparezcan en el programa electoral, anunciando incluso una ley para garantizar el derecho a utilizar y a estudiar en castellano en todas las etapas del sistema educativo:

La lengua no puede convertirse en un factor de discriminación ni una barrera cultural para restringir derechos, impedir la movilidad geográfica, o romper la unidad de mercado. [...] Queremos garantizar un bilingüismo equilibrado, con el fin de que la lengua sea un instrumento de libertad al servicio de las personas, un vehículo de entendimiento y no una fuente de desigualdades. Los poderes públicos garantizarán que todos los españoles puedan ejercer este derecho que les asiste, también, en el ámbito de la educación. [...] Reconocemos el derecho de las Comunidades Autónomas con lengua cooficial a impulsar y extender su conocimiento. De la misma manera, velaremos por la efectividad del derecho constitucional de conocer y utilizar la lengua común. [...] Garantizaremos por ley el derecho a utilizar y a estudiar en castellano en todas las etapas del sistema educativo. [...] En aquellas Comunidades Autónomas que tengan, junto con la lengua oficial del Estado, otra lengua cooficial de acuerdo con sus Estatutos estarán garantizados los derechos preferentes de los padres y de los alumnos, de modo que en todas las etapas educativas y en todos los cursos, la lengua castellana sea vehicular en las distintas áreas y materias junto con la otra lengua cooficial, en el marco de un modelo de bilingüismo integrador, teniendo en cuenta la realidad sociolingüística del entorno educativo. Estableceremos por ley la garantía de la enseñanza en lengua castellana en todas las etapas educativas, posibilitando en aquellas Comunidades Autónomas que tengan, junto con la lengua oficial del Estado otra lengua cooficial, el aprendizaje en ambas lenguas.

El PP de Cataluña dice que eso es competencia de la Generalidad
A esta confusión del PP a nivel nacional se une la posición, repetida en diferentes ocasiones por el PP de Cataluña. En concreto, Jorge Fernández Díaz, candidato del PP por Barcelones este 20N, aseguró el pasado 16 de septiembre, en una entrevista en TV3, que el sistema de inmersión obligatoria -que prohíbe el uso del castellano como lengua vehicular en Cataluña- había sido “un éxito”, y aseguró que este tema “en esta campaña para las generales, no es una prioridad” para el PP, puesto que “la política lingüística se fija en el Parlamento [autonómico] de Cataluña y el Gobierno de la Generalidad de Cataluña; no es una competencia que radique en el Congreso de Diputados y sobre la que el Gobierno del Estado tenga que tomar decisiones”. “No toca en estas elecciones hablar de inmersión lingüística“, inistió.

De igual forma, Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP de Cataluña y senadora, en una rueda de prensa celebrada el pasado 26 se septiembre, señaló que, aunque los populares apuestan por un modelo de trilingüismo escolar, “desgraciadamente” no gobiernan en Cataluña, por lo que se limitó a comprometerse a defender dicho modelo “con todos los instrumentos que podamos hacerlo en el Parlamento [autonómico] de Cataluña desde la oposición”, no pudiendo garantizar el bilingüismo escolar en Cataluña aunque ganen las elecciones del 20N.

Unidad de mercado y limitación del déficit de todas las administraciones
En el ámbito del modelo de Estado, el programa electoral del PP se compromete a fijar ‘un marco legal e institucional específico para garantizar la unidad del mercado que establezca sus principios rectores, ámbitos de aplicación y los mecanismos interterritoriales de solución de conflictos para asegurar la libertad económica, fomentar la competencia y garantizar la igualdad en el acceso a los bienes y servicios en toda España‘.

Así como a promover ‘una nueva ley orgánica de estabilidad presupuestaria para el desarrollo de la reciente reforma constitucional’, estableciendo ‘los mecanismos de participación del Consejo de Política Fiscal y Financiera’, y precisando ‘los procedimientos de distribución de los límites de déficit y deuda entre las distintas administraciones, los supuestos excepcionales, la forma y plazo de corrección de las desviaciones, y las responsabilidades derivadas de sus incumplimientos’.

Coordinación y homogeneización de las diferentes administraciones
El PP también plantea potenciar ‘la marca España como referente de una oferta turística de calidad’, para lo que potenciarán ‘la imagen de España como destino turístico de calidad, modernizando y mejorando la red de oficinas de turismo de España en el exterior’ y apostarán ‘por la celebración de grandes acontecimientos culturales y deportivos en España’.

Entre otras medidas, los populares prometen el impulso de ‘la tarjeta sanitaria, la historia clínica electrónica y la receta electrónica única, compartida e interoperable para que toda la información disponible del paciente pueda estar accesible en cualquier centro sanitario de España‘; ‘el calendario vacunal único, común a todas las CCAA’; homegeneizar ‘la fijación de las retribuciones de los cargos electos locales’ a nivel nacional; crear ‘un catálogo básico nacional de servicios públicos esenciales para garantizar la igualdad de todos los españoles’; delimitar ‘con mayor precisión el marco competencial de cada una de las administraciones, evitando los solapamientos innecesarios, la proliferación de estructuras burocráticas y el aumento excesivo del personal al servicio de las administraciones’; fomentar ‘la agrupación voluntaria de municipios teniendo en cuenta la capacidad organizativa y financiera, para una prestación óptima de los servicios’; promover, ‘con sincera actitud de diálogo, todas las acciones y acuerdos políticos que favorezcan el entendimiento y la concordia entre todos los españoles en torno a los valores constitucionales‘; o restablecer ‘el recurso previo de inconstitucionalidad en la tramitación de las reformas de los Estatutos de autonomía’.

Además, según su programa electoral, el PP se compromete a exigir ‘que los presupuestos de todas las administraciones distingan los gastos correspondientes a servicios públicos básicos de aquellos que no lo son; de este modo los ciudadanos tendrán un exacto conocimiento de los recursos destinados a funciones esenciales’. Y aseguran que desarrollarán ‘indicadores de evaluación e intercambios de información que permitan el contraste público de la eficacia y eficiencia de las distintas administraciones en la prestación de servicios públicos’

Actualidad
Galicia Bilingüe pide cuentas a Rajoy por el 'trilingüismo opcional' de su programa
La asociación por la libertad de elección reclama que se aclare qué significará realmente
Galicia Bilingüe www.lavozlibre.com 1 Noviembre 2011

Madrid.- Tras presentar Mariano Rajoy su programa electoral, Galicia Bilingüe ha pedido ya cuentas al candidato del PP. Y es que la asociación por la libertad de elección de lengua quiere que se aclare en qué consistirá el "trilingüismo opcional" que se plantea entre sus propuestas.

"Impulsaremos la opción de una educación trilingüe en las comunidades autónomas con lengua cooficial", reza el punto del programa del que Galicia Bilingüe quiere más explicaciones. Y es que, hartos de la imposición lingüística surgida en las Comunidades Autónomas con dos lenguas oficiales, la asociación quiere que se aclare qué significará realmente este punto del programa electoral de Rajoy y se den más detalles de su incursión en la educación.

Y es que no quieren que el "trilingüismo opcional" del que se ha hablado se quede en papel mojado tras comprobar que la libertad de elección de lengua que prometía Núñez Feijoo antes de salir elegido en 2009 se ha convertido en una Administración y unas ayudas públicas monolingües en gallego. Además, piden cuentas a Rajoy porque, dicen, en la práctica existe una obligatoriedad de estudiar con más carga en gallego, además de permitir que más de 4.000 profesores se nieguen a impartir sus clases en castellano. Algo que no quieren que se repita si no se aclara este punto del programa electoral del PP para el próximo 20N.

Además, Galicia Bilingüe recuerda que hace dos meses presentó una Proposición de Ley que garantizaría la igualdad de derechos lingüísticos, ayudando a los alumnos a estudiar en la lengua que ellos elijan sin ningún gasto adicional, y de la cual el PP todavía no se ha pronunciado. Por eso, la presidenta de la asociación, Gloria Lago, ha querido pedir cuentas a Rajoy sobre el "trilingüismo opcional" de su programa electoral, haciendo hincapié en la necesidad de explicar claramente que significará el adjetivo de opcional y a qué se refiere el PP cuando dice que "impulsarán" ese modelo.

Sobre todo, dicen desde Galicia Bilingüe, quieren saber si ese punto será un calco de lo que Núñez Feijoo tiene en Galicia, donde, comentan, no se puede elegir lengua en ningún nivel educativo, privando así a multitud de niños que quieren estudiar en castellano, o si tan solo se podrá elegir en qué lengua estudiar en ciertos niveles de la enseñanza, como ocurre en Baleares, donde tan solo es opcional en Primaria.

La imposibilidad de la igualdad de derechos lingüísticos
Nota del Editor 1 Noviembre 2011

Eso de la igualdad de los derechos lingüísticos, además de ser anticonstitucional es físicamente imposible.

Primero: en la constitución actual, dejando a un lado la magnitud de su irracionalidad, establece deber de conocer el español y no establece deber de conocer lengua regional alguna.

Segundo: para poder garantizar la igualdad de los derechos lingüísticos, habrá que determinar primero el tipo de ser humano capaz de hacerlo, y para ello tenemos tres posibles tipos: un que solo quiere conocer el español y ninguna lengua regional, otro que solo quiere conocer la lengua regional y no el español, y un tercero que quiere conocer los dos. Está claro que con el primer tipo no hay problema de igualdad de derechos lingüisticos, el problema desaparece; con el segundo tipo tampoco hay problema de igualdad, puesto que vive en un mundo virtual donde sólo se habla la lengua regional, así que nos queda el tercer tipo.

Del tercer tipo, hay infinitos subtipos, desde el que conoce 0,001% de una lengua y 60% de otra (creo que no existe ser humano que conozca más del 60% de una lengua viva) al otro extremo con el 60% y el 0,001%. Así que tenemos un conjunto de ciudadanos (bebés, niños, jóvenes, adultos, viejos y desmemoriados) en constante cambio de los porcentajes y que tiene que buscar su equivalente para poder comunicarse, es decir que uno que tenga 2% y 58% solo puede comunicarse con otro que tenga los mismos porcentajes, salvo que los dos hayan conseguido acordar de antemano utilizar un minúsculo subconjunto de palabras para hablar en igualdad del tiempo.


******************* Sección "bilingüe" ***********************

Terrorismo
Excusas para la estupidez y la cobardía
Guillermo Dupuy Libertad Digital 1 Noviembre 2011

Imaginen que Rajoy hubiera respondido al último comunicado de ETA más o menos de la siguiente forma: "Aun en el caso de que los terroristas se hubiesen limitado en este comunicado a anunciarnos el cese definitivo de su mal llamada 'actividad armada', cosa que desgraciadamente no han hecho, la obligación de todo gobierno debe ser la de no fiarse y mantener alerta a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, no sólo por si los terroristas revocan o incumplen su supuesto compromiso, sino también para tratar de que no sigan impunes muchos de los crímenes pasados, cuyos autores aun siguen en libertad. Esta obligación moral, legal y política, a la que en todo momento nos llama nuestro respeto a la Justicia y la observancia de la ley y del Estado de Derecho, es aun más ineludible desde el momento en que son los propios terroristas los que, vanagloriándose de su historial criminal y sin anunciarnos su disolución, condicionan claramente su supuesto 'cese definitivo' de la violencia a un mal llamado 'proceso de diálogo' con el gobierno de Francia y España, destinado a la obtención de impunidad para sus militantes, así como a la consecución de sus conocidas e inconstitucionales pretensiones soberanistas por las que nos han venido asesinando.

Aunque sea legítima la esperanza de que estas inadmisibles exigencias de los terroristas pudiesen ser, en realidad, un farol o una manera de ocultar la asunción de la derrota a la que le condena la firmeza del Estado de Derecho, nuestra obligación pasa, no obstante, por no tratar de engañarnos a nosotros mismos y por no asumir como el fin del terrorismo el apenas maquillado chantaje que conlleva el comunicado etarra. El Partido Popular brinda su apoyo al Gobierno de cara a hacer frente al chantaje y tratar de impedir que los terroristas lo maquillen como si de la consecución de la paz se tratara. El PP mantendrá este apoyo al Gobierno en este sentido tanto como lo demandará de la oposición en el caso de ser nuestro partido el que asuma las responsabilidades de Gobierno tras las próximas elecciones generales".

Es público y notorio que, lamentablemente, Rajoy no respondió de esta guisa ni con nada que se le parezca al último comunicado de los terroristas. En lugar de ello, Rajoy prefirió dar credibilidad y celebrar el supuesto "cese definitivo de la violencia", para lo que tuvo, lógicamente, que negar las concesiones políticas que ya se le han hecho a la banda, como ocultar las que los terroristas nos siguen exigiendo en su comunicado. Así, y a la luz de lo declarado por Rajoy, omisiones del deber de perseguir delitos y delincuentes, como la que tan flagrantemente se ha perpetrado en el caso de Josu Ternera, o la celebración y participación socialista en una Conferencia destinada a "internacionalizar" el supuesto conflicto, o la inaplicación de la Ley de Partidos a los proetarras de Bildu y Amaiur, no son concesiones que ya se le hayan hecho a la banda, por mucho que algunas de ellas lo sean hasta el extremo del delito.

Lo que me asombra ahora, sin embargo, es la actitud de quienes, aun sin hacer suya la postura de Rajoy, muestran condescendencia hacia su inadmisible declaración de las más diversas e inconsistentes maneras. Unos lo hacen argumentando de forma circular: "Rajoy no ha querido distanciarse de la versión oficial para evitar la confrontación con el Gobierno". En primer lugar, dudo mucho que el Gobierno se hubiera atrevido a maquillar el comunicado etarra si hubiera tenido la total seguridad de que el PP no iba a contribuir en lo más mínimo a esa mentira institucionalizada. Pero es que, además, esta forma de argumentar trata de justificar un hecho por la existencia misma del hecho. Si a estos comentaristas le preguntas por qué el líder del principal partido de la oposición ha querido evitar la confrontación con el Gobierno, no te extrañe que te responsan con un "para evitar distanciarse de la versión oficial".

Hay otros analistas que, aun reconociendo que Rajoy haya podido dejar al margen los valores que ha venido defendiendo su partido, presentan su aportación a la mentira institucionalizada que padecemos como una especie de "táctica" o de muestra de "pragmatismo" por razones electorales. Sin embargo, si la declaración de Rajoy puede considerarse como una traición a los principios –espero que pasajera-, más pertinente sería calificarla, desde el más elemental sentido del pragmatismo, de estupidez; estupidez que no dejaría de serlo aunque también fuese pasajera. Y es que si Rajoy hubiera manifestado firmeza y desconfianza ante lo declarado por los terroristas, el líder del PP no habría hecho más que conectar electoralmente con esa inmensa mayoría de ciudadanos que no se creen que hayamos alcanzado el fin del terrorismo.

Esto y no otra cosa -que nadie se llame a engaño- es lo que revelan las encuestas, tales como las que El Mundo publicó pocos días después del comunicado terrorista. Y es que el hecho, también cierto, de que el terrorismo haya descendido peldaños como preocupación entre los españoles, es tan lógico, en unos momentos de tregua y de brutal crisis económica, como compatible con el hecho, no menos cierto, de que los ciudadanos no secundan en las encuestas la confianza que nuestras élites políticas y mediáticas han otorgado al anuncio del cese definitivo hecho por una organización terrorista que se niega a disolver tanto como a mostrar el más mínimo arrepentimiento.

A esto habría que sumar la encuesta que publicaba este lunes el diario El Mundo en la que una inmensa mayoría, también entre el electorado socialista, rechaza el acercamiento de los presos, la reducción de sus condenas o la abolición de la ley de partidos.

No, no nos equivoquemos. El problema no está, o no está principalmente, en el "silencio ciudadano", ni en unas masas ansiosas de ganar dinero para pedir "dos más de gambas", ni en un "pueblo" ansioso de que le suministren "el opio de la paz". El auténtico problema está en los complejos de una parte de nuestras élites políticas y mediáticas que se pliegan al nihilismo y a la complicidad de la otra parte. Es la mediocridad de unas élites que todavía no han abandonado el paradigma del "final dialogado de la violencia" que todas ellas secundaron en el funesto Pacto de Ajuria Enea; es esa mezcla de estupidez, cobardía y falta de confianza en los propios principios; son esos "maricomplejines", que diría Jiménez Losantos, que llevan a nuestra derecha a temer más lo que digan de ella sus adversarios políticos y mediáticos que lo que opine una inmensa mayoría de ciudadanos, tan silenciosa como silenciada.

Gracias a la desconfianza que los ciudadanos todavía conservan hacia la ETA y a la desastrosa situación económica a la que nos ha llevado el gobierno de Zapatero, la estúpida y contraproducente baza electoral que Rajoy ha brindado al PSOE entorno al supuesto "final del terrorismo" apenas ha logrado mejorar las expectativas de voto de los socialistas. Sin embargo, por mucho que Rajoy pueda permitirse estos errores, dada la gran ventaja que el PP conserva en las encuestas, esto no los convierte en aciertos. Esperemos que ese error táctico y esa falta de principios sean tan pasajeros como permanente la firmeza y desconfianza de los ciudadanos ante la ETA.

Ante el 20-N: Los programas, frente a frente (I)
ANÁLISIS / 4-ETA: La firmeza contra la vaguedad.
Iñaki Ezkerra La Razón 1 Noviembre 2011

Para quienes temen que el comunicado de ETA del 20 de octubre tenga un precio político, hay una buena, una excelente, una gran noticia: faltan sólo veinte días para las elecciones generales. Y los programas electorales de los dos grandes partidos españoles son lo bastante elocuentes en este punto. El del PP dedica un explícito apartado titulado «La derrota del terrorismo» del que recojo dos frases que no dan lugar a la menor especulación: «No negociaremos con terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese. (…) Promoveremos el reconocimiento y la memoria de las víctimas».

La elocuencia del programa del PSOE sobre esta cuestión reside, contrariamente, en la vaguedad, en las omisiones y, lejos de cualquier rectificación, en la ratificación de la política seguida hasta el presente: «Mantendremos y profundizaremos el desarrollo de nuestra estrategia contra el terrorismo, ya sea el de ETA, ya el de carácter internacional». Que un partido que abrió una negociación con ETA en la primera Legislatura y que nos vende «la paz etarra» como un logro electoral no haga ni la más remota alusión al tema del diálogo con los terroristas; que plantee su política en «términos estratégicos», y que prometa no sólo mantener sino profundizar en «esa línea» para la que los adjetivos más benignos que se pueden utilizar son los de «zigzagueante» e «inquietante», es muy sintomático.

No. El comunicado en el que ETA anunció el cese definitivo de la actividad terrorista no ha llegado al inicio de una legislatura para poder condicionarla, sino al final y en vísperas de una consulta en las urnas. Quien ha visto en ese comunicado la peor de las noticias y siente hoy como máximo temor la negociación con la banda armada, pero a la vez busca objeciones en ese mismo sentido a la candidatura popular incurre en una contradicción extraña. Está resistiéndose a cerrar esa misma puerta que teme que se abra. En sus manos tiene la posibilidad de conjurar ese temor el día 20 de noviembre. Como ayer y como siempre, la solución contra ETA se llama «democracia».

Iñaki Ezkerra
Periodista y escritor

Terrorismo
Importancia de la AVT
Pío Moa Libertad Digital 1 Noviembre 2011

Hay una tendencia a ver en las víctimas directas del terrorismo el lado emotivo, pero disociado del resto de la sociedad, que sin embargo es también víctima. Por eso pueden los políticos –no solo los de izquierda y proetarras, como el abyecto obispo Uriarte, también en el PP– acusar a la AVT de hacer indebidamente política, de revanchismo, y hasta de "no saber perdonar" a sus chulescos asesinos, triunfantes por obra de un gobierno cómplice. A las víctimas, dice Uriarte, no les corresponde decidir. Les corresponde, claro está, a quienes, pisoteando el estado de derecho, han colocado a la ETA y sus terminales políticas en la mejor posición que han tenido hasta ahora.

Cierto que a las víctimas no les corresponde decidir, pero ¿pueden hacerlo unos políticos evidentísimos colaboradores de los asesinos? Pues este es el gran problema. Porque las víctimas representan a una sociedad ultrajada en sus aspiraciones de justicia, de imperio de la ley, de estado de derecho, mientras que los políticos representan hoy justamente a los ultrajadores. Conviene recordar un poco el pasado inmediato, tan fácilmente olvidado en medio de la algarabía cotidiana.

La "salida política" para los asesinos, propugnada en la Transición por el imperio PRISA y secundada por el gobierno de UCD, coincidió, no por azar, con el desprecio y humillación de las víctimas, al punto de que nació la AVT en 1981, precisamente para denunciar tal ignominia y exigir justicia. El felipismo siguió humillando a la asociación y negándole ayuda, mientras subvencionaba a las lesbianas bolivianas y grupos por el estilo. Solo con Aznar se reconoció que la AVT significaba ni más ni menos que la defensa del estado de derecho y de la dignidad, no solo de las propias víctimas, sino de la democracia. Tuvo que venir un personaje moralmente perverso e intelectualmente idiota como Zapatero para invertir nuevamente la situación e intentar el silenciamiento (ahí Peces-Barba reveló su catadura) y descrédito de las víctimas, dividiéndolas y facilitando que una de las asociaciones referidas al 11-m fuera presidida por una comunista (nada mejor que nazi, insistamos). Al tiempo que colaboraba con los pistoleros.

Salvo por un desdichado período posterior a la presidencia de Alcaraz, la AVT ha desempeñado un papel político crucial, que no tendría por qué desempeñar si el país dispusiera de una clase política con un mínimo de decencia y dignidad política. Por asombroso que resulte, treinta y tantos años después de la Transición nuestros políticos apenas entienden lo que es un régimen de libertades y un estado de derecho. Lo demuestran a cada paso. Hablo también de Rajoy y muchos de sus paraministros. De ahí que apoyar a la AVT sea apoyar a la justicia y al régimen de libertades. Nada menos.

La lengua viva
La ETA, cuestión de palabras
Amando de Miguel Libertad Digital 1 Noviembre 2011

Nada más comentado en todos los medios que las andanzas, vicisitudes y politiquerías de la ETA, es decir la banda de los terroristas vascos. A mí me toca comentar la cuestión léxica, en la que los terroristas vascos han sido particularmente exitosos. Para empezar, muy pocos políticos y comentaristas dicen "la ETA", sino "ETA" sin más, sin artículo. Como es sabido en el vascuence, no hay propiamente artículos. La locución "terroristas vascos" apenas se menciona. En su lugar se emplea "etarras". El término fue acuñado irónicamente por el periodista Ramón Pi y se ha hecho muy común, aunque el sufijo "arra" quiera decir "natural de".

Son innúmeros los eufemismos que han impuesto los terroristas vascos y que han sido aceptados de modo general. Cito solo algunos ejemplos: "lucha armada" (= terrorismo), "autodeterminación" (= secesión), "paz" (= rendición del Gobierno y de casi todas las fuerzas políticas ante la presión de los terroristas vascos), "violencia de los dos lados" (= terrorismo por un lado y aplicación de las leyes por otro), "presos políticos" (=presos de los terroristas vascos), "alto al fuego" (= minoración de la violencia unilateral), "comunicado" (= hojita de propaganda), "el final de ETA" (dicho por los terroristas vascos, pero sin descubrirse, entregarse o disolverse). Muchos de esos y otros eufemismos adoptan la terminología militar, puesto que la ETA pasa por ser una "organización" y aspira a un reconocimiento internacional. En parte lo ha conseguido. Se puede discutir si el último "comunicado" de los terroristas vascos supone su derrota o su victoria, pero nadie duda de que, en términos léxicos, su triunfo es indiscutible. Recibo muchos correos sobre el asunto de los terroristas vascos. Solo me cabe recoger algunos de los que se relacionan más con la cuestión del lenguaje.

José María Navia-Osorio señala que "ETA siempre hace algo cuando se acercan las elecciones intentando favorecer la reacción visceral de los votantes en beneficio del PSOE". Ante el famoso "comunicado", el de Oviedo arguye que "si no van a volver a asesinar ¿por qué siguen armados?". En efecto, dicen que no van a volver a asesinar, pero imponen unas "condiciones de imposible cumplimiento". Es decir, todo es una logomaquia. Como lo es el "acercamiento de presos". Todo el mundo sabe que, si los presos se acercan a Vitoria o a Martutene, será facilísimo el tercer grado o la simple excarcelación por estar enfermos, por tener que cuidar a sus madres, etc.

Agustín Fuentes (el más locuaz de los libertarios) observa alguna otra contradicción en el dichoso "comunicado". Cómo es posible, dice, que se declare "el fin de la violencia" y a renglón seguido pongan condiciones para "resolver el conflicto armado". Incluso hablan de "conflicto secular", por lo que ni siquiera empezó la cosa con el franquismo. Añado la sospecha de que se refieran a las guerras carlistas. Don Agustín opina igualmente que "los sociatas vuelven a ser ayudados por los terroristas en una campaña electoral". Respecto al tópico de que "no se han hecho concesiones a ETA", el de Valencia redarguye que es verdad, pero que las concesiones se las van a hacer a BIldu y a sus sucesores. He aquí otro éxito del lenguaje.

Los terroristas se presentan con varias caras según la ocasión. Ya no son la ETA, pero sí Bildu, Sortu y no sé qué más. Todo ello comprende "el mundo de ETA", una locución que emplean todos (o también "el entorno de ETA") que gusta a todos. Concluye don Agustín con un enunciado que suscribo: los terroristas vascos no van a volver a matar porque "ya les han dado lo que querían". Añado que siempre querrán más. Su objetivo final es un régimen totalitario en Euskalerría, un hipotético país que jamás existió, como tantos otros lugares de la literatura utópica. Llegado ese momento, disolverían todos los demás partidos. A un plazo más corto y realista les bastará con absorber al PNV y desmantelar el PSOE en las Vascongadas. Que conste que lo de "las Vascongadas" es ahora una nueva terminología de los terroristas vascos y sus secuaces. La razón es que Euskalerría consta de siete provincias: las tres vascongadas, otras tres francesas y Nafarroa.

Tendría que poner el colofón de un soneto de Salvador Freixedo, titulado "Soliloquio de un etarra". No tengo ya espacio, pero no me resisto a dejar de transcribir el primer cuarteto: "Ya llevamos cincuenta años matando./ Haber asesinado a novecientos/ nos ha costado muchos sufrimientos,/ pero muy bien nos está resultando/.
Contacte con Amando de Miguel fontenebro@msn.com

El antinacionalismo acomplejado
Gonzalo Sichar. Editorial Sepha 1 Noviembre 2011

Presenta Gorka Maneiro (Diputado en el Parlamento Vasco)
El 3 Noviembre 2011 a las 19:00
FNAC Alameda de Urquijo 4, Bilbao

Treinta años después de la instauración democrática, la derecha acomplejada habla para la izquierda, tratando de aparentar que no es derecha; la izquierda, mientras, olvida sus orígenes de oposición férrea al nacionalismo, y se dedica a hacer más concesiones a los nacionalistas para sentirse más ‘progre’. Derecha e izquierda pactan la estabilidad del Estado precisamente con quienes no creen en el Estado español.

Este ensayo propone una idea de una España unida, solidaria y con un papel en la esfera internacional, si bien desde una concepción muy alejada del recurrente nacionalismo españolista.

Gonzalo Sichar Moreno: (Madrid, 1971). Doctor en Antropología Social y Cultural y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid. Es profesor de Antropología Social en dicha universidad, vicesecretario del Instituto de Estudios Panibéricos (Isdiber) y director de Editorial Sepha.

Ha sido además docente en cursos de postgrado en varias universidades españolas y latinoamericanas.

Tras su experiencia en derechos humanos y cooperación al desarrollo en Centroamérica y Sudamérica ha publicado más de una decena de libros sobre estos temas.

Sobre el nacionalismo ha sido coautor de Jaque a la democracia (2010), y autor de artículos publicados en Iniciativa Socialista como «El PRI de Euskadi», «Nacionalismo e Izquierda» y «Repensando la izquierda»; El Confidencial «¿Un nacionalismo de izquierdas? ¿Una izquierda nacionalista?»; Izquierda Liberal «Indigenismo, ‘indigenismo’ y nacionalismo»; El Confidencial Digital «El nazismo como escuela de Batasuna», «El Tribunal Constitucional debería legalizar Batasuna».

http://www.libertadidioma.com/20111101.htm

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