viernes, octubre 28, 2011

Villacañas, Puntualizaciones en torno a la Constitución, el 29 de octubre, el nacionalismo y el diario ‘Madrid’

viernes 28 de octubre de 2011

Puntualizaciones en torno a la Constitución, el 29 de octubre, el nacionalismo y el diario ‘Madrid’


Antonio Castro Villacañas

1 . Sobre la Constitución.
La vigente Constitución nos rige desde 1978, cuando se redactó y aprobó como legítimo fruto de la modélica Transición, que muchos consideran transacción y otros tra(ns)ición. Sus redactores y sus partidarios la ven como obra magna del milagro político español, ese que nos hizo salir de 40 años de dictadura para democratizar la franquista restauración borbónica y así volver al turno de partidos, al cacicazgo de los poderosos y a la oligarquización de la vida política.

2. En torno al 29 de octubre.
Para recordar a José Antonio y conmemorar la fundación de Falange Española, ¿es bueno leer a solas o en un acto más o menos público su discurso del Teatro de la Comedia?
Copio de Eduardo Navarro Álvarez este párrafo de la pág. 127 de su libro "Cavilaciones en torno a José Antonio": "Se ha querido petrificar el pensamiento político español y la figura de José Antonio como si después de él no se pudiera pensar, cuando el pensamiento de José Antonio es un estímulo para seguir pensando cómo abordar los distintos problemas que continuamente se plantean en el país sobre el bienestar, la libertad y la justicia".

3. Sobre el nacionalismo.
Hace mucho tiempo, ya no sé cuánto, que aprendí de Eugenio D'Ors -ese catalán español o español catalán (tanto monta monta tanto) que por serlo está proscrito en la actual Catalunya- quién es el patrón de la tesis liberal acerca de las naciones, esto es, del nacionalismo: Juliano el Apóstata. Juliano renegó del cristianismo y soñó con restaurar la antigua Grecia. No los dioses -valores humanos, culturales, políticos- de Grecia, sino a Grecia misma hecha dios: supremo valor político, cultural, social... Así hoy los apóstatas vascos y catalanes han convertido Vasconia y Cataluña en Catalunya y Euskadi, entidades supremas a las que subordinan los mandamases nacionalistas todas las categorías habidas y por haber: la verdad, el bien, la justicia...

4. La verdad histórica del caso "Madrid".
Con cierta frecuencia, el superborbónico Anson y otros escritores y periodistas mal informados o mal intencionados suelen recordar y propagar que el diario "Madrid" fue dinamitado por orden del Gobierno franquista el 24 de abril de 1973 a causa de que el rotativo había sugerido en 1969 -mediante un artículo de su director, Rafael Calvo Serer, publicado en primera página- que Franco debía retirarse del poder a imagen y semejanza de lo que algunos años antes había hecho en Francia el general De Gaulle... Estoy en condiciones de afirmar que esa "verdad histórica" es falsa, no en lo referente al artículo citado, sino en lo de su destrucción. El periódico madrileño cayó en manos de Calvo Serer a consecuencia de una serie de maniobras urdidas en el seno de su empresa propietaria para conseguir la orientación política y la dirección profesional del diario que Franco había regalado en 1939 al periodista Juan Pujol por los servicios que éste le había prestado durante la guerra desde 1936. (La biografía de Juan Pujol es muy interesante y significativa, pero no me parece adecuado comentarla en este momento.) "Madrid" fue en la postguerra el diario "heredero y sucesor" del izquierdista "Heraldo de Madrid", pues se editó, redactó, imprimió, distribuyó y administró en el edificio y con la maquinaria y el material del "Heraldo" hasta que con las ganancias obtenidas por su difusión y venta entre las gentes menos afines al franquismo que sus rivales y competidores "Informaciones" y "Pueblo" pudo Juan Pujol construir y equipar un nuevo edificio en el burgués barrio madrileño de Salamanca, que años después traspasó a una sociedad constituída para servir de acicate y núcleo organizador de las personas profesionalmente cristianas -mas o menos influídas por el "Opus Dei"- aspirantes a reemplazar o suceder a Franco en el ejercicio del Poder y el Gobierno de España. Pujol se fue de Madrid y del "Madrid" tras la venta del periódico, y este quedó en manos del sector de la sociedad propietaria más alejado del franquismo tras haberse servido de él a lo largo del tiempo en que Franco estuvo en plenitud de facultades. Por eso asumió la dirección del diario un hombre tan representativo de esa actitud como era Rafael Calvo Serer, quien muy pronto encontró para su empresa la compañía y el consejo de Antonio García Trevijano, ex-notario, negociante, republicano de pro que a pesar de serlo o precisamente por ello compartía con Calvo Serer presencia e influencia en el Consejo del pretendiente Don Juan. No hay duda de que el ya mencionado artículo del nuevo director de "Madrid" fue muy mal recibido en los medios gubernativos franquistas, pero una simple constatación de fechas nos indica que tanto el general Franco como sus inmediatos ayudantes y colaboradores en materia de prensa e información pública ni ordenaron ni incitaron la voladura del edificio "Madrid". Recordemos: el escrito que pedía la retirada de Franco se publicó en 1969; las irregularidades administrativas que dieron lugar al cierre del periódico se produjeron en el año 1971; antes y después de esta fecha tanto la Direccion General de Prensa del Ministerio de Información y Turismo como el Sindicato Nacional de Prensa (este por medio de su Unión de Trabajadores, su Unión de Empresarios y la Asociación de la Prensa) intentaron que el periódico siguiera editándose con la dirección de un profesional no designado por las partes propietarias enfrentadas, pero sí aceptado provisionalmente por ellas entre los presentados por los mencionados organismos sindicales, pues para estos lo más importante era que no se quedaran en la calle los trabajadores de la redacción, la administración y los talleres del diario. Esta solución no fue nunca aceptada -ni siquiera transitoriamente- por la parte de la propiedad que asesoraba García Trevijano, quien la orientó en el sentido de que el solar del edificio periodístico tenía un valor urbanístico muy considerable debido a que su entorno -el barrio en que se construyó años antes- se había configurado como sede de viviendas, comercios y oficinas de alto nivel... Por eso en 1973 -dos años después de su cierre y del fracaso de los intentos sindicales- la empresa calvina y trevijana consiguió la licencia gubernativa y municipal necesaria para demoler mediante explosivos el edificio del periódico. Que quede claro: el 24 de abril de 1973 no se produjo la voladura del diario "Madrid" por orden del Gobierno franquista. Fue dinamitado por trevijanos y calvinistas para que unos y otros ganaran mucho dinero.


http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=6277

No hay comentarios: