miércoles, octubre 26, 2011

Fernando Jáuregui - No te va a gustar - ¿Es este país un "descaraje"?

Fernando Jáuregui - No te va a gustar - ¿Es este país un "descaraje"?

26.10.11

Fernando Jáuregui

Rosa Díez es una política hiperactiva. Como sabe que su destino no es gobernar, puede oxigenarnos con propuestas de difícil o imposible cumplimiento, pero atractivas y que, en su día, merecerán una seria consideración. Lo malo es que los problemas que tiene planteados España son tan serios y de solución tan compleja -ni siquiera depende esta solución, en el caso de la macroeconomía, de nosotros- que son muchas las posibles soluciones que, sobre el papel, que todo lo aguanta, se nos ocurren a todos. Cierto, UPyD, el partido tan afanosamente creado por la exsocialista Díez, no siempre plantea cuestiones originales, pero sí coincide con muchas de las cosas que muchos piensan, o pensamos: es necesaria una reforma en profundidad de varios aspectos constitucionales, de la normativa electoral, de usos y costumbres. Tienen Díez y sus colaboradores -algunos, por cierto, muy estimables_ autoridad moral para lanzar críticas, ideas, proyectos: la honestidad de todos ellos es patente.

Pero me preocupan, en los partidos destinados a ser "conciencia crítica" de la sociedad -es decir, los que no pueden ni soñar en tener vocación de gobierno_, ciertos riesgos de frivolidad. No lo digo solamente por UPyD, ni porque Rosa Díez, en uno de esos multitudinarios desayunos empresarial-periodísticos, haya dicho que este país es un "descaraje" que no hay quien lo resista. Lo digo por algunos planteamientos del también muy respetable líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, que insiste, me parece que sin demasiado fundamento, en que es posible crear tres millones de empleos en la Legislatura que está a punto de comenzar. O también por algunas cosas que escucho a ciertos regionalistas con posibilidades de obtener escaño en el próximo Congreso de los Diputados.

Sin hablar ya de las posibilidades que las encuestas conceden a Amaiur, una presencia sin duda incómoda y algo inquietante en la "nueva" Cámara Baja, podemos predecir sin demasiado riesgo a equivocarnos que la vida parlamentaria que se reiniciará en diciembre va a ser mucho más "movida" de lo que estábamos acostumbrados en esta tediosa Legislatura pasada, donde lo más emocionante eran las repetitivas sesiones de control parlamentario al Gobierno los miércoles, donde cada semana los mismos preguntaban lo mismo a los mismos, recibiendo idénticas respuestas. Si la imaginación debe ir al poder, la falta de ella parecía destinada a ir a las Cortes.

Muchas veces he repetido que me dan miedo las mayorías absolutas. Sospecho que estamos ante algo semejante a eso. Pero, al tiempo, podemos, dicen las encuestas, hallarnos ante la probabilidad de unos grupos parlamentarios nuevos que llegan con fuerza a insuflar aire nuevo a lo que Rosa Díez ha llamado los partidos "viejos". Puede que, ante el cansancio que la elefantiasis de estos partidos provoca en una parte del electorado, surjan diputados procedentes de otras sensibilidades: Unión Progreso y Democracia, Izquierda Unida, Equo, algunos regionalistas como los asturianos o los cántabros... además, ya digo de Amaiur, es decir, Bildu ampliado. Y, para que no falte la polémica, me voy a permitir discrepar de algo que Rosa Díez afirmaba en el citado desayuno: para ella, tener a esta coalición "abertzale" en el Parlamento nacional será algo "horrible". Para mí, esta presencia, ya que va a ser, parece, inevitable, va a ser una oportunidad de que quienes bordean el antisistema, si es que no están ya del otro lado, aprendan algo de una vida parlamentaria democrática y acepten las normas de un juego al que, obviamente, no saben jugar.

Y es que yo, aun sabiendo que las democracias deben ser aburridas, prefiero algunas formas de "descaraje" a esa monotonía sin iniciativas, sin verdaderos debates, sin ideas y sin apuestas de futuro. Esa monotonía que parece la antesala de la paz de los cementerios.



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Carlos Carnicero - Las insalvables contradicciones de Rubalcaba.
26.10.11 | 12:20. Archivado en Carlos Carnicero


MADRID, 25 (OTR/PRESS)

El ex alcalde socialista de León Francisco Fernández se ha prejubilado con una compensación de 520.000 euros en su condición de ex directivo de Caja España, una entidad que ha recibido un préstamo del Fondo de Rescate Ordenado Bancario (FROB) superior a los 500 millones de euros para su fusión con Caja Duero.

Francisco Fernández es el candidato que ocupa el puesto número dos de la lista del PSOE al Congreso de los Diputados por la circunscripción de León. Como todas las listas del PSOE, la de León fue supervisada por el equipo electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba y aprobada por el Comité Federal del PSOE.

Alfredo Pérez Rubalcaba, como parlamentario del PSOE, ha votado en los últimos meses en por lo menos dos ocasiones contra la dación en pago de las hipotecas españolas.

Ahora el candidato socialista ha formado pareja electoral de hecho con el ex presidente González para promocionar sus candidaturas por toda España. José Luis Rodríguez Zapatero es un apestado en esta campaña porque todas las encuestas han dinamitado su popularidad y significa un lastre para su partido.

Pregunta, cómo es posible que José Luis Rodríguez Zapatero sea repudiado por los electores y quien ha sido su mano derecha en el Gobierno durante todos estos años pretenda no tener ninguna responsabilidad en la gestión pública cuya bandera se quiere esconder ahora.

Rubalcaba tiene que explicar qué diferencia hay entre esos personajes de la CAM, de las Cajas gallegas y de las demás entidades socorridas por el Estado que se han llevado el dinero de una forma obscena pertenecientes a la órbita del PP y el ex alcalde de León que se ha embolsado medio millón de euros y sigue siendo un fiel asistente del candidato Rubalcaba. Debe explicar cómo es posible que el candidato socialista votara en contra de la dación en pago y ahora sea capaz de prometerla como solución. Así no hay quien consiga la confianza de los electores.



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Esther Esteban - Más que palabras - Gadafi y Libia... sodomizados.
26.10.11 | 12:20. Archivado en Esther Esteban


MADRID, 25 (OTR/PRESS)

Hasta un sátrapa como Gadafi que implora clemencia mientras sus captores le llaman "perro", le gritan, le empujan y le humillan para, finalmente, descerrajarle un tiro en la nuca, merece un mínimo respeto como ser humano. Las imágenes de la detención y posterior ejecución del dictador han horrorizado al mundo occidental, el mismo que hasta anteayer recibía al visionario como un gran jefe de Estado, le dejaba instalar sus jaimas custodiadas por niñas vírgenes en el centro de sus ciudades y le mendigaba petróleo. El mismo que Occidente convirtió de la noche a la mañana en un tirano de la peor especie, que es lo que había sido siempre, aunque no interesara admitirlo.

Se ha dicho que Gadafi fue sodomizado en cuerpo y alma antes de morir y por Youtube podemos ver cada día la imagen de un nuevo verdugo que se quiere apuntar la gloria. "Le agarramos, le golpee en la cara. Algunos combatientes querían llevárselo y entonces fue cuando le pegué dos tiros en el cabeza y el pecho", explica uno de ellos, mientras muestra orgulloso a la cámara una camisa ensangrentada y un anillo del estrafalario dictador.

No hay nada en este final -por repugnante que nos parezca el personaje y lo fue- que no suponga una vulneración de los derechos humanos y de hecho la ONG Human Rigts Watch (HRW) posiblemente la más influyente de EE.UU. en derechos humanos ha recordado que "el asesinato de una persona detenida es una seria violación de las leyes de la guerra y es un delito que debe ser perseguido por el Tribunal Penal Internacional", a la vez que ha pedido al Consejo Nacional de Transición libio la rápida apertura de una investigación independiente, con la participación internacional, acerca de esta muerte. ¡Lisonjas!

Pero más allá del espectáculo de la detención y muerte de Gadafi, lo que estremece y pone los pelos como escarpias es la hoja de ruta que ha marcado el Gobierno rebelde, prometiendo defender la Sharia en la nueva Libia y advirtiendo que, como nación islámica, cualquier ley que contradiga los principios del Islam será legalmente anulada. El presidente citó como ejemplos que, durante el anterior régimen, se permitía el divorcio y se prohibía la poligamia, cosa que ya no sucederá y oyéndole uno se pregunta en qué ha quedado la famosa primavera árabe, que olía a democracia y rezumaba esperanza y libertad.

Uno se pregunta si después de la sodomización de Gadafi ocurrirá lo mismo con el pueblo libio y crecen los temores. Se dirá que aun es pronto para adivinar un futuro incierto, pero el reloj de la nueva Libia ha empezado ya a marcar el paso y lo hace sin tambores de guerra, pero no proclamando libertad. Es verdad que el régimen que lideró el dictador con mano de hierro durante más de 40 años ha llegado a su fin. Ya no paseará más sus extravagancias por el mundo, ni veremos a sus guardaespaldas femeninas armadas hasta los dientes o sus enfermeras ucranianas, ni oiremos más sus incendiarios mensajes prometiendo "aplastar a las ratas insurgentes", pero ¿qué será de su pueblo en este tiempo nuevo? Ahí está la cuestión.



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Carmen Tomás - ¿Hoy será la vencida?
26.10.11 | 12:20. Archivado en Carmen Tomás


MADRID, 25 (OTR/PRESS)

España no estará en primera línea como nos decía Sarkozy este fin de semana, pero tiene que pagar un 35 por ciento más de interés que hace unos meses para colocar su deuda pública en el mercado. Es posible que ahora mismo Italia lo tenga aún peor que nuestro país. Pero es que pocos, por no decir nadie, pueden dar lecciones. El problema de Europa tiene un origen y es la inexistencia de una política económica y fiscal común. Se hicieron unas normas, se fijaron unos criterios a seguir y se las ha saltado quien ha querido cuando les ha convenido. Francia y Alemania para empezar. Además, hay una Comisión Europea con presidente y ministros y un Parlamento y resulta que a la hora de la verdad no se tiene en cuenta lo que dice, a veces no dice nada y casi nunca se ha adelantado a los problemas. Alemania y Francia se han erigido en guardianes y directores de esta orquesta más que desafinada. Y resulta que también tienen intereses diferentes fuera y dentro de la UE y se mueven por ello y por lo que les reclaman sus ciudadanos.

En fin que Europa es ahora mismo un caballo desbocado; que hace dos años que tenían que haberse tomado decisiones y que veremos si hoy son capaces de rematar los asuntos que están encima de la mesa: la deuda griega, el Fondo de Rescate y la recapitalización de la banca, por citar algunos. En todo caso, si no se llega al fondo de la cuestión que no es otro que una política económica común, los problemas resurgirán con otros actores y más si se confirma el retroceso de las economías fuertes y la negativa influencia que eso tendrá sobre otras más debilitadas aún. Es el caso de España que puede volver a entrar en recesión este último trimestre o el que viene.

Nuestro país tiene además el problema del paro que debería ser prioritario junto con la falta de crédito. Todos los esfuerzos deberían concentrarse en acabar la reforma del sistema financiero, la del mercado laboral y un gran recorte del gasto público que reduzca las necesidades de financiación y apelación al dinero privado del sector público. La tarea es enorme y el tiempo de que disponemos escaso. Zapatero puede sacar pecho porque Sarkozy le haya dado una palmadita y enfadarse porque también se la haya dado a Rajoy, pero déjense de historias, España sigue siendo un problema para Europa y sobre todo para sus ciudadanos que han visto irse al traste millones de ilusiones y de proyectos de vida.



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Fermín Bocos - ¿A quién hemos apoyado en Libia?
26.10.11 | 12:20. Archivado en Fermín Bocos


MADRID, 25 (OTR/PRESS)

El linchamiento del dictador libio Mohamar El Gaddafi a manos de milicianos apoyados por la aviación de la OTAN ha sido una de esas noticias que pone a prueba la conciencia cívica de cualquier ciudadano con dos dedos de frente y algo de vida y lectura detrás. Ni una lágrima por el tirano muerto que durante más de cuarenta años sojuzgó a su pueblo, pero quizás deberíamos derramarla por la falta de coherencia de nuestros gobernantes -Sarkozy, Cameron, Obama, Zapatero, etc- que, como se recordará, justificaron la intervención militar en Libia invocando ante las Naciones Unidas la defensa de los Derechos Humanos pisoteados por el dictador empeñado en reprimir de manera sangrienta a quienes habían salido a las calles de Bengasi para pedir libertad sumándose a las revueltas propiciadas por la llamada "primavera árabe".

Hay que combatir la injusticia sin caer en ella. Y, puestos a observar lo que esta sucediendo en Libia, deberíamos anotar con preocupación que a la declaración de júbilo por la independencia conquistada (impensable, sin apoyo de la OTAN), el nuevo liderazgo político libio, el llamado Consejo Nacional de Transición, añade un pronunciamiento inquietante. Dice su líder, Mustafa Abdel Yalil, que la "Sharia", la ley islámica, nacida al dictado del Corán (texto religioso del siglo VII d.C.) "será la fuente de legislación que regirá el país. Inquietud e incertidumbre, serían las palabra visto que hay modelos de Estado islámico (como Irán o Arabia Saudí) donde las leyes confinan a las mujeres a una situación social y laboral ancilar. Por no hablar de un tipo de justicia (lapidaciones en caso de adulterio) que remite a bárbaras costumbres medievales. Hay que esperar a ver como evolucionan los acontecimientos, porque en el mundo árabe también hay países, como sería el caso de Marruecos, donde pese a la raíz islámica que conforma sus leyes, en materia de derechos, han encontrado una vía propia más acorde con los tiempos actuales. Mohamed Yalil ha dicho que habrá elecciones dentro de ocho meses. Habrá que esperar, como digo, para ver a quién hemos apoyado; esperar para saber si Occidente no se ha equivocado.



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Francisco Muro de Iscar - El dinero de la justicia.
26.10.11 | 12:20. Archivado en Francisco Muro de Iscar


MADRID, 25 (OTR/PRESS) La consejera de Justicia de la Generalitat de Cataluña Pilar Fernández Bozal ha puesto sobre la mesa uno de los lastres que pesan sobre la justicia y sobre la economía española. Dice la consejera que sólo con reducir a la mitad el tiempo de resolución de los procedimientos concursales -que duran una media de tres años- el ahorro directo o indirecto sería de entre 110 y 135 millones de euros. Eso sólo en Cataluña. Si ustedes extienden la idea a toda España, nos ahorraríamos cientos de millones. Sólo con ese ahorro en Cataluña y en Madrid, se pagaría todo el gasto de la Justicia Gratuita de todo un año en toda España. ¿Y eso cómo se consigue? Pues invirtiendo en la modernización de la Justicia, que pese a los avances en estos últimos años, sigue siendo una asignatura pendiente de la democracia y del Estado de Derecho. Se habla mucho de sanidad y educación, pero sin una justicia ágil y eficiente, que garantice los derechos de los ciudadanos, el Estado del Bienestar y el Estado de Derecho sufren más de la cuenta.

Es decir, se puede ahorrar sin recortar servicios sino haciendo que éstos funcionen como deben. En términos económicos, entre enero y junio de 2011, el total de las cantidades reclamadas en los asuntos interpuestos en Cataluña suponen un valor de unos 55.000 millones de euros. En el mismo período se han resuelto asuntos por importe de unos 15.000. es decir, que hay 40.000 millones, que afectan a miles de personas, que siguen pendientes de una decisión judicial que no se sabe cuándo se producirá. Es, más o menos, el 20 por ciento del PIB catalán de 2010. Hagan las cuentas de lo que eso significa en toda España. Esa inseguridad jurídica tiene un terrible efecto pernicioso sobre las personas, sobre posibles inversiones y sobre el conjunto de la economía. En tiempos de crisis, es imperdonable estar perdiendo dinero por los agujeros negros de la justicia.

No hay que gastar en Justicia, hay que invertir. Gane quien gane las próximas elecciones, se necesita un pacto de estado por la Justicia, porque no sólo la educación o la sanidad son importantes, por más que la justicia no cuente mucho en los mítines o en los programas de los partidos. Es necesaria una Justicia que ponga en el centro de sus objetivos a los ciudadanos. Nos jugamos mucho. Y si se ha podido hacer con la Agencia Tributaria o con la Seguridad Social se tiene que poder hacer con la Justicia. Además de un problema de derechos, es un problema para la economía en su conjunto. El retorno económico y social de una Justicia moderna es mucho mayor que la inversión necesaria para acabar con los legajos y entrar, de verdad, en el siglo XXI. francisco.muro@planalfa.es



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Luis del Val - Disparen a la cabeza
25.10.11 | 12:20. Archivado en Luis Del Val


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

Nos ha pillado la muerte de Gadafi tan entretenidos en nuestro patio de recreo mortuorio del norte que una noticia de primera división se ha convertido en algo casi secundario. Ahora, el patio mortuorio lo quieren limpiar y sustituir las pompas fúnebres de tapadillo en concejalías cara el público, y quien se atreva a poner alguna duda o albergar la más mínima sospecha será condenado a no obtener el carnet de progre que los obispos del ramo reparten según simpatías y examen de escritos.

Pues bien, me había contado mi gargantica profunda -porque no llega a garganta- pero que está relacionado con esa urdimbre de los servicios secretos internacionales, que las organizaciones especializadas procedentes de Estados Unidos habían dado la orden de que, en cuanto se encontrara a Gadafi, se le disparara a la cabeza. Como escuché sus susurros hace más de un mes, y estaba, como todos, entretenido en el comunicado de los perdonavidas del Norte, que ya no consideran divertido secuestrar, asesinar y extorsionar, me he vuelto acordar de aquél comentario, al que siguió mi ingenua pregunta: "¿Por qué?". Y, nada más hacerla, me arrepentí por inocente y torpe, puesto que la respuesta fue de manual: "Porque los muertos no hablan".

Y es que, ahora se comenta que ha muerto como una rata, pero no hace demasiados meses le dejábamos que montara el circo con sus jaimas y sus guardianas, que en vez de un jefe de estado parecía que venía el Price de Castilla y Feijóo, y los jefes de estados y los primeros ministros le reían las gracias, y se intercambiaban regalos, y se revistaban las tropas. Porque hay guardadores de esencias en todas partes que te dicen lo que tienes que pensar de los abertzales o lo que tienes que pensar de un tirano. Y, claro, como el reloj del gitano, tienen días. Días que dependen de sus intereses.



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Andrés Aberasturi - De inspiraciones y campañas
25.10.11 | 12:20. Archivado en Andrés Aberasturi


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

Hay días en los que uno se levanta más inspirado que otros y si en mi caso -o en el suyo- ese cúmulo de musas no pasa de soltar alguna ñoñería sobre la caída de las hojas, un suponer, durante el desayuno, en los políticos -y más aun en los políticos en campaña- la cosa puede resultar incluso peligrosa. Que don José Blanco esté orgulloso de ser de Lugo y de haber hecho lo posible por su tierra, no sólo está bien y le honra y es deber de todo buen hijo; pero afirmar rotundamente que "quedará para la Historia lo que hice por Galicia" es adelantarse un pelín a los acontecimientos. Por una parte ya se sabe que los historiadores son muy suyos a la hora de incrustar al personal en negritas y por otra parece feo que uno mismo diga en voz alta lo bueno que ha sido y lo bien que lo ha hecho. Pero las campañas son así y desde que Blanco se quito las gafas, le sale una mirada un poco rara y que le compone un gesto entre achinado y trascendente: contempla la vida como si fuera ya una estatua ecuestre instalado en la Historia.

Y es que las palabras y los reduccionismos lo aguantan todo. No quiero recordar quién resumía así el Gobierno Zapatero: comenzó trayendo las tropas de Irak y concluye con la rendición de ETA. Otro que va camino de la Historia. Pero este si que estará gracias a sus dos legislaturas -las peores con diferencia de nuestra democracia, una por exceso y la otra por defecto- y por la incongruencia que fue todo su mandato. Cierto que empezó así y terminó así, pero no sólo los dos hechos son discutibles sino que entre ellos hay unos cuantos años en los que el país se vio avocado a una hecatombe como pocas contagiado, es verdad, por una crisis mundial pero claramente agravado por los errores de su Gobierno.

Tiene que ser muy duro asistir a la campaña de Rubalcaba desde tan lejos. Tiene que ser muy triste que el candidato, vicepresidente con ZP, meta en un paréntesis de silencio la historia reciente y en un salto imposible recupere a Felipe González para mostrarlo al mundo. Y mas duro aun -y para mucho debería ser motivo de reflexión- es que en la imagen de esa campaña las siglas de Partido Socialista Obrero Español apenas si se vean perdidas en alguna esquina y porque no hay más remedio que ponerlas. Pero que no se engañe Rubalcaba: de eso no sólo ha tenido la culpa ZP.



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Julia Navarro - Escaño Cero - Sabor agridulce.
25.10.11 | 12:20. Archivado en Julia Navarro


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

El PNV aprieta el acelerador, pretende que el Gobierno aborde la situación de los presos de ETA cuanto antes y esas prisas lo único que están provocando es una enorme desazón en el conjunto de la ciudadanía. Y es que no sé ustedes, pero yo tengo un sentimiento agridulce respecto a todo lo que está pasando a raíz del anuncio de ETA de que deja de matar.

Por una parte, siento alegría de pensar que de ahora en adelante todos, pero especialmente los ciudadanos del País Vasco, van a poder vivir sin temer los atentados. Pienso en todos los concejales socialistas y populares, en todos los cargos públicos del PSOE y del PP, en todos los policías y guardias civiles, en todos aquellos en definitiva que por no ser nacionalistas han tenido que vivir en libertad vigilada. No eran libres para poder llevar a sus hijos al parque, ir al fútbol, pasear por el casco viejo de San Sebastián, o hacer esas pequeñas cosas que conforman la vida cotidiana de los ciudadanos que no tienen nada que temer. Ellos sí tenían que temer que en cualquier momento un pistolero se acercara a quitarles la vida. De manera que pensar que esto no va a volver a suceder no puede provocar más que alivio y alegría.

La sensación agria tiene que ver con el temor de que nuestros políticos, los políticos que hemos elegido y vamos a elegir democráticamente, terminen por ceder a algunas de las peticiones del comunicado de la Conferencia de San Sebastián.

Si nuestros políticos leen detenidamente las encuestas que se han publicado durante el fin de semana ya sabrán que los ciudadanos no quieren que se pague el más mínimo precio a ETA, y que lo que todo el mundo espera es que cumplan sus condenas y no obtengan ningún beneficio que no esté en la ley. Ni más, ni menos. Como también se espera que entreguen las armas y se disuelvan, de lo contrario todo lo que suceda de ahora en adelante estaría condicionado por una especie de tutela de ETA.

No, no va a ser fácil gestionar este día después del fin de la violencia y el partido que gane las elecciones, en lo que se refiere a este asunto, tendrá que dar todos y cada uno de sus pasos consensuándolos con el resto de las fuerzas democráticas. Pero al César lo que es del César, y hay que reconocer que hasta el momento la actitud de Alfredo Pérez Rubalcaba está siendo impecable. Como es inteligente sabe que en estos momentos la sociedad desconfía y que dar pasos acelerados llevarían al desastre.

Lo mismo se puede decir de Mariano Rajoy que tiene todas las posibilidades de ganar las elecciones y está sabiendo actuar con prudencia y no dejándose llevar por los sectores más duros de su partido. Al mismo tiempo, no puede perder de vista que la sociedad no perdonaría que se pagase ningún precio, por nimio que sea, a ETA.

Supongo que todos nos tenemos que ir acostumbrando al nuevo escenario y que nuestros políticos tendrán que actuar más que nunca con prudencia sabiendo que hay límites que no pueden sobrepasar. Pienso también en el PNV y creo que este partido puede ser llevado por la corriente, es decir, que puede ser barrido por esa izquierda abertzale por la que tanto ha luchado para que tuviera representación institucional.

No, no va a ser fácil, y ya digo que los pasos que se den deben de ser sopesados y sin perder nunca la dignidad. Hay quienes tienen síndrome de Estocolmo y están tan eufóricos que no disimulan que creen que algún precio habrá que pagar. Pero quien vaya en esa dirección estará traicionando no sólo a las víctimas sino a la sociedad entera.



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Cayetano González - Después del comunicado.
25.10.11 | 12:20. Archivado en Cayetano González


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

Una vez más, aunque en este caso en una cuestión especialmente delicada, se ha producido un claro divorcio entre la clase política y la sociedad. Me refiero a las reacciones que ha habido a raíz del comunicado de la banda terrorista ETA en la que anunciaba el cese definitivo de lo que ellos llaman "actividad armada", pero en el que sin embargo no decía nada ni de su disolución ni de la entrega de las armas.

Tanto desde el Gobierno como desde el PSOE y del PP -sólo los líderes de UPyD, Rosa Díez, y de Foro Asturias, Francisco Alvarez Cascos, se han salido de ese guión marcado por los dos grandes partidos- se ha calificado este anuncio como de gran noticia, un paso definitivo hacia la paz, un claro síntoma de que ETA ha sido derrotada. Sin embargo, los ciudadanos -en diversas encuestas de opinión publicadas en las últimas horas- muestran mayoritariamente sus reticencias a este anuncio de la banda terrorista: ni creen que sea el final de ETA ni mucho menos están por la labor de que se les conceda nada por anunciar que dejan de matar.

Personalmente, estoy mucho más cerca de la opinión de los ciudadanos que de la de esos dirigentes del PSOE y del PP que han querido presentar el anuncio de ETA como un gran logro. Es evidente que para cualquier persona de bien, que una banda terrorista diga que no va a seguir matando produce una sensación de alivio. Pero a partir de ahí, todo son dudas. ¿Cuántas veces nos ha engañado ETA?; ¿qué valor hay que dar a la "palabra" de unos terroristas"; ¿están seguros los políticos del PSOE y del PP que la banda terrorista no volvería a matar si en un plazo prudencial de tiempo no se les da todo lo que piden?

Decir como ha hecho Rajoy que este anuncio ha sido sin ningún tipo de concesiones políticas es un ejercicio de ingenuidad o de desconocimiento de lo que está hablando. ¿Le parece a Rajoy poca concesión política que se dejara a Bildu presentarse a las pasadas elecciones municipales donde obtuvo la alcaldía en 104 ayuntamientos del País Vasco y de Navarra? ¿No cree el líder del PP que permitir la celebración de la mal llamada "conferencia de paz" hace ocho días en San Sebastián con la presencia de mediadores internacionales no fue una concesión política a los terroristas? Del Gobierno de Zapatero y del PSOE de Rubalcaba que han estado metidos de "hoz y coz" en este proceso se puede esperar cualquier cosa. Pero del líder de un partido que siempre ha tenido una postura clara y contundente en la lucha antiterrorista -una política que dio sus frutos y de la que el propio Rajoy fue copartícipe en los gobiernos de Aznar- se espera que diga la verdad a los españoles y, sobre todo, que cuando dentro de pocas semanas llegue a la Moncloa, no haga ni la más mínima concesión a una banda de asesinos que han causado tanto dolor a la sociedad española en general y a las víctimas de sus atentados en particular.



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Fermín Bocos - "Es la economía, estúpido".
25.10.11 | 12:20. Archivado en Fermín Bocos


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

En términos electorales, la suerte parece que está echada. Todos los sondeos rinden conclusiones con el mismo o parecido resultado: el Partido Popular será el vencedor de las próximas elecciones. A juzgar por los dos últimos que hemos conocido, ni el llamado "efecto Rubalcaba", ni la puesta en escena del último comunicado de la ETA anunciando la "hibernación" de la banda, han modificado la tendencia. Quiere, pues, decirse, que en el ánimo de la mayoría de los ciudadanos que ya han decidido el sentido de su voto, lo que más pesa es el repudio a Zapatero y a su desafortunada gestión de la crisis económica. Rubalcaba paga esa factura porque, pese a sus notables habilidades dialécticas, no puede escamotear que formó parte del Gobierno que deja como herencia más de un 20 por ciento de paro y un déficit por encima del 6 por ciento que es el tope exigido por Bruselas.

El juicio, la sanción de los ciudadanos a la incapacidad o tardanza del Ejecutivo socialista en reconocer y encarar la crisis será lo que determine la pronosticada derrota electoral del PSOE. Nunca como en estos días previos a la campaña propiamente dicha cobra tanto sentido aquel recordatorio -"Es la economía, estúpido"- con el que Bill Clinton se flagelaba cada día antes de discursear en los mítines de una de sus giras electorales. Política es todo, porque todo lo engloba, pero hay momentos en la Historia de los países en los que sus habitantes perciben que son más "políticos" que otros porque lo que está en juego son modelos de sociedad o cambios de régimen -ocurrió en España durante la Transición- y, votan, por decirlo así, con más conciencia política. En otros, como parece que ocurrirá el 20-N, la gente, los ciudadanos, parece que votarán de manera más pragmática, muy pegada al terreno y con conciencia de quien puede gestionar mejor la salida a la crisis económica que nos atenaza. Felipe González resumió en su día lo que para él era el cambio: "Que España funcione", dijo, y ganó las elecciones. A una pregunta parecida Mariano Rajoy ha respondido diciendo que lo que "España necesita es un "chute" de confianza". Esa parece ser la traducción más cabal de lo que resumen las encuestas.



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Antonio Casado - El lehendakari dialoga.
25.10.11 | 12:20. Archivado en Antonio Casado


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

¿Y ahora, qué? Ahora lo que haga falta. En las coordenadas del Estado de Derecho, se entiende. Desde el diálogo político a la aplicación de las leyes. El diálogo es consustancial a la democracia y sus instituciones. Además, con alto el fuego y sin alto el fuego deben saber los etarras que la tenencia ilícita de armas es un delito, igual que el enaltecimiento del terrorismo y los que aún están por esclarecer en 300 causas judiciales abiertas por otros tantos atentados. Todo el rigor del Código Penal en esos casos, sin perjuicio de que ETA haya declarado un cese el fuego definitivo y todos -casi todos, por mejor decir- lo estemos celebrando.

El lehendakari, Patxi López, anuncia una ronda de contactos con los líderes de las fuerzas políticas vascas para concertar la voluntad de todos en la apuesta por la paz y la democracia, después del celebradísimo anuncio. Y no faltan quienes le acusan de cumplir una de las condiciones de ETA. Semejante reacción retrata a quienes han convertido sus recelos por el comunicado de la banda en irresponsables acusaciones al Gobierno, al PSOE e incluso al PP, de haber claudicado. Es la minoría política y mediática que se ha sentido descolocada con el adiós a las armas. Y ahora se esfuerza en convencernos de que nada ha cambiado y de que estamos poniendo alfombras rojas a los etarras y sus amigos para que consigan por las buenas lo que no consiguieron por las malas.

A quienes sostienen que el Gobierno vasco, socialista, como se sabe, se está plegando a las intenciones de ETA de tutelar el "nuevo tiempo" habría que preguntarles que desde cuándo el diálogo entre partidos legales es pecado porque le hace el juego a los etarras. En todo caso le hará el juego a la hoja de ruta presentada por Patxi López ante el Parlamento Vasco respecto a un futuro sin violencia. Uno de los puntos, el quinto, dice así: "El sistema democrático es la única vía para la convivencia. Sólo asumiendo sus principios, sus valores y sus reglas, podemos acordar la gestión de nuestras diferencias y los pactos para la convivencia futura".

De eso se trata en la ronda de conversaciones anunciada por Patxi López con las fuerzas políticas del País Vasco. El diálogo es la esencia de la Democracia. Eso no supone aceptar la agenda de ETA, traicionar a las víctimas del terrorismo o apostar por la impunidad, que son algunas de las barbaridades que se están escuchando entre quienes, efectivamente, han quedado descolocados con el anuncio del alto el fuego definitivo. Me refiero a la derecha furiosa reprobada por el propio Rajoy en su reciente apelación a "la hora de la grandeza". El mismo Rajoy que hace seis años acusaba a Zapatero de traicionar a las víctimas ha terminado uniendo su voz a la del presidente para asegurar que al adiós a las armas se ha llegado "sin concesiones políticas".

http://blogs.periodistadigital.com/opinion.php/

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