viernes, julio 22, 2011

20110721, Toma talante

21 Julio 2011

Zapaterismo

Toma talante

Bernd Dietz Libertad Digital 21 Julio 2011

Contábale Zetapé a Sonsoles lo chupado que estaba ser presidente del Gobierno de España. Lo mucho que le divertía interpretar ese papel, reconociéndole que su aportación quedaba al alcance de decenas de miles de extras, inmunes al sentido del ridículo, que remedasen como él a Mr. Bean. Echándole morro y sonrisa, dilapidando maná a espuertas, ahuecando la voz y soltando yes y bonsai sin ton ni son, aunque se chotearan los extranjeros y el país padeciese el descalabro.

Objetivo cumplido. Lo hemos logrado santificando a la ETA, balcanizando la nación española (¿no hay poetas elegíacos que, sin cobrar subvención, sientan dolor?), dando alas a demagogos y sinvergüenzas, sustituyendo el pactismo de la Transición por un maniqueísmo fratricida, extirpando el mérito y el esfuerzo de la enseñanza pública, politizando la justicia, saqueando la caja común y triplicando el paro. Centenares de caciquillos se han plegado resabiadamente al presidencial ejemplo, percibiendo desde sus poltronas que la eximente lotería se simbolizaba en que aquella familia, disfrazada de los Adams, se tirase la foto conmemorativa con Obama. La ineptitud encumbrada. Las ínfulas del desaprensivo (con mano en cualquier resorte estatal, sepulto Montesquieu por Arfonzo) al servicio del resarcimiento. Como guinda, le pega el tiro de gracia a cualquier expectativa de decencia la felonía de la capitalidad cultural, otra efusiva carantoña a los asesinos de Miguel Ángel Blanco y sus recogenueces.

No seremos los republicanos descreídos, que admiramos a Einstein o Spinoza, quienes opongamos a tamaño despliegue de taimería un voluntarismo idealista. Esta devastación no la borramos distanciándonos en plan agraviado de Zetapé por arrasarlo todo, de Chaves y Griñán por los ERE o de la hiperprogresista SGAE por evidenciar la catadura de los papagayos de la ceja, al cabo emanaciones orgánicas de la indecencia cooptada. Cómo no iba Víctor Manuel a cantarle al Caudillo. Algo radicalmente coherente con lo que siguió, una comandita de farsantes y sectarios que se desvivía por vendernos protección mafiosa y ofrecernos rentismo. Friéndonos a tasas para defendernos del liberalismo, la competitividad, la responsabilidad individual y el juego limpio, mientras se forraba usando como testaferros a parientes y amigos.

Cuando salen a relucir los latrocinios en Grecia, quedamos prístinamente retratados. Son nuestros hermanos de leche, si ayer listillos voraces, hoy indignados. El lógico agujero resultante se deriva, más que del enriquecimiento hortera de los dirigentes, que es criminal y clamoroso, de la apabullante piñata repartida entre súbditos afines, sumada a la pedrea universal so pretexto de pía solidaridad, al grito de lo público no es de nadie y la aritmética que se chinche, pues el único mal, según los paternalistas partidarios del colectivismo cleptómano, es "el capitalismo".

Contra la oligofrenia biempensante, que exige dosis crecientes de burocracia, victimismo y subsidio, poco cabe hacer. Para impedir que la gente ate cabos y adopte algún modelo emancipador, como los que rigen en sociedades ilustradas, están el sistema educativo, el gaitero sentimiento regional (llamado nacionalista) y las apelaciones a los bajos instintos que fomenta la televisión. Está todo previsto y bien atado. A ver de qué vamos a quejarnos. A ver a quién vamos a culpar por el futuro que hemos dinamitado validando la chabacanería del socialismo celtibérico. No tenemos arreglo, porque Zetapé o Rubalcaba (el enésimo fruto chungo del franquismo, tuneado de antisistema) son, en efecto, cualquiera de nosotros. En la peor versión del terruño.
Bernd Dietz es catedrático de Filología Inglesa y escritor.

Congruencia democrática
Editorial www.gaceta.es 21 Julio 2011

Se acabó el ataque a Camps, en su vertiente política. Y se acabó de forma ejemplar: cogiendo la puerta. Es lo que hizo ayer Francisco Camps. Aunque tardía –el principal error del PP ha sido dejar transcurrir demasiado tiempo–, la dimisión no puede ser más digna. Tanto por las razones aducidas –Camps se declara “inocente” y listo, tras dejar el cargo, para defenderse “de todas estas infamias e insidias”– como por la actitud exhibida –“me voy con menos de lo que vine”– y por la lealtad que esto denota: “Un sacrificio personal para que Rajoy sea el próximo presidente”.

Ante una tesitura endiablada, Camps ha optado por la salida más honrosa y más inteligente. La otra opción, pagar la multa por cohecho impropio, hubiera implicado reconocerse reo del delito y además quedar por mentiroso, ya que aseguró por activa y por pasiva que había pagado los trajes. De esta forma, reafirma su inocencia, sin miedo a enfrentarse a los tribunales, lo que demuestra que no tiene nada que ocultar; se hace digno de la confianza que depositó en él su electorado hace sólo dos meses –logró un 49% de los votos y borró del mapa al PSPV– y priva de armas a sus enemigos.

El desenlace llena al PP de argumentos para exigir responsabilidades en la bancada rival, tan repleta de personajes que se aferran al cargo, cuando en sus casos hay mucha más tela que cortar que los trajes de Camps. Y se los quita a un PSOE que probablemente pensaba cebar su artillería con el caso ante las elecciones generales. Rubalcaba se queda sin Camps... y con Faisán.

La primera reacción del Gobierno socialista, por boca de Jáuregui, fue calificar el paso de “congruente y responsable”. Eso es tener las ideas claras: cuando sobre la honorabilidad de un servidor público planea la sombra de la sospecha o hace frente a una acusación, lo que debe hacer es asumir sus responsabilidades políticas, sin esperar a que la Justicia se pronuncie. Lo curioso es que no se apliquen esa misma congruencia los servidores públicos socialistas, salpicados o implicados en escándalos bastante más graves que unas americanas y unos pantalones. Son, por cierto legión, y además de todas las categorías y tamaños. Desde presidentes autonómicos –¿han sido congruentes con su responsabilidad política Griñán y Chaves ante el latrocinio de los ERE en Andalucía, y el segundo además por el caso Matsa, que proyecta sobre él la sombra de nepotismo?–; hasta ministros del Interior –¿han sido congruentes Rubalcaba y Camacho ante un asunto tan grave como un chivatazo a terroristas– o de Cultura –¿ha sido congruente Sinde, juez y parte en las subvenciones millonarias del cine?–; pasando por el presidente del Cabildo de Gomera –¿ha sido congruente Curbelo dimitiendo del cargo de presidente tras la noche de farra, e insultos a policías y ciudadanos?–. Por no hablar del presidente del Congreso, que recibió regalos de su amigo el constructor Santamaría bastante más contundentes que tres tristes trajes. ¿Ha sido congruente Bono con su responsabilidad política?

Es la eterna canción de los socialistas, incapaces de conjugar el verbo dimitir, moneda corriente en cualquier democracia digna de ese nombre, pues se supone que un político elegido en las urnas debe ir siempre ligero de equipaje. Pero el PSOE es la excepción: son capaces de dejar que paguen chivos expiatorios (ora los polis del GAL, ora los polis de Faisán) antes que tener la congruencia de dimitir. Desde ayer tienen otro referente ético, sólo que en la orilla opuesta. Sería vano esperar que estos peritos en responsabilidades se apliquen el cuento. Consejos vendo que para mí no tengo.

Indignados en los Balcanes?
Juan Julio Alfaya http://juanjulioalfaya.blogspot.com

La novela de Ivica Djikic "Cirkus Columbia" (se está proyectando la película en España), que ha servido de chispa para encender esta oleada de indignación, está basada en los primeros momentos de la descomposición de Yugoslavia a causa de los nacionalismos.
http://juanjulioalfaya.blogspot.com/2011/07/indignados-en-los-balcanes.html

Después de tanta mariconada nacionalista, Yugoslavia quedó tal que así. El estado se dividió en seis repúblicas socialistas y dos provincias socialistas autónomas, parte de la República Socialista de Serbia. La capital federal era Belgrado. Las repúblicas y provincias fueron:

1. Bosnia y Herzegovina, con capital en Sarajevo;
2. Croacia, con capital en Zagreb;
3. Macedonia, con capital en Skopje;
4. Montenegro, con capital en Titograd;
5. Serbia, con capital en Belgrado, incluyendo:
5a. Provincia Autónoma de Kosovo, con capital en Priština
5b. Provincia Autónoma de Vojvodina, con capital en Novi Sad;
6. Eslovenia, con capital en Liubliana.

Una ola de protestas que exige más democracia y menos neoliberalismo recorre la antigua Yugoslavia. Por efecto dominó, podría extenderse a todo lo que fue el Pacto de Varsovia. Las nuevas generaciones buscan una democracia más real en sus propios países y en toda Europa.
Indignados en los Balcanes
Christian Martí-Menzel www.elpais.com/articulo/opinion/Indignados/Balcanes/elpepiopi/20110719elpepiopi_11/Tes

Aunque en contadas ocasiones resulta gratificante atreverse con la adaptación cinematográfica de una novela, creo que en el caso de Cirkus Columbia del oscarizado director Danis Tanovic el esfuerzo vale la pena. No solo recomiendo ver la película, sino leer también la novela homónima del periodista Ivica Djikic en la que se basa. Y no tanto por el hecho de juzgar si el director ha sido fiel al espíritu de la novela, sino porque tanto la novela como la película son excelentes y se complementan en una visión certera de las causas del desplome de la antigua Yugoslavia.

La novela Cirkus Columbia es una corrosiva y durísima sátira del nacionalismo suicida de los Balcanes durante los años noventa del pasado siglo, negrísima a pesar o gracias al humor tan característico de la zona. A través de sus personajes de diferentes edades, estratos sociales y nacionalidades asistimos al colapso de la sociedad yugoslava. Los que optaron por la emigración ya no volvieron a su país, y si volvieron no lo reconocieron. Djikic no deja títere con cabeza y a partir de su experiencia como periodista disecciona con su afilado escalpelo la sociedad exyugoslava desde una pequeña ciudad de provincias en Herzegovina, aireando todas sus vergüenzas y todos sus crímenes. A pesar de que la crítica ha visto influencias de Fellini y Kusturica en la novela, la huella de autores centroeuropeos como Ödon von Horváth es mucho más evidente.

Por su parte, la película acude a ese "speak, memory" que activa tantas historias. Me explico: aunque esta prescinde en buena parte y en cierta medida de la sátira, del humor negro, incluso de la violencia, y omite la feroz crítica al nefasto papel de los medios de comunicación, de los políticos y de los militares cuando describe los meses que precedieron a la guerra en una región de Bosnia de mayoría croata, sí que aporta al final, y creo que con acierto, cierta esperanza a sus más jóvenes protagonistas: los jóvenes de una generación que heredó la guerra de sus padres y abuelos y que tuvo que emigrar al extranjero encuentran en el amor cierta redención.

Danis Tanovic ha declarado que leer Cirkus Columbia fue como viajar a los años previos al estallido de la guerra. Los personajes de la novela, y también los de la película, creen ingenuamente que la guerra no es posible en una sociedad en la que han convivido durante tantos años. Nadie se explica cómo -aunque negar la realidad de que un país se prepara para la guerra y que el peligro es inminente son reacciones muy humanas- cualquier hijo de vecino se convirtió en un asesino.

Con la caída del comunismo, la Europa del Este se colocó al borde del abismo mientras el mundo civilizado miraba hacia otro lado. Yugoslavia se lanzó al vacío y, por las noticias que nos llegan ahora a cuentagotas, parece que siga precipitándose. Sin embargo, mucha gente se enfrentó y combatió la violencia que azotó la región en los años noventa del pasado siglo, entre ellos Djikic y Tanovic, el primero como periodista desde las páginas del semanario Feral Tribune, azote del nacionalismo croata y serbio, y el segundo filmando la guerra durante el asedio a la ciudad de Sarajevo. De alguna manera ambos son yugonostálgicos, pero no políticamente, sino porque sus recuerdos de antes de la guerra, de su infancia y juventud, que son lo único que guardan de antes del Apocalipsis. Cirkus Columbia, la película, viene a ser un homenaje a esa infancia y juventud perdidas.

Todo esto viene a cuento porque ya desde hace años las escasas noticias que nos llegan desde los Balcanes, y concretamente desde la antigua Yugoslavia, están relacionadas con atentados, mafia, detención de criminales de guerra, corrupción, tráfico de drogas y personas, etcétera. Un rayo de luz lo aportaba desde estas mismas páginas, y a raíz de la detención del criminal de guerra Ratko Mladic, Andrea Rizzi, que enviaba una crónica desde Belgrado subrayando el hecho de que las nuevas generaciones serbias dan la espalda a Mladic y miran hacia Europa.

Sin embargo, la prensa apenas se ha hecho eco de que en los últimos meses los Balcanes han sido un hervidero de protestas estudiantiles y ciudadanas, que ciertamente entroncan con las revoluciones árabes y las protestas de los indignados españoles. El pasado mes de mayo se celebró en la capital croata, Zagreb, el encuentro internacional Nuevas luchas emancipadoras, que contó con la presencia de famosos activistas como Toni Negri, Zygmunt Bauman y Slavoj Zizek. En los Balcanes, como aquí, los jóvenes están hartos de un modelo político y social que redunda en los mismos errores del pasado y básicamente exigen una democracia real y participativa, garantizar servicios públicos de calidad y más control sobre los poderes económicos y financieros.

Desde principios de este año se vienen convocando en Rumanía, en Albania, en Croacia, Bosnia y Serbia manifestaciones. A pesar de que los medios internacionales apenas han prestado atención, Slavoj ŽZizek opina que las manifestaciones de Zagreb podrían ser el inicio del tan esperado despertar de los países del Este de Europa después de una frustrante transición tras la caída del muro de Berlín.

Así que algo se mueve en los Balcanes, un dominó que se puede extender a todo al antiguo bloque del Pacto de Varsovia; ahora solo hace falta que Europa no siga siendo tan miope y se entierre como un avestruz como ocurrió con la guerra yugoslava. En el interesante artículo de Srecko Horvat e Igor Štiks ¿Son los Balcanes un nuevo Magreb?, donde los autores analizan estos movimientos de protesta, resulta interesante leer que al iniciarse las manifestaciones en Croacia el ministro de Interior croata, Tomislav Karamarko, tildó a los manifestantes de "indios". Para él las protestas eran un colorido carnaval sin relevancia política. Sin embargo, como en Túnez, como en Egipto, como en España y en Italia, lo que empezó como un movimiento de indios de una generación de jóvenes políticamente insatisfecha con la actuación de sus Gobiernos está derivando en algo mucho más serio.

El euroescepticismo en los Balcanes no es solo una reacción de la derecha nacionalista, sino un rechazo a las políticas neoliberales (que no liberales en la acepción correcta de la palabra) de la Unión Europea y de la mayoría de los Gobiernos europeos. Al igual que en el famoso granero de Europa se gestaron los peores conflictos que asolaron Europa durante el siglo XX, quizá habría que estar más atentos (tanto en pensamiento político como en manifestaciones artísticas) a lo que producen las nuevas generaciones de los Balcanes, que hartas de unas políticas periclitadas buscan nuevas vías para una democracia más real en sus países y en Europa.

Quizá esa bomba balcánica que tantas veces explotó en el siglo XX nos aporte ahora una ola de nuevas ideas, las mismas que empiezan a aportarnos nuestros jóvenes (y no tan jóvenes) indignados españoles. De alguna manera hay que abrir una nueva etapa, aprender de los errores del pasado y dejar paso a las nuevas generaciones. A ellas pertenece el futuro y ya es hora de que los mayores dejemos de entorpecer su progreso con el lastre de nuestro pasado.

Christian Martí-Menzel es agente literario especialista en literatura balcánica. Cirkus Columbia de Danis Tanovic ( www.wandavision.com ) se acaba de estrenar en cines en España. Cirkus Columbia de Ivica Djikic se ha publicado en Sajalín Editores ( www.sajalineditores.com ), con traducción de Maja Drnda.

ISLAMISTAS A LA "CAZA" DEL NIÑO
Los terroristas de Al Qaeda lanzan una película de dibujos para reclutar niños
Minuto Digital 21 Julio 2011

La organización Abu al-Laith al-Yemen, la filial yemení de Al Qaeda ha creado una serie de cortos en los que muestra a jóvenes vestidos con ropa de combate participando en todo tipo de ataques, asesinatos y reuniones con el fin de organizar diversos atentados.

Al Qaeda planea distribuir cintas de dibujos animados con el objetivo de reclutar a niños para que entren a participar en las filas de la red terrorista.

El mensaje pretende ser transmitido a los niños, y consta de cuentos e historias en los que les insta a participar en la guerra santa, al igual que la revista femenina que hace varios meses se dio a conocer y que centra su atención en cómo deben comportarse y vestir las mujeres islámicas, según recoge ABC.

“Es un filme como los de Disney, dirigido a los niños, que cuenta las historias del profeta, de las guerras santas y propaganda contra Occidente”, dijo Noman Benotman, un ex militante yihadista.

Esta serie de cuentos audiovisuales, que están a la venta en Internet y en formato DVD, se dio a conocer tras la denuncia de la Fundación Quilliam de Londres, que descubrió el anuncio hecho por el grupo en la web yihadista al-Shamouk.


******************* Sección "bilingüe" ***********************

El 'Caso Faisán' bien explicado
Juan Carlos Olarra Estrella Digital 21 Julio 2011

El supuesto en cuestión es bastante sencillo de explicar. Tres mandos policiales españoles reciben la orden de comunicar a los responsables de una ramificación concreta de la trama de extorsión terrorista etarra que están siendo objeto de vigilancia y que se va a producir una detención inminente. El motivo de tal actuación no es otro que el de despejar los obstáculos de un proceso de negociación entre el gobierno español y ETA orientado a la finalización de la actividad terrorista. Al parecer el proceso se encuentra en ese momento estancado y se trata de privar a los etarras de una excusa para levantarse de la mesa.

Tan horrible y macabro relato de hechos, confirmado por todos los implicados, es ahora objeto de una investigación penal. Desde criterios estrictamente jurídicos, se podría mantener que la conducta de tales policías no es penalmente reprochable por cuanto que el hecho aparentemente típico no es realmente antijurídico, ya que obedece a una finalidad distinta de la cooperación con los terroristas. Dicha finalidad tiene una base política ligada a la acción de gobierno, que es objeto en su caso de la censura parlamentaria y electoral. Para que se entienda, sería la misma razón que impediría proceder penalmente contra los funcionarios o cargo públicos que se sientan –ahora y en el pasado- en la mesa a hablar con los terroristas y no los detienen en ese momento.

Esto sería el “caso faisán” bien explicado. Lamentablemente este ejercicio teórico no es válido para su aplicación práctica, por más que se empeñen el gobierno y sus comandos mediáticos en difundirla machaconamente. La explicación anterior no es aplicable al caso por dos circunstancias muy concretas.

La primera, su carácter extemporáneo. Si como ahora se reconoce expresamente los hechos sucedieron y su finalidad no era sino la preservación de un proceso orientado a la paz ¿Por qué no se dijo desde un principio?¿Por qué incluso se negó expresamente que los hechos hubieran ocurrido?¿Por qué hemos tenido que aguantar las humoradas de Rubalcaba en la sesiones de control para no contestar?

La segunda es absolutamente determinante. Para que la explicación se sostenga en los términos expresados, para que se pueda decir que los hechos típicos no son antijurídicos, es preciso que exista un fin de acción política superior (preservar el proceso llamado de paz) a la que dichas conductas (el chivatazo a un etarra) estén ordenadas. Y como la decisión en cuestión no la pueden adoptar funcionarios policiales sino responsables políticos, es preciso que tales responsables se pongan en pie y asuman que tomaron tal decisión y dieron tal orden. En ese caso y solo en ese caso, la conducta de los tres policías puede salir del haz de luz del foco penal, de suerte que los hechos deban ser analizados únicamente en función de la decisión política. Pero si quienes adoptaron tal decisión no la asumen, da igual cuántas veces se publique en mil tribunas que los agentes no han incurrido en delito porque la razón eximente o exculpatoria no ha quedado acreditada.

Por lo tanto, por más que digan otra cosa, quienes están poniendo a los tres policías a los pies de los caballos y en situación de indefensión son aquéllos que carecen del valor necesario para asumir las decisiones y las órdenes que tienen a los oficiales donde ahora están.

Alfombra roja para ETA
www.gaceta.es 21 Julio 2011

Siguen apareciendo pruebas de que Bildu es una sucesión de Batasuna, sin que, a estas alturas, al Gobierno le interese demostrarlo. A partir de ahora, de los impuestos de los guipuzcoanos se ocupará quien fuera portavoz de Batasuna y de EH en las Juntas Generales, Xabier Olano. El Consejo de Diputados lo ha nombrado director general de Hacienda, dejando claro en manos de quienes están los asuntos fiscales en Guipúzcoa.

Ningún problema para Patxi López, quien recibió ayer en la sede de la Lehendakaritza al diputado general Martín Garitano. No se crean que el lehendakari recriminó a Garitano que el Gobierno foral de Bildu hubiera nombrado a un director general vinculado a un partido ilegalizado por ser instrumento de ETA en las instituciones. El asunto a tratar era otro y al diputado general de Guipúzcoa, elegido en la candidatura de Bildu, Patxi López le contó prácticamente lo mismo que al de Vizcaya, del PNV, y al de Álava, del PP.

El lehendakari quiere liderar un consenso entre el Gobierno Vasco y los tres diputados generales para afrontar medidas fiscales que permitan aumentar los ingresos de las instituciones vascas. Una propuesta muy práctica, que deja al margen en qué se va a invertir el dinero de los impuestos. Si Bildu quiere gastarlo en apoyar a los presos de ETA, no es asunto del lehendakari. La alfombra roja que se despliega en Lehendakaritza para quienes no condenan el terrorismo no va a retirarse por eso. López fue capaz de recibir en su despacho de secretario general del PSE, en 2005, a las representantes del PCTV, conocidas como las nekanes, para pedirles el apoyo a su candidatura como lehendakari. También de desafiar a la Justicia con una entrevista con Arnaldo Otegui tras la sentencia que impedía en 2005 al entonces portavoz de Batasuna hacer política. En lo que a recibir se refiere, López está a la altura de sus predecesores en Ajuria Enea.

EL PRESIDENTE LO VENDE COMO UN SACRIFICIO PERSONAL
Ricardo Costa se venga de Camps y le obliga a presentar su dimisión
F. Quevedo / Ana I. Gracia. El Confidencial 21 Julio 2011

Lo vendió como un “sacrificio personal” por España y por el futuro de Rajoy, pero la razón real que llevó ayer al presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, a presentar su dimisión fue otra muy distinta. Lo cierto es que fue el diputado y ex secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa quien, en última instancia, se vengó de quien fuera su amigo y su mentor político.

Cuando ambos iban a acudir al TSJV para aceptar la inculpación, como se había pactado con Génova la noche del martes, Costa cambió de opinión al no garantizarle una serie de exigencias. De nada sirvieron las presiones del propio Camps, de sus compañeros de partido y de la dirección nacional. Costa se mantuvo firme en su postura y llevó a Camps a la única decisión que no había tomado: dimitir.

Hace año y medio, Ricardo Costa tuvo que dejar la Secretaría General del PPCV en una tumultuosa reunión de la Junta Directiva Regional de su partido en la que, según diría después su entorno, Camps le “vendió” a Génova 13. Además, le castigó con la suspensión temporal de militancia por resistirse. Después de aquello, Costa obtuvo de Camps la promesa de hacerle Conseller en esta legislatura tras las elecciones. Una promesa que nunca se hizo realidad.

Costa aprovechó ayer para recordarle a Camps que no se fiaba de las promesas que le había hecho. Ni siquiera Génova podía ofrecer a Costa las garantías de apoyo y una ayuda laboral tanto para él como para su pareja, como llegó a exigir el ex secretario general del PPCV, quien veía cómo su futuro personal y judicial se complicaba sobremanera para salvar a Camps y, en última instancia, a Mariano Rajoy. Y después de consultarlo nuevamente con su familia, Costa optó por romper el pacto al que había llegado unas horas antes con Trillo.

Una reunión muy tensa
En efecto, el martes por la noche Federico Trillo mantuvo una intensa y tensa reunión –El Confidencial fue testigo en un momento dado de la misma de lo elevado del tono con el que estaba transcurriendo- con Camps, Juan Cotino y a la que se unió en algún momento Ricardo Costa, el más reacio a aceptar la exigencia de Génova. Pero finalmente accedió. Costa y Camps iban a acudir al TSJV a declarar su culpabilidad. Todo estaba preparado y en el Tribunal tenían las puertas abiertas a la espera del coche oficial del presidente.

Pero Costa no quería ser el ‘cabeza de turco’ del caso 'de los trajes'. A última hora de la mañana, llamó a Francisco Camps para confirmarle que finalmente no acudiría al Tribunal Superior de Justicia para autoinculparse. Unas palabras que hundieron "moral y anímicamente" al presidente, según fuentes del PPCV. Desde Génova se pusieron en contacto con Costa tanto Federico Trillo como María Dolores de Cospedal, pero no tuvieron nada que hacer. Fue entonces cuando la propia Dirección Nacional del PP emplazó a Camps a la única alternativa posible: dimitir.

El presidente valenciano no quiso reconocer que había sido la ‘marcha atrás’ de Ricardo Costa la única cuestión que le había obligado a cambiar de opinión, y se agarró a la explicación que podía convenirle: la del sacrificio personal y la convicción en su inocencia. Una inocencia que él mismo estaba dispuesto a ‘vender’ por la mañana a cambio de que su imagen sentado en el banquillo no empaña la campaña electoral de Mariano Rajoy. Ya no lo va a hacer, aunque se siente.

Ciudadano Camps
El ciudadano Camps tiene derecho a su presunción de inocencia pero el presidente de la Generalitat no se lo puede permitir
IGNACIO CAMACHO ABC 21 Julio 2011

PARA seguir siendo un ciudadano honorable, al menos hasta que los jueces emitan sentencia, Francisco Camps no tenía más remedio que dejar de ser el Muy Honorable presidente de la Generalitat valenciana. Por la dignidad del cargo, por ejemplaridad moral y por respeto a los ciudadanos que lo eligen, el representante del Estado en una comunidad autónoma no se puede sentar en un banquillo sea cual sea la acusación que se le impute. Como si se tratase de una multa de tráfico. En el caso de Camps confluyen además los principios de regeneración ética de su partido y los intereses políticos de su líder, que le ha venido manteniendo su apoyo más allá de los límites de lo razonable. Como el propio Rajoy le ha hecho ver con la desagradable dureza de quien se siente desafiado, había llegado en su irreal galopada autodefensiva a un punto sin retorno en que la única elección posible basculaba entre la dimisión y la deshonra. Asumir la responsabilidad política o aceptar la responsabilidad penal.

En este desgraciado asunto de los trajes el presidente valenciano ha sufrido un escrutinio atroz y desproporcionado pero también ha cometido importantes errores encadenados, desde relacionarse más de la cuenta con tipos poco recomendables a sostener con demasiada firmeza una versión que tal vez no pueda probar. El más grave de todos, sin embargo, fue su insistencia en repetir candidatura confiado en que la mayoría absoluta acabaría volviéndose absolutoria. Eso era un doble desafío, a su partido y a los tribunales. Quizá incluso a la suerte; en todo caso estaba vinculando de forma temeraria su peripecia judicial a su posición institucional. Consumada la reelección y confirmada la imputación no le quedaba más salida que la renuncia; el ciudadano Camps tiene derecho a defender hasta el final su presunción de inocencia pero el presidente de la Generalitat no se lo puede permitir.

En esta España donde hay gente que roba sin consecuencias desde terrenos públicos hasta bancos, donde los policías ayudan a escaparse a los terroristas y donde los asesinos en serie eluden sus condenas entre resquicios legales, puede parecer un exagerado despropósito que un político demasiado coqueto tenga que abandonar por hacerse el longuis cuando le regalaban los trajes. Sin embargo no se trata de una cuestión de escalas morales sino de modelos de conducta. En materia de respeto a la ley todo ejemplo es poco y quienes aspiran a hacer valer un sentido diferente de la responsabilidad pública están obligados a demostrarlo incluso en las circunstancias más nimias. En ese sentido, el presidente de Valencia aún no es culpable de nada salvo de haber entendido tarde y a la fuerza la delicadeza de su rango representativo. Llevado de la soberbia se ha dejado malaconsejar y se ha metido a sí mismo en un embrollo que tal vez no merecía. El costoso precio que paga por ello es el símbolo del alto valor de la virtud democrática.

Bildu politizará el Festival de Cine de San Sebastián
Afirman que no es necesaria la presencia de estrellas internacionales
PEPE GIMÉNEZ www.lavozlibre.com 21 Julio 2011

Madrid.- El gran cineasta de los años sesenta, Jean-Luc Godard, afirmaba que “lo único que se necesita para hacer una película es una chica y una pistola”. Parece que los nuevos dirigentes de Bildu, que son los encargados de organizar el Festival de cine de San Sebastián, no están del todo de acuerdo con Godard. Para Bildu “lo único que se necesita para hacer una película es una chica que hable vascuence y una pistola”.

Y es que Bildu ha tomado la decisión de “euskaldunizar” el certamen. Afirman que la presencia de estrellas internacionales no es requisito imprescindible. Esa decisión ha provocado la ira de la oposición incluído el PNV. la Delegada de Cultura y Euskera, Nerea Txapartegi, ha dicho que “no es necesario que estrellas internacionales de cine vengan al festival porque ya tenemos en Euskadi estrellas”. A lo que Ramón Gómez (PP) le ha contestado que “el Festival es una ventana al mundo y la proyección se logra con la visita de grandes estrellas . Quieren convertir un certamen internacional de enorme prestigio en un festival de pueblo. Sólo hablan de construcción nacional, de más euskera y más cultura vasca. Es lo único que les preocupa".

La futura capital cultural europea ha cambiado ya algunas cosas desde que la gobierna Bildu. Una de las primeras decisiones del ayuntamiento es la modificación de algunos conciertos previstos para la Semana Grande de San Sebastián. Las interpretaciones de Melocos y La Mala Rodríguez han sido sustituidas por las actuaciones de SuTaGar y Berri Txarrak para "reforzar la presencia de la cultura vasca". A este respecto, Gorka Maneiro (UPyD), ha acusado al Gobierno municipal de San Sebastián de pretender "la limpieza ideológica de todo lo que no esté relacionado con el euskera y con su mundo".

http://www.libertadidioma.com/20110721.htm

No hay comentarios: