lunes, agosto 30, 2010

Francisco Rubiales, El indigno agosto español de 2010

El indigno agosto español de 2010

Francisco Rubiales Periodista Digital 30 Agosto 2010

Los españoles han demostrado, durante el verano de 2010, que son capaces de soportar cobardemente un gobierno indigno y poco ético, que conduce a su país hacia el fracaso colectivo y la ruina de la democracia.

Los abusos e irregularidades perpetrados por el gobierno español durante el verano de 2010 demuestran tanto el carácter ineficiente y antidemocrático del gobierno de Zapatero como la cobardía del pueblo español, que soporta abusos, arbitrariedades e indecencias sin emitir protesta alguna.

El balance de suciedades, trapicheos, abusos e irregularidades del gobierno Zapatero, durante el verano de 2010, ha sido sobrecogedor y humillante:

- Cobardía, pasividad y silencio cómplice en el tratamiento de la crisis de Melilla, donde la soberanía de la ciudad ha sido pisoteada por un grupo de activistas que gozaba del pleno apoyo del gobierno de Marruecos. La crisis, finalmente, quedó cerrada tras una humillación más del gobierno, que incrementó una vez más la "cooperación" (término que oculta entrega de dinero) con Marruecos..

- Opacidad y sometimiento al terrorismo en la solución del secuestro de los dos cooperantes catalanes por Al Queda en el Magreb, a la que se entregó dinero a cambio de los rehenes.

- Agresión abierta a la Constitución al intentar reformar el sistema judicial español, sin otro fin que satisfacer las aspiraciones del nacionalismo catalán, burlando así la reciente sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Statut, que prohibe a Cataluña crear un sistema judicial propio.

- Nueva amenaza de subida de impuestos y debate trucado sobre ese tema con declaraciones contradictorias de los ministros de Fomento y Economía y Hacienda.

- Los premios y las compensaciones económicas para los guardias civiles que pongan más multas en las carreteras españolas ponen al descubierto el desmedido y anticonstitucional afán recaudatorio de un gobierno que no sabe afrontar la austeridad y que, para seguir gastando como caprichosos nuevos ricos, mete ya descaradamente la mano en el bolsillo de los españoles.

- Maniobras oscuras y negociaciones secretas para sacar adelante los próximos Presupuestos Generales del Estado, que obligarán al Ejecutivo socisalista a aceptar exigencia extremas -casi cualquier chantaje- de los voraces nacionalistas vascos. Esa actividad es claramente antidemocrática y anticonstitucional porque vulnera el principio de igualdad y porque paga con dinero público los votos que necesita personalmente Zapatero para seguir en el poder.

- Vergonzoso intento de Zapatero por imponer a Trinidad Jiménez como candidata socialista por Madrid y, ante la negativa de Tomás Gómez a aceptar ese abuso, despliegue de una intensa campaña mediática para convertir las primarias madrileñas en un debate nacional, ocultando así la triste realidad de una España de opereta, que se arruina y se hunde víctima del mal gobierno y de los abusos de la casta política en el poder.

- Cobardía en estado puro al no asistir Zapatero al funeral de Estado por los dos guardias civiles asesinados en Afganistán, únicamente por miedo a recibir los ya habituales pitidos y abucheos. Como presidente de un gobierno democrático, tiene incluido en su sueldo recibir pitos y abucheos cuando los ciudadanos creen que los merece.

Los errores, abusos, irregularidades y deslices del gobierno han sido demasiados este verano desgraciado de 2010, en el que la mal gobernada España se ha hundido un poco más en el fracaso y el desastre. Hay uno que duele de manera especial a la gente honrada de este país: la persecución y castigo (hasta con multas de un millón de euros) a los comerciantes y empresarios que utilicen el ideioma español en la Cataluña socialista, un desmán que Zapatero no sólo tolera sino que apoya personalmente.

Cuando la oposición solicitó la presencia del ministro Moratinos ante la Diputación Permanente del Congreso para que diera explicaciones sobre la crisis provocada por Marruecos en la frontera de este país con Melilla, el Grupo Socialista dijo que no había razón para tal comparecencia; que no había tal crisis, ni siquiera atisbo de conflicto bilateral, negando la evidencia, como si las agresiones e insultos contra nuestros (particularmente, nuestras) agentes en frontera no hubieran existido, cerrando los ojos ante los cinco comunicados del gobierno de Marruecos acusando a nuestra policía de vulnerar los Derechos Humanos, ignorando el boicot orquestado por el gobierno marroquí a la entrada de alimentos, los carteles en tierra de nadie insultantes contra la policía y contra la soberanía nacional. Nada de eso ha sido una crisis ni un problema. Al parecer, según los socialistas, el Rey de España llamó el 12 de agosto al rey de Marruecos porque se aburría; Rubalcaba se desplazó a Rabat, a entrevistarse con su homólogo, porque quería ir de compras y la guardia civil española y los gendarmes marroquíes han dejado de patrullar conjuntamente porque defienden a clubes de fútbol distintos. Más mentiras y más ignominia serían imposibles.

Pero de todas las tropelías y abusos cometidos, el peor de todos es, sin duda, que el Gobierno de una Nación conspire contra la misma ciudadanía española para vulnerar su Constitución, para conculcar lo que el Tribunal Constitucional y en ese caso por 8 votos a 2 ha dictaminado como fehacientemente contrario a nuestra ley de leyes. El intento de Zapatero de otorgar a Cataluña un poder judicial propio no sólo vulnera la Constitución española, sino que también viola las mas elementales reglas de la democracia, que exigen la existencia de unos poderes básicos del Estado independientes y libres del dominio gubernamental, sobre todo la Justicia, sin la cual la democracia se convierte en una dictadura legalizada en las urnas, como ya casi es la España irregular y abusiva de Zapatero.

¿Cómo puede Zapatero estar cometiendo tropelías semejantes y cómo los socialistas se la consienten? Esa es la gran pregunta después de este vergonzoso y cálido verano de 2010, verano de la vergüenza de una ciudadanía española cobarde, sometida e incapaz de defender sus derechos, sus conquistas, su legalidad y su democracia.

Voto en Blanco

http://www.libertadidioma.com/20100830.htm

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