viernes, julio 23, 2010

Felix Arbolí, En el nombre del Dios, unico y misericordioso

viernes 23 de julio de 2010

En el nombre del Dios, único y misericordioso

Félix Arbolí

O H Alá, el misericordioso y justo, infunde en tus fieles la tolerancia, la paz, el amor y la misericordia, para que cumplan tus normas sagradas sin necesidad de lastimar y ofender al creyente que utilice otro nombre para invocarte como único y verdadero Dios!”

Esta improvisada y sentida oración me ha salido del alma y en igual sentido he invocado a Cristo, para que nadie utilice el nombre de Dios, todo amor y bondad, para justificar y llevar a cabo sus mezquindades y crueldades, persiguiendo y exterminando al prójimo que cree en el mismo y único Dios, aunque lo llame de otra forma. El cristiano tiene como norma y mandamiento el “amor al prójimo” y el no “utilizar el nombre de Dios en vano”. Mucho menos para justificar ofensas, torturas e incluso muertes. Pero aceptar y cumplir estos mandatos divinos, que me figuro serán unánimes en cualquier religión que se base en el amor, la generosidad y la misericordia, no quiere significar que permanezcamos insensibles y conformes con los actos ofensivos y sacrílegos que estamos soportando. Tampoco que la caridad cristiana que nos indica que debemos atender y amar al prójimo, dar de comer al hambriento, vestir al desnudo y dar posada al que carece de alojamiento, no quiere decir que hemos de consentir que ese inmigrante o peregrino, ese forastero que nos necesitó y al que hemos cuidado y auxiliado, basándonos en nuestra fe y en los sentimientos humanitarios, nos obligue a renunciar a nuestras creencias, eliminar nuestros símbolos religiosos de lugares público, alterar nuestras tradiciones y modificar nuestras costumbres por sus exigencias e intolerancias, por las buena o a base de bravatas. Ni mucho menos que tengamos que aceptar las suyas en nuestra habitual manera de creer, rezar y vivir, siendo amenazados si no nos sometemos a sus dictados. Esto no figura en ningún tipo de religión, ni es admisible en cualquier sociedad que se ve invadida “pacíficamente” por fanáticos e intolerantes.

A este respecto, cito literal, aunque no en su totalidad, para no hacer excesiva su lectura, la carta de un Imán marroquí a sus fieles residentes en España. “Hukfha al Hirahz”. Que en traducción más o menos ortodoxa dice que quiere decir “Debilitando a España. “España es el país más débil de la Unión Europea; los españoles son muy dados a la holgazanería y se entregan a todos los vicios con prontitud”.(¡A lo que hemos llegado, los moros tratándonos de holgazanes y viciosos!). El Imán, prosigue: “ La juventud española actual, ya sean hombres o mujeres, son débiles ante la droga y la fornicación. Sus mujeres se entregan con facilidad y ellos son adictos a toda clase de vicios…” Ya ni siquiera sienten amores patrióticos porque hasta sus militares lo han de reclutar en otros países. Ante este panorama tan propicio para nuestros fines, es aconsejable insistir en su debilitamiento bien con la droga que consumen con facilidad o asimismo con otros vicios denigrantes. Hemos de penetrar en esa sociedad caduca, estéril y viciosa, pero sin contaminarnos. Nuestros jóvenes no han de caer en la tentación, del hambre española fornicadora”.

“Nuestros jóvenes que llegan a España han de fortalecerse todavía más ante la flaqueza moral y corporal de los españoles y sentir orgullo de ser superiores. Nuestro control ha de ser preciso e insistente para que no
caduquen. La enfermedad de todo tipo moral que tiene sumida a esa sociedad débil española es campo propicio a nuestros intereses. Una vez España en nuestras manos la penetración a Europa será más fácil. España no es ni más ni menos para nosotros que la puerta que se nos abrirá con facilidad. Esta es nuestra labor y a ella nos entregaremos con todas las fuerzas de nuestro espíritu. ¡Adelante hermanos!”. “Los que ya están dentro y trabajando que perseveren por el bien de nuestra lucha y los que van llegando que insistan en la labor realizada y que se refuercen y prolonguen”. (Hacen falta más pateras de musulmanes para llevar a buen término las aspiraciones del Imán y ya saben lo que les espera a nuestros hijos y nietos hincarse de rodillas y todos mirando a la Meca”.

La lectura de esta carta no me ha sorprendido lo más mínimo. Son tantas las pruebas dadas por este colectivo que ya no cabe la menor duda saber cuales son sus intenciones y por qué razón llegan hasta nuestras costas, con esas caras tristes e infelices hasta que la Guardia Civil y Cruz Roja, en reñida competencia con la labor de las ONG, se hacen cargo de ellos y los sitúa en los sitios adecuados para su proselitismo e intolerancia. Sobre todos los que proceden del país vecino, que vienen con las del “beri”, como dicen en mi tierra, (que intentan hacer suya), dispuestos a armarla, a convertirnos a su fe, a regenerarnos y hasta hacernos más moros que ellos mismos. Y somos tan imbéciles que les damos cobijo, les instalamos en nuestras casas, les ofrecemos colegios y mezquitas y le permitimos que desaparezcan nuestros símbolos y tradiciones porque a los señores musulmanes no les agradan y les ofenden en su sensibilidad. La misma de la que adolecen para no echarle en cara a sus reyezuelos y gobernantes que vivan a todo lujo mientras ellos pasan hambre y malviven en condiciones infrahumanas. Debe ser ésa la voluntad de Alá, que los ciudadanos creyentes paguen los ilimitados lujos de sus jerarcas religiosos y políticos, porque ni protestan, ni se rebelan. Pero nosotros si tenemos que aceptar sus burkas, velos y pañuelos para que puedan refregarnos que son musulmanes y según la carta expuesta, superiores a nosotros en todos los conceptos. Serán muy “superiores”, pero los estamos manteniendo y asistiendo a pesar de nuestra debilidad y flaqueza y están comiendo gracias a nosotros, incluso su mismo y retorcido Imán. La culpa de todo este incomprensible proceder sin que nadie les “ponga las pilas”, la tienen como siempre y en este caso demostrado ampliamente, nuestros políticos y de manera especial los que nos gobiernan que son los que les consienten y no les dan el cante de una puñetera vez, a pesar de sus continuas provocaciones y demostradas malas intenciones.

. Estos intolerantes fanáticos se lo agradecerán escondiendo bajo un “burka” o tapándoles las caras con el famoso velo a las hijas góticas del presidente, porque está ampliamente demostrado que el agradecimiento no es una de sus virtudes. No conozco ningún caso que desmienta mi teoría. Todos conocemos la gran amistad del presidente Felipe González con el rey marroquí y hasta la residencia de lujo que posee junto a la de la familia real y otros jerarcas de su órbita y creencia. ¿Tanto deben los socialistas españoles a los vecinos marroquíes?.. ¡Mala cosa y gato encerrado!

Corre una historia en la que se cuenta que estando en un parque público infantil una madre española con su hijo, no podía subirlo al columpio porque lo estaba utilizando un niño marroquí con su “velada” mamá. Al cabo de media hora y como el chavalín lloraba por subir y el “morito” continuaba columpiándose, la señora le indicó a la mamá mora que dejara que lo utilizara un poco su pequeño. Fue como la que oye una maldición. La mora se
ofendió al máximo y le contestó que su niño no se bajaba hasta que se cansara y que se aguantara. Cuando la madre española le indicó que el columpio era para disfrute de todos los críos y no se podía acaparar por uno sólo y advertir la marroquí que se acercaban otras madres con sus hijos para utilizar el columpio, bajó a su hijo y toda enojada se lo llevó, mientras amenazaba. “Nosotras hemos llegado en pateras, pero a vosotras las vamos a echar y vais a tener que iros nadando”. Una advertencia contundente como para no tenerla muy en cuenta y que debe ser un sentimiento generalizado entre todo ese colectivo, ya que han fundado incluso su propio partido político, -“para regenerar y convertir a la sociedad española”, como reza en su programa-. Lo que no han hecho otros inmigrantes con los que nos sentimos más afines y solidarios lo hacen los que nos consideran enemigos y presas fáciles de convertir y dominar. Y vuelvo a insistir, ningún político protesta ante esta alarmante manera de invadirnos e islamizarnos. Todo lo contrario y lean la siguiente noticia.

La Junta de Andalucía, según publica el periódico “Málaga hoy”, ha dispuesto la nada despreciable suma de dos mil quinientos millones de euros para implantar el árabe como segunda lengua en institutos, estudios de la ESO y algunas academias oficiales de idiomas. Es decir, que en lugar de ser ellos los que se integran en nuestra lengua, costumbres y maneras de vivir, somos nosotros los que nos sometemos al aprendizaje y estudio de una lengua que no nos sirva para nada, ni figura entre las más usuales para entenderse con los demás países, ni guarda relación alguna con nuestra habitual manera de conversar. En realidad, ni puñetera falta que nos hace. Zapatero decía ufano y a los cuatro vientos que con el cinco por ciento que ha “ exprimido” a los ya de por si ampliamente sacrificados funcionarios y pensionistas, iba a conseguir un ahorro de mil cuatrocientos millones de euros, con los que ayudar a atajar nuestro déficit. La realidad nos demuestra una vez más, el engaño y la falacia de este gobernante y sus adlátere, ya que en el aprendizaje de una lengua que a nadie interesa, yo creo que ni a los propios inmigrantes que se ven superados por cuarenta millones que hablan otra distinta a la suya y con los que han de convivir, se gastan no sólo ese ahorro gubernamental a costa de los sacrificios y tan severas medidas ahorrativas a nuestros ridículos sueldos, sino mil millones más, para que nuestros “hermanos” del país vecino, que no ha brillando nunca por su amistad hacia nosotros, nos hagan estudiar y hablar su rara lengua. En mala hora se nos ocurrió acogerlos en nuestras costas y fronteras, teniéndolos que atender en sus necesidades asistenciales y sociales, proporcionarles un trabajo, escuela para sus hijos, el beneficio de nuestra seguridad social y toda una serie de medidas y privilegios que sus gobernantes son incapaces de proporcionarles, aunque vivan en palacios, naden en millones y figuren entre las más importantes fortunas del mundo. ¿Qué fundamento puede tener esa Junta de Andalucía para disponer de una cantidad tan exorbitante de dinero público, en periodo de crisis y aumento de descuentos, para que se estudie y aprenda una lengua por la que no sentimos la más mínima curiosidad e interés?. Dicen que es para integrar a los musulmanes en nuestra cultura. ¿Será todo lo contrario, digo yo?. Ya que para integrarse en la cultura, lengua y costumbres del país que les ha recogido de sus pateras y les atiende, serían ellos los que deberían estudiar y aprender nuestra lengua y no a la inversa. ¿Qué quiere el presidente de esa Comunidad que es la mía, aunque no la reconozca, que todos nos hagamos islamistas y olvidemos que somos españoles?. Pues que lo haga él y su familia, que adopten los cargos de esa Junta a sus “hermanos” musulmanes y les acojan en sus casas y les den de comer a costa de sus elevadísimos ingresos, pero que no sacrifiquen más al ciudadano y menos para que mi Andalucía, que ellos tienen en su punto de mira y deseo, se convierta en una parcela de Marruecos. Eso en mi tierra se llama traicionar a los suyos con premeditación y alevosía: ¿ Y Zapatero el de las mercedes no dice nada al respecto?. ¿Es que no hay una sola voz política que se alce ante el Congreso y la prensa y denuncie estas barbaridades, abusos e incompetencias?. Yo desde luego lo digo sin reparos, de mi sueldo no me gusta nada que utilicen un solo céntimo para el aprendizaje y estudio del árabe, a los que voy a terminar odiando y conste que no me agrada sentir este sentimiento hacia nadie.

El musulmán se cree en posesión de la verdad y que Alá, su misericordioso Dios, es el único Creados y Ser Supremo. Hasta ahí nada que oponer, cada uno es muy libre de sentir su fe y practicarla y considerar que su doctrina es la única y verdadera. Pero de ahí a implantarla por las buenas o a las bravas en todos los países que les han abierto generosamente sus puertas para ofrecerles lo que no han recibido en sus lugares de origen, va un abismo. Ellos se ufanan en proclamar que vienen y continúan llegando y pariendo como conejas, para regenerar y convertir a la sociedad española a su religión y a sus costumbres. Tenemos un refrán castellano que nos dice “Cría cuervos y te sacarán los ojos”. Creo que en este caso es totalmente acertado.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5779

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