martes, marzo 30, 2010

Pio Moa, Algo sobre Gibraltar

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Algo sobre Gibraltar

30 de Marzo de 2010 - 09:14:11 - Pío Moa

“El embajador británico (…) se había hecho la ilusión de que, con buenas palabras, lograría el primordial objetivo de levantar el bloqueo de Gibraltar. Pensaba que, para afirmar su personalidad, los ministros suelen propugnar lo contrario que sus predecesores. Efectivamente, Castiella había hecho del Peñón su polo magnético, lo que le había llevado a descuidar otros frentes. El cambio de López Bravo, como desde el primer día declaró a la prensa, fue reducir la cuestión gibraltareña a uno de los puntos cardinales de nuestra política exterior; pero mantuvo íntegramente el bloqueo, a pesar de las tentaciones fáusticas con que le asediaba el lobby británico en Madrid. “Abra usted la verja –venían a decirle—y le daremos patente de liberal en el mundo”. Atacaban su único punto débil; pero resistió, y el ministerio entero estaba con él en la línea firme. Cuando en 1972 visité oficialmente Londres, invitado por mi colega lord John Peyton, quise verme Home, que ocupaba el Ministerio de Asuntos Exteriores. Sólo me habló de Gibraltar: no podía creer que lo que llamaba “la joven generación europea” recién llegada al poder en España no estuviera dispuesta a cambiar de rumbo y a congraciarse con Gran Bretaña. Era, en otros términos, el mismo argumento que los suyos esgrimían en Madrid. Le respondí: “Todos es posible si el Reino Unido renuncia a la soberanía sobre su última colonia en el continente europeo; d otro modo nada cambiará en Gibraltar”. Torció el gesto. Comprendí perfectamente que Londres quisiera convertir, otra vez, en pingüe negocio y en consentido enclave lo que el bloqueo había transformado en una pesadilla; pero el interés de España era exactamente el contrario. Durante el mandato de López Bravo no se cedió ni un ápice en Gibraltar. La entrega la iniciaría, después de la muerte de Franco, un diplomático que, con docilidad rayana en el servilismo, había sido secretario de Castiella (…) La rendición la consumó el marxista Fernando Morán. Por cierto que la última línea de la dialéctica del lobby británico en Madrid era: “Cuando se restaure la monarquía parlamentaria devolveremos Gibraltar”; y había españoles que decían creérselo para justificar su entreguismo”.

Ante el interés useño en la entrada de España en la OTAN, nunca necesaria para España, es evidente que esta pudo presionar, a cambio, con la devolución de Gibraltar. Pero, dadas las veleidades y bandazos de la política exterior española después de Franco, es evidente que para Usa el control del vital estrecho de Gibraltar está mucho más seguro en manos británicas. Fernando Morán merece pasar a la historia como un verdadero traidor a España. Oficio en el que está ampliamente acompañado.

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****Una lección de Eichmann en Jerusalén, de Hannah Arendt, y de otras obras: desde 1933, qué pocos alemanes se atrevieron a denominar al nazismo por su verdadero nombre, como ideología criminal, y a sus jefes como criminales. También en esto había una “corrección política”. Casi nadie, en España, se atreve a llamar a la “negociación” o “diálogo” con los asesinos terroristas por su verdadero nombre: colaboración por parte de un gobierno delincuente. La perversión generalizada de la sociedad empieza por la perversión del lenguaje. En la Alemania de entonces era muy arriesgado hablar claro. En la España de hoy todavía es poco arriesgado, pero el miedo a hablar claro es casi igual de grande.

****Nota interesante: quien está actualmente a cargo del Patrimonio Nacional, y por tanto de las asechanzas contra el Valle de los Caídos, en dependencia directa de la vicevogue, es Yago Pico de Coaña, un diplomático que influyó mucho sobre el gobierno Pastrana, en Colombia, para que cediera parte del territorio colombiano a los narcoterroristas de las FARC. En otras palabras, es un simpatizante o colaborador del terrorismo, tal como el gobierno que sufre hoy España.

****Santiago Carrillo, en defensa de Zapatero: "No creo que sea tan mal presidente". “No está mal, no está mal. Aun le queda un poco para llegar a Paracuellos, pero va por el buen camino”, debió de decir para sus adentros.

http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/algo-sobre-gibraltar-5811/

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