miércoles, febrero 24, 2010

Demostracion sindical

Editorial
Demostración sindical
21:26 | 23 de febrero, 2010

A pesar de ser el primer presidente del Banco de España con carné socialista, Miguel Ángel Fernández Ordóñez no ha tenido más remedio que reconocer la urgente necesidad de una reforma laboral.

Un paripé de manifestación

A pesar de ser el primer presidente del Banco de España con carné socialista, Miguel Ángel Fernández Ordóñez no ha tenido más remedio que reconocer la urgente necesidad de una reforma laboral. Guardián del realismo más que de la ortodoxia, ha hecho de Pepito Grillo, con una apelación a la cordura. En el mismo sentido se expresaba Alan D. Solomont, el embajador de Obama en Madrid, y de esta forma los dos unían su voz al coro nacional y europeo que invita al Gobierno a hacer las reformas necesarias para huir del fantasma griego.

Contra este clamor de expertos y de aliados, contra la lluvia y contra el sentido común, los sindicatos se manifestaban ayer, pero no para protestar por los casi cinco millones de parados, sino para oponerse a cualquier reforma, ya sea laboral o de pensiones. No es extraño, CC OO y UGT se han convertido en las instituciones más inmovilistas del Estado, un búnker del régimen de prebendas y subvenciones, las grandes fincas donde se recolecta y se cautiva el voto socialista. Es la segunda vez que los sindicatos salen a la calle en esta legislatura, siempre evitando enfrentarse a un Gobierno tan generoso para con ellos que, incluso, sigue regalándoles patrimonio nacional amparándose en el expolio franquista.

En la primera ocasión se manifestaron contra los empresarios, tratando de resucitar en el siglo XXI la lucha de clases, eso sí, con los billetes de tren pagados y hasta unos euros de dieta del régimen. Ahora les cuesta más encontrar otro enemigo no gubernamental, y en la manifestación-masaje de ayer se veía al sindicalista de base más desconcertado que de costumbre, porque no tiene a quién dedicarle hirientes pareados, porque Zapatero preside España y la UE, y como dijo ayer “les escucha” y no es “de decretazos” (en una vergonzosa exhibición de vaselina y complicidad); porque su amigo Obama manda en el otro lado del charco, y el compañero MAFO está al frente del Banco de España, y el marxista Roures y el cebrianista Cebrián manejan la mayoría de las televisiones, bien por accionariado o vendiendo contenidos...

El obsceno privilegio del que gozan los sindicatos ligados al poder es la reforma pendiente de la democracia. Gigantescos y anacrónicos, UGT y CC OO son unos monstruos incontrolables que devoran una parte del presupuesto y que gozan de un descrédito mayoritario entre los trabajadores. Hasta otros sindicatos independientes, como USO, han denunciado la antidemocrática situación, en el que los dos grandes se han convertido en un poder casi mafioso. Democracia es transparencia, y no hay nada más opaco que las cuentas de estos señores.

Nadie les fiscaliza a ellos, y resulta imposible cuantificar el chorro de millones que reciben, porque lo canalizan a través de auténtica ingeniería financiera, una parte de la cual se pudo ver ayer en el reportaje de LA GACETA, en el que se advertía que Comisiones Obreras y UGT gestionan los fondos privados de pensiones a través de una consultora que preside Toxo. Además, se financian directamente de los presupuestos generales, de los diferentes programas ministeriales, de las distintas administraciones –que suelen comprar la paz social a golpe de talonario, como si fuera protección–; por último, cobran también de sus afiliados. El día que alguien sea capaz de sumar todo esto a lo mejor resulta que no hace falta una reforma laboral, que basta con que los sindicatos dejen de esquilmar a los trabajadores a través de los impuestos.

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/demostracion-sindical

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