viernes, junio 05, 2009

Felix Arbolí, Yo no pienso votar ¿y usted?

viernes 5 de junio de 2009
Yo no pienso votar, ¿y usted?

Félix Arbolí

N OS tienen hasta la coronilla, por no escribir groserías, sobre las elecciones europeas. Más que elegir un representante en las instituciones continentales, parece que se trata de una carrera contra reloj a ver quién es el que dice mayores tonterías, lanza más exabruptos y critica con más saña a su adversario. Al final, todo se reduce a una campaña disparatada, difamatoria y mezquina intentando machacar al adversario hasta en sus asuntos más personales si ello conduce a dejarlo en ridículo y en no muy buena posición ante la opinión pública, o lo que es igual, ante los posibles electores. Los que tienen en su mano y en su decisión o voto que ese individuo goce de un sueldo, unos privilegios y unas bagatelas que a cualquier hijo de vecino le serviría para mantener a su familia libre de angustias el resto de sus vidas. Porque son ellos, los que se presentan y a los que representan los únicos que ganan en esta partida de ajedrez contra los fanáticos e idiotizados. Para ellos la palabra crisis les suena a lamentos de plebeyos sin fortuna; esos individuos a los que sólo se deben tener en cuenta a la hora de pedirles su necesario voto y una vez conseguido, que los guarda espaldas y fuerzas especiales los mantengan lo más alejados posible. La crisis es para estos señores inmunes a la justicia y proclives al abuso y a la corrupción, una situación que mientras existan elecciones para tal o cual cosa ellos no sufrirán ni conocerán.

Mientras brillen sus apellidos, se tengan en cuenta sus méritos carcelarios de pasadas épocas y se cuente con amigos bien instalados, ellos serán los pilares fundamentales de nuestra Democracia y el paradigma de toda opción política. Sus méritos personales no cuentan, cualquiera puede llegar a ser ministro o ministra, sin tener la suficiente preparación para tan responsable cargo. Hay ejemplos bien conocidos. Hay un dicho ya centenario que dice que “quien no tiene padrino no se bautiza”, y en esta España laica y anticlerical que estamos viviendo han desaparecido los bautizos religiosos, pero han usurpado su puesto los llamados “civiles” o “laicos”, que no sé porque le anteponen lo de bautizo si éste es una ceremonia asociada desde la lejanía de los tiempos a un rito religioso. Parece que se empeñan en usar los nombres de aquellas intimidades y sentimientos religiosos que quieren ver desaparecer de nuestras vidas, dándoles el mismo nombre a un acto totalmente contrario a los principios cristianos. Su objetivo es claro: eliminar de nuestro entorno y nuestras costumbres todo simbolismo sagrado. Así llaman “matrimonio” a la unión de personas del mismo sexo, bautismo civil a una pantomima cuya utilidad y razón de ser ignoro y hasta quieren implantar “primeras comuniones”, también civiles, donde no se que recibirán esos críos y crías, porque Dios estará totalmente ausente en esa celebración. Si es por los regalos, no deberían tener tan manifiesta falta de imaginación y podrían llamarlo y celebrarlo bajo cualquier pretexto, sin ofender la sensibilidad del ciudadano que siente respeto por lo que para ellos es sacrílega mofa. La razón de esta lucha sin cuartel contra todo lo sagrado que estamos viviendo con un aumento alarmante y progresivo, tiene un fin meditado y concreto: desconcertar al creyente, ayudar al tibio de fe a perderla por completo y a influir con sus doctrinas y consignas en unas mentes que han procurado dejar en blanco y aptas para el engaño de tanto acostumbrarlas a oír sandeces. .

Hoy todo es fruto de la falsedad, el cinismo y la hipocresía más descarada.¿ Han oído en las proclamas de nuestros candidatos a ocupar el sillón de oro europeo, y no es un eufemismo, hablar de programas efectivos y creíbles sobre la crisis y el paro tan angustiosos que padece el ciudadano, o críticas y remedios fulminantes ante la tremenda corrupción política imperante sin excepción y el enunciado de medidas apropiadas para defender nuestros derechos en Europa para que dejemos de ser el culo de los 27 y me quedo corto?. Nada de eso parece que interesa a nuestros candidatos. Sólo una cascada de insultos, críticas y descalificaciones de toda índole hacia el opositor, como si esa lucha de patio de vecinos fuera lo único que debe interesarle al votante. Hemos llegado a un extremo insostenible y es el momento oportuno de actualizar la Carta Magna y hacer los cambios convenientes para que nuestros derechos, principios, dignidad y bienestar sean declaradas materias de primera necesidad para el gobierno y el Estado, cuya eficacia parece un poco dormida bajo el peso de una corona que ha debido acumular bastante polvo con el tiempo.

Yo les adelanto sin la menor vacilación que no voy a votar. No me interesa ninguno de los partidos que quieren vivir la “cuca mona” a mi costa y no se dignan descubrir sus intenciones. . Me parece un personaje más idóneo a mi forma de ser el señor Mayor Oreja, pero votarle significa darle mi confianza a la camarilla que le acompaña y hay algunos nombres que no son de mi agrado. Es el inconveniente de las listas cerradas y el no votar a las personas separadamente, como ocurre en las elecciones al Senado. Mientras que exista este tipo de elecciones me abstendré o votaré en blanco, a menos que venga ese político aún inédito que nos haga sentir otra vez la pasión política y la seguridad de que con él España volverá a amanecer. Es un privilegio de los pocos que aún nos quedan a los ciudadanos: votar o quedarte en el sillón cómodamente instalado. Y creo y me figuro que no voy a ser el único de estas llamadas elecciones.

Por mucho que lo he intentado no he visto programa político, económico o idealista que me conmueva. Todos han caído en el mismo error: desprestigiar al adversario y no tener la agudeza y el saber de exponer un aliciente, una aspiración y un programa que haga sentirse estimulado al ciudadano. Los lecheros siguen clamando furiosos contra la ruina que tienen encima, ante la competencia que han de soportar con la leche foránea que le copa los mercados y le hace tirar su mercancía y sacrificar su ganado para no continuar perdiendo tiempo, esfuerzos y dinero. Seguro que los ganaderos franceses no sufren ese problema y primero dan salida a la suya y luego si hace falta más a la mejor de las que vengan de fuera. El chauvinismo francés jamás desaparecerá y les da un espléndido resultado. Los viñedos y bodegas españoles, una de nuestras más celebradas y prestigiosas riquezas naturales, están siendo cada vez más recortados, limitados y en muchos casos han desaparecido de nuestros campos y ciudades, porque los líderes europeos han querido darle entrada y mayores ventas a los productos de sus respectivos países. En Chiclana, mi tierra, un pueblo de viñedos y bodegas desde tiempos inmemoriales, que en 1972, cuando escribí y publiqué mi primer libro sobre su Historia y vicisitudes contaba con noventa y seis bodegas y una extensa viña que proporcionaba el mosto para las bodegas locales y jerezanas, hoy es un fantasma donde apenas se conservan algunas. Las que aún existen, se utilizan como escenario de bodas, bautizos y otras celebraciones y visitas turísticas programadas para poder subsistir. Ha desaparecido una de las mayores industrias de una Andalucía que se ha dejado engatusar por el turismo y ha perdido su sabor, su tradición y esa fuente natural de riqueza que la hizo mirar al mundo de manera diferente con poderío y altivez. Hoy somos una sucursal de una Europa donde priman alemanes y franceses y también los italianos que no se han dejado engañar tan fácilmente con el fenómeno europeo que, por hora, no nos ha proporcionado más que quebradero de cabeza y humillaciones internacionales. El campo está más hundido y perdido que el “Titanic” y nos hemos quedado sin la reserva y almacén de alimentos que antes teníamos asegurados y ahora tenemos que importar, aunque se traten de productos nuestros que al estar en manos de industrias extranjeras regresan a nuestras tiendas con extrañas etiqueta y precios muy subidos Somos así de gilipoyas y nuestros políticos lo permiten con tal de que les dejen juguetear en ese sillón de Aladino donde el “Genio” les facilita todos sus deseos. “El que venga atrás que arree”.

¿Hay alguna razón para que no hubiésemos hecho igual que el Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Polonia, Hungría, República Checa y un total de once países que no se han sumado a esta maldita moneda, aunque pertenezcan a la Comunidad Europea?. Sólo dieciséis lo hicieron y cómo no, siempre que nos afecta de manera desfavorable, nos apuntamos rápidos. Y a partir de ese instante empezó nuestra ruina, nos llegaron los problemas y nos quedamos sin dinero para atender a nuestras más perentorias necesidades. Y no digamos lo que nos supuso nuestra incorporación a Europa en el terreno industrial, agrícola, lácteo y de las demás riquezas naturales que antes abastecían nuestras necesidades y ahora no servirían ni para mantener dignamente las de un sola región o comunidad. ¿Y quieren que yo les vote?. ¡Váyanse al cuerno!. Yo lo que quiero es volver a recuperar nuestra dignidad como nación, nuestras riquezas naturales sin intervenciones ni normas dictadas fuera de nuestras fronteras y conservar nuestras tradiciones que fueron objetivo de multitudes y reconocimiento unánime universal. Cuando el nombre de España inspiraba respeto y admiración en el mundo e incluso miedo para algún que otro desalmado y vecino y no como hoy que no espantamos ni a un diminuto ratón. Somos y es triste reconocerlo y decirlo el rabo de Europa. Y con “tan alto honor” se conforman nuestros políticos, esos que ahora les piden sonrientes y amables el voto, ya que sueñan con ese paraíso de privilegios que nosotros podremos conseguirles.

Yo siempre me he considerado europeo. Más aún, pertenezco a uno de los países con más historia y prestigio en Europa y resto del mundo, pues cuando nosotros formábamos ya una comunidad con todas las de la ley, muchos de los que hoy intentan regirnos e inmiscuirse descaradamente en nuestros asuntos iban aún envueltos en pieles de animales o eran tribus casi salvajes que asolaban el terreno que pisaban. Es vergonzoso que el representante oficial de un país que forjó la Historia Moderna y Contemporánea de la Humanidad, se avenga a tirarle con humildad de la levita a ese nuevo y ostentoso ricachón que aún lleva parte del cordón umbilical colgando. Por todo ello, está clara y justificada mi abstención al voto.

http://www.vistazoalaprensa.com/contraportada.asp

1 comentario:

JUAN NADIE RED dijo...

PUÉS NADA, PARECE QUE COMO USTED POCOS VOTARON.

Y acá tampoco se atreven a decir nada. je je

Hoy en una oficina de empleo a rebosar de desempelados, he oido que decía una señora a gritos a una funcionaria"me voy si, pero... hija de puta os vais a enterar sociatas de mierda ahora que ha ganado el PP...
y otro de su misma nacionalidad , español , responde casi sin querer... joderr , ayer no vote , y hoy me encuentro con esto...
en fin una anecdota .
SALUDOS DE UN POESIMISTA