domingo, septiembre 07, 2008

ZP iguala en tiempo récord uno de los peores aspectos del felipismo

lunes 8 de septiembre de 2008

ZP iguala en tiempo récord uno de los peores aspectos del felipismo

José Antonio Gundín (Elsemanaldigital.com)

D E cataplasma en cataplasma no se pasará esta crisis que nos azota. Pero teniendo en cuenta que para algunos esto no pasa de una simple desaceleración, se entiende el retroceso que llevamos.

En el reñido concurso para adjudicarse la Frase del Año ha irrumpido con fuerza Pepe Blanco y tiene todas las papeletas para llevarse el primer premio. El mismo día en que Zapatero daba a conocer que el número de parados se había disparado un 25%, hasta llegar a los dos millones y medio, el número dos del PSOE aseguró, con evidentes síntomas de estar sobrio, que "los españoles viven mejor que nunca, aunque alguno tiene algún problema". ¿Se imagina alguien que esta frase la hubieran pronunciado en su día Acebes o Zaplana? ¿En qué mazmorra estarían ahora purgando su desfachatez? Pues bien, aunque parezca asombroso, nadie, absolutamente nadie del mundo sindical se ha dado por aludido.

Mientras los españoles vivimos como nunca gracias a este Gobierno, todos los indicadores económicos nos devuelven al año 1996 y al último Gobierno de Felipe González, del cual era ministro de Economía Pedro Solbes, por cierto. A medida que pasan los meses, la crisis económica se asemeja cada vez más a la vivida hace quince años y de la cual sólo se pudo salir tras la derrota electoral de los socialistas y el primer triunfo del PP.

Es comprensible que el Gobierno trate de restar dramatismo por aquello de que "el pesimismo no crea empleo". Lo preocupante es que eche balones fuera, porque revela su impotencia para hacer frente al desplome con las armas que tiene a su disposición, que no son pocas. No hace falta recibir clases particulares de Economía para entender que los agobios que padecen los hogares españoles tienen, entre sus principales causas, la crisis de confianza financiera originada en Estados Unidos por las llamadas «hipotecas basura». Pero hay más causas, algunas marcadamente domésticas, como el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, a la que el presidente del Gobierno casi nunca alude, tal vez porque dispuso de cuatro años para facilitar un aterrizaje suave del sector de la construcción y se limitó a cruzarse de brazos y a trachar de antipatriotas a quienes le advertían de la fiasco inminente.

Debido a esta falta de previsión y a la pasividad del Gobierno, España ha perdido cuatro valiosos años de bonanza económica para cambiar el modelo de crecimiento sin graves traumas sociales ni irreparables quebrantos laborales. Pero para ello hubiera sido necesario impulsar reformas fiscales, liberalizar y estimular la competitividad, dinamizar el mercado laboral y aligerar la burocracia que lastra la actividad empresarial. Se trata de una serie de medidas no siempre agradables políticamente de aplicar, pero imprescindibles para revitalizar una economía cada vez más mortecina.

En lugar de eso, el Gobierno de Zapatero se ha limitado a vender en varias ocasiones las mismas cataplasmas, que es lo se aplica a los enfermos para paliar los síntomas en vez de atacar las causas de la enfermedad. En los próximos meses se demostrará que la veintena de medidas archidivulgadas por La Moncloa han sido ineficaces para frenar la caída. Peor aún, se comprobará cómo el turismo, la primera industria nacional, sobre la que podría apoyarse la economía en este cambio de ciclo, también ha entrado en barrena. De momento, los datos relativos al mes de julio no dejan lugar a dudas: el número de turistas ha caído un 8%, cifra que no se daba desde 1995. Sin ánimo de alimentar el pesismismo, lo cierto es que vuelve el pasado más oscuro. Así que, por favor, los niños y mujeres, primero; si a Bibiana Aído no le parece mal.

http://www.vistazoalaprensa.com/contraportada.asp?Id=1766

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