lunes, septiembre 15, 2008

Valentin Puig, El topo que no pudo ser

El topo que no pudo ser

VALENTÍ PUIG, Escritor

Lunes, 15-09-08
A John Le Carré nunca se le perfilaba con claridad en el lado del telón de acero en el que trabajó para el espionaje británico y que luego le aclamó como autor de novelas de espías. Se le veía más en tierras de nadie, practicando el merodeo moral en la línea de sombra del «Check Point Charlie», a punto de considerar que daba casi lo mismo estar con la libertad que con el totalitarismo porque el espionaje era un oficio de ambigüedades.
Algo parecido le pasó a Graham Greene. De uno u otro modo, siempre estuvieron fascinados por aquel Philby que se fue a vivir a Moscú traicionando todas sus lealtades. ¿Por qué Le Carré ha esperado estar ya más allá de la postguerra fría para confesar? No faltará quien suponga que lo declara ahora porque -como fue el caso de Anthony Blunt- se sabe atrapado en algún cepo del pasado, tal vez a punto de ser reconocido públicamente por un lapsus de aquellos años, aunque poco importaría ahora, dado que un exagente del KGB ha sido elegido presidente y luego primer ministro ruso.
Pero hay algo en la indignación moral de Le Carré -siempre «bestseller»- que huele más que nunca a material averiado, a culpa que ha vegetado productivamente en el barrio «progre» de Hampstead. Resulta que si no se pasó al otro lado del Telón de Acero fue por una timidez que le salvó del antojo. Es un poco ligero por parte de quien ha estado durante años aleccionándonos sobre los males de la guerra fría, y de casi todo, incluida la industria farmacéutica y el canal de Panamá.
En las cumbres borrascosas de su superioridad moral, Le Carré fue tan ambivalente que haberse traicionado a sí mismo carecería de novedad. Lo malo es que haya traicionado a George Smiley -su mejor personaje, la contrafigura del soviético Karla- a posteriori, como un topo vergonzante. Por lo demás, reacomodarse por encima del bien y el mal quizás ayude a vender más su última novela. James Bond no hacía estas faenas

http://www.abc.es/20080915/opinion-firmas/topo-pudo-20080915.html

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