lunes, septiembre 08, 2008

UPN y los intereses de Navarra

9-IX-2008
UPN y los intereses de Navarra
El Gobierno navarro se encuentra entre la espada y la pared, y Miguel Sanz peca de frivolidad al tomarse a la ligera un asunto que, de un lado o del otro, va a terminar pasándole factura.

El Partido Popular de Navarra desapareció como tal en 1991. Los populares de entonces, capitaneados por José María Aznar, llegaron a un acuerdo con la formación regionalista navarra para aunar fuerzas y concentrar el voto de centro-derecha en la región, feudo a la sazón de los socialistas de Gabriel Urralburu. La alianza ha funcionado más o menos bien durante casi dos décadas. UPN ha tenido carta blanca en el antiguo reino, tan blanca que hoy gobierna gracias al PSOE, y el PP se ha beneficiado de unas siglas que a muchos navarros les son muy cercanas.

Los límites entre uno y otro partido están perfectamente delimitados en los acuerdos que, en la práctica, fusionaron ambos partidos. En principio UPN no puede ir por libre fuera de Navarra si no es rompiendo aquel pacto fundacional de 1991. Pero sólo en principio porque la formación de Miguel Sanz coló en el último acuerdo de coalición una cláusula para casos especiales en los que los intereses de Navarra estén en juego. No es el caso, evidentemente, de los presupuestos del Estado, pero aquí cada uno puede interpretar el interés de Navarra a su manera.

Esa es, por lo tanto, la clave de una hipotética separación entre el PP y UPN. Puede darse por seguro que los socialistas que permiten a Sanz gobernar en minoría hayan puesto sobre la mesa esta condición para seguir haciéndolo. En este caso se trataría de proteger, más que los intereses de Navarra, los de su clase gobernante. En ese chantaje cabrían más cosas, como, por ejemplo, dar prioridad a la línea de AVE a Pamplona, cuyo estudio está ya realizado y las inversiones comprometidas.

Sea como fuere, el hecho es que el Gobierno navarro se encuentra entre la espada y la pared, y Miguel Sanz peca de frivolidad al tomarse a la ligera un asunto que, de un lado o del otro, va a terminar pasándole factura. Si mantiene su lealtad a los pactos suscritos con el Partido Popular el resto de la legislatura puede complicársele bastante. Si, por el contrario, acepta el apaño con el PSOE esta será la última vez que gobierne porque el PP dará por finiquitada la coalición y presentará en las próximas autonómicas una lista propia que dispute el electorado de UPN. De las dos quizá sea la segunda la más gravosa, para él y para esos intereses de Navarra que dice defender.


http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/upn-y-los-intereses-de-navarra-45254/

2 comentarios:

El Arquero dijo...

No se hasta que punto UPN depende del PP, ¿hablaremos de un 25% de su cuota de votos?

Murcielago dijo...

Es posible que UPN desaparezca si el PP decide que ha sido traicionado, pero no tengamos miedo, el PP está que no le llega la camisa al cuello