viernes, septiembre 19, 2008

Un Ministerio bajo sospecha

Un Ministerio bajo sospecha

Sábado, 20-09-08

LA continuidad de la ministra de Fomento en el Gobierno de la Nación resultaría inaceptable si se confirma que su Departamento ha estado filtrando documentos secretos de la comisión de investigación del accidente aéreo de Barajas. La trayectoria de Magdalena Álvarez -reprobada en la anterior Legislatura por el Senado- es un rosario de errores, torpezas y desplantes que el jefe del Ejecutivo no ha sancionado con la destitución, no porque mereciera un voto de confianza, sino porque le viene bien tener un parapeto que se lleve las críticas y la indignación de la opinión pública. Pero, por más que Magdalena Álvarez haya servido de cortafuegos para Zapatero durante este tiempo, todo en política tiene un límite. Dada la negativa de la ministra a presentar su renuncia, es Rodríguez Zapatero quien se hace responsable del agujero negro que representa Magdalena Álvarez en la consideración debida a los intereses generales.
No fueron suficientes los caóticos episodios de los trenes de cercanías y del AVE en Barcelona para poner punto final al mandato de Álvarez, pero con la gestión del accidente del MD-82 de Spanair, la titular de Fomento se está superando a sí misma y ha tocado techo. Las filtraciones de las imágenes del accidente y los documentos sobre los resultados provisionales de la investigación de la tragedia han reventado la Comisión técnica encargada de determinar los posibles fallos que provocaron el accidente. Tales filtraciones apuntan al departamento de Magdalena Álvarez y el juez instructor de la causa penal ya ha abierto diligencias para depurar responsabilidades. Y éstas tienen que determinarse, porque no puede ser que España sea un país en que las chapuzas de la administración pública queden sistemáticamente impunes, tanto legal como políticamente. Las filtraciones, claramente interesadas y destinadas a condicionar las conclusiones de la Comisión, han hecho que varios de sus miembros -el representante de los pilotos y dos peritos del Colegio Oficial de Pilotos- hayan abandonado este órgano, herido de muerte por la falta de escrúpulos de quienes han propiciado este juego sucio.
Resulta desolador que la iniciativa impulsada por el Gobierno con el compromiso de transparencia y objetividad tantas veces proclamado por el jefe del Ejecutivo, haya caído en este descrédito frustrante, que pone en entredicho la capacidad de los poderes públicos para dar respuestas propias ante tragedias de magnitudes como la del MD-82. Nuevamente, sólo los tribunales de Justicia, tan denostados últimamente incluso desde el Gobierno, representan la única esperanza de llegar al conocimiento de lo sucedido y a la depuración de responsabilidades. Pero no debería ser así en un país en el que hay una presencia masiva de la administración pública en todas las esferas de la vida cotidiana, porque lo que alimentan estas trampas a la Comisión de técnicos es la sospecha de que se busca prejuzgar culpables y exonerar por anticipado a otros. En la aclaración de esta tragedia nada puede quedar fuera de las investigaciones en marcha, ni el cumplimiento de las prescripciones de vuelo y de la comprobación del aparato antes de iniciar el despegue, ni la gestión posterior por parte de la compañía Spanair, ni la reacción inmediata de los responsables del aeropuerto de Barajas, ni el papel de AENA. Tampoco la calidad y eficacia del sistema de inspección dependiente del Ministerio de Fomento. Magdalena Álvarez tenía dos opciones: actuar responsablemente y facilitar respaldo y medios a la investigación técnica o anteponer su peculiar personalidad política y contaminar la imagen de la administración pública. Está claro cual ha sido su opción.

http://www.abc.es/20080920/opinion-editorial/ministerio-bajo-sospecha-20080920.html

2 comentarios:

Francisca Julian Querol dijo...

No tengo vocabulario adecuado para comentar la verguenza que siento cuando oigo hablar a la ministra de fomento.
¿Que pensaran de los españoles en los paises serios?

Anónimo dijo...

Mi querida Francisca, pues lo de siempre, que tenemos una ministra analfabeta, ¿dices que no tienes vocabulario para entenderlo?, la que no tiene vocabulario es la "maleni"