Quintano, La cena de Viridiana

martes 9 de septiembre de 2008
La cena de Viridiana
Disminuir tamaño del textoAumentar tamaño del texto POR INGNACIO RUIZ QUINTANO Martes, 09-09-08
Cuando todo el mundo daba por sentado que el socialismo consiste en la apropiación de bienes ajenos, sale D. Bernat, el ministro más cómico del momento, y con un tono que recuerda a Colette Peignot, la amante de Bataille, hablando del espejo de su madre, dice que el socialismo consiste en hacerse con un cuerpo:
-Tu cuerpo es tuyo, eso es socialista.
Un tío que se inventa el currículo, ¿por qué no había de inventarse el socialismo? Sólo que el socialismo de D. Bernat supone la ruptura definitiva no sólo con el socialismo de Pachi López, el de «lo más importante, ahora, es salvar la vida de Iñaqui» (el asesino Chaos), sino con el socialismo de Largo Caballero, que tampoco era lo que se dice un príncipe de la sensibilidad, pero que ante el funebrismo nazi anotó en sus memorias:
-España es menos culta (que Alemania), pero más civilizada... La mentalidad nacionalsocialista es la del salvaje que mata a los niños y a los ancianos porque estorban. Eso, aunque se tengan muchos museos y bibliotecas, es de salvajes; es propio de los que carecen de raciocinio.
El funebrismo zapateril es la cena de Viridiana con la señora Fernández en la piel de Lola Gaos para decir que la ley del aborto quiere promover «la maternidad responsable», aunque los marianistas de Rajoy insisten en que la sarracina de niños y viejos que se anuncia es para tapar la inflación.
Rajoy, como se sabe, únicamente lee el «Marca», que es donde el baloncestero Rudy Fernández revela que «hay mujeres que buscan quedarse embarazadas por sacarte el dinero», lo que significa que a los informados marianistas no se la pega nadie y no van a apartarse de su idea de que el funebrismo zapateril -aborto, eutanasia y escarbado de cunetas- son las naturales cortinas de humo de la inflación. ¿Y si, entre «Marca» y «Marca», hubieran leído a Canetti?
Decía Canetti que sin la anestesia social que produjeron los disparates de la inflación de entreguerras hubieran sido impensables los disparates del nacionalsocialismo.
- En nuestros países, que se habían vuelto inmorales a causa del gran engaño de la inflación... -pudo escribir Stefan Zweig en «El mundo de ayer».
Zweig vivió días en que por la mañana tenía que pagar cincuenta mil marcos por un periódico y, por la noche, cien mil; en que se pagaba el billete del tranvía por millones; en que con cien dólares se podían comprar hileras de casas de seis pisos... Y en ese ambiente, entre el ruido de la Bolsa y las mentiras de los políticos, fructificó la profecía de Karl Kraus:
-Se acerca rápidamente un tiempo en que, en el corazón de la gran cultura y el saber occidentales, los hombres harán guantes de piel humana.
Yo creo que, en España, este deseo repentino de matar a todo el mundo, más que de la inflación, que, en efecto, parece imparable, nos viene de habernos pasado el verano en la playa descubriendo lo fea que es la gente. Algo influirá también la ralea del español, pueblo memo y cobarde para oponerse a cualquier perversión moral. Cuando el inglés David Cameron avisaba en Glasgow del riesgo de convertirnos en una sociedad amoral debía de pensar en el verano español, que es donde mejor se aprecia el dilema ético de los hombres modernos, que radica en el hecho de que pensamos como vegetarianos y vivimos como carnívoros. Al final, un feto no es más que un «amasijo de células» reciclable en sirope de niño.
-¿Por qué la razón no nos ha dado protección alguna contra lo inhumano?
Algún día un juez mandará a los médicos a hacer el censo de niños impedidos de nacer por esta ola de funebrismo zapateril cuyo líder se ha infatuado de solemnidad para decir:
-No podemos volver al frío de la guerra fría.
Sostiene Gómez Dávila que la admiración que despiertan la literatura y el arte griegos le ha ocultado a la posteridad al hombre griego: «envidioso, desleal, deportista, demócrata y marica». Pero por frases más tontas que la de Zapatero el hombre griego iba a la guerra.
España la moderna atufa a niño muerto.


http://www.abc.es/20080909/opinion-firmas/cena-viridiana-20080909.html