¿Quien paga las deudas de Solbes y Gallardon?

10-IX-2008
¿Quién paga las deudas de Solbes y Gallardón?
Hemos de asumir que, a fin de cuentas, somos los que sufragamos las aventuras de los políticos y que nuestra única defensa es confiar sólo en los que más sentido común demuestren en su uso de las arcas públicas

Ya lo advertimos desde esta misma tribuna hace sólo cuatro meses. Alberto Ruiz Gallardón ha conseguido en sólo una legislatura como alcalde convertir a la ciudad de Madrid en la más endeudada de España. Obras faraónicas como el soterramiento de parte de la M-30 y un gasto público disparado año tras año han supuesto un coste para los madrileños que se tardará muchos años en amortizar. Las intenciones del alcalde eran tan evidentes que quien no las veía era porque no quería hacerlo. Pretendía pagarse la candidatura a la Moncloa dejando las cuentas de la capital a cero, aun a riesgo de que el pan de ayer fuese el hambre de hoy.

Al igual que Zapatero o Solbes, Gallardón era de los que pensaba que la crisis nunca iba a llegar. Entregado al despilfarro en los años buenos, supuso erróneamente que un crecimiento sostenido e interminable iría pagando la deuda conforme fuese pasando el tiempo. No ha sido así. El parón económico ha afectado a Madrid tanto como al resto de España y lo que ayer se gastó de más, que fue mucho, tiene hoy que pagarse de algún modo. Han de ser, lógicamente, los madrileños los que carguen con las extravagancias y el derroche de su alcalde. Pero todos los madrileños, no sólo los que le votaron en 2003 y 2007.

Si extrapolásemos la situación económica del consistorio madrileño a la del Estado nos encontraríamos con muchas, demasiadas, analogías. Zapatero –con Solbes de vicepresidente y ministro de Economía– ha pasado cinco años gastando sin cuento, tirando de la herencia recibida y cabalgando sobre una abundancia que, como se ha demostrado después, tenía los pies de barro. A pesar de que la crisis se veía venir desde que, hace más de un año, se produjo la quiebra hipotecaria norteamericana, nadie en el Gobierno hizo nada por parar las máquinas. Se hizo, curiosamente, justo lo contrario. Para comprar el mayor número de votos posible en las elecciones de marzo, Zapatero sacó la chequera al tiempo que mentía con descaro sobre las expectativas a corto plazo de la economía española.

La factura, como en el caso de Madrid, habremos de pagarla todos los españoles. Los que votaron al PSOE, los que lo hicieron por el PP y los que no votaron. Hemos de asumir que, a fin de cuentas, somos los que sufragamos las aventuras de los políticos y que nuestra única defensa es confiar sólo en los que más sentido común demuestren en su uso de las arcas públicas. Entre tanto, la crisis, cuyos efectos y duración siempre agrava el Estado, es cosa de los ciudadanos y de nadie más. La fiesta del gasto, de las inauguraciones, de la multiplicación de organismos y personal, de los proyectos quiméricos a precio de oro se ha acabado. Le toca ahora a la gente común hacerse cargo de limpiar los platos y poner el local en orden. Así funciona esto.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/quien-paga-las-deudas-de-solbes-y-gallardon-45276/