Pantomima con el aborto

Pantomima con el aborto

Viernes, 19-09-08
EL pacto de la izquierda en el Congreso de los Diputados ha hecho posible la creación de una subcomisión encargada de estudiar la reforma del aborto. Esta iniciativa es fruto del acuerdo entre PSOE e Izquierda Unida, que unificaron sus propuestas para garantizarse la mayoría frente al PP. Sólo los populares han votado en contra, mientras Convergencia i Unió optó por la abstención, poniendo en práctica una llamativa incoherencia entre sus postulados democristianos y su posición política ante un frente abierto por la izquierda con unos objetivos claramente predeterminados. No es la primera vez que CiU arrincona su teórico modelo social ante determinadas expectativas políticas. Lo hizo con el nuevo Estatuto catalán, que refleja un planteamiento netamente izquierdista en la ordenación social y ética de determinados derechos. No sirve la excusa de que la creación de esta subcomisión no condiciona sus conclusiones, porque éstas ya se encuentran pactadas por los promotores de la reforma: propondrán una ley que combine los actuales supuestos despenalizados con el señalamiento de un plazo en el que se podrá abortar incondicionalmente.
El PSOE ocultó en el programa electoral su intención de ampliar el aborto, pero si ahora pone en primera línea esta reforma se debe a la determinación socialista de implantar un tipo de sociedad a la medida de las prioridades de la izquierda. La crisis económica puede jugar un papel meramente táctico en la decisión del Gobierno de abrir este frente, aunque pensar que es su principal motivación, como cortina de humo, sería menospreciar la trascendencia de lo que el PSOE está promoviendo. Además del engaño electoral, los partidos de izquierda están falseando la realidad que dicen pretender mejorar. Con más de cien mil abortos al año en España, nadie puede decir cabalmente que las mujeres tengan restricciones para acceder a la interrupción voluntaria del embarazo. Menos aún puede decirse que las mujeres y los médicos tengan problemas de «seguridad jurídica». Todavía el Gobierno no ha justificado este argumento con estadísticas de sentencias penales condenatorias contra mujeres o médicos acusados de un delito de aborto. Es un dato imprescindible para dar sentido al planteamiento de la reforma legal. Quizá al PSOE y al Gobierno les preocupe la seguridad jurídica del doctor Morín o de las clínicas que practican abortos fuera de plazo o sin los informes médicos preceptivos, que engañan a las mujeres sobre su estado de salud o que arrojan a la basura los miembros descuartizados de los fetos.
El Gobierno y el PSOE han montado una pantomima con esta subcomisión y con la Comisión de Expertos designada por la inefable ministra de Igualdad, Bibiana Aído, porque su misión es justificar las conclusiones que ya están políticamente decididas. Lo importante para los socialistas es estirar este debate con un calendario que se solape a la crisis económica, aunque sin crisis también habrían impulsado la reforma del aborto. Sin duda, el PSOE quiere, además, provocar al PP con una polémica que lo incomoda. Los populares han tenido la firmeza suficiente para votar en contra de un proyecto político que atenta contra el derecho a la vida. No hace falta suavizar esta posición política con el argumento de que la sociedad no demanda una reforma del aborto. No es una cuestión de encuestas ni de mayorías, sino de principios en los que se cree o no se cree. La actitud de las sociedades sobre el aborto cambia en función de que exista o no un liderazgo político claro a favor del derecho a la vida del ser humano concebido, siempre que se defienda racionalmente, con moderación y sin confesionalismos, porque la oposición al aborto no es patrimonio de religión alguna. En este momento, la mejor contribución del PP al debate sobre el aborto consiste en ser claro y firme, dejando que la izquierda siga retratándose con el proyecto de propiciar, en pleno siglo XXI, algo tan primitivo como es el aborto.

http://www.abc.es/20080919/opinion-editorial/pantomima-aborto-20080919.html