jueves, septiembre 18, 2008

Pablo Sebastian, Cuidado con ETA

jueves 18 de septiembre de 2008
Cuidado con ETA

Pablo Sebastián

La banda terrorista está a punto de reaparecer a sangre y fuego, como muy bien lo sabrán en el Ministerio de Interior, y como lo señalan sus últimas intentonas con una bomba lapa contra un policía de Bilbao. Es verdad que la banda está muy debilitada, pero sigue operativa y busca presencia y una clara venganza por las detenciones sufridas de sus comandos y por la caída de su entorno político, Batasuna, ANV, las Gestoras y pronto el PCTV, sin perder de vista los movimientos favorables al fin del terrorismo que ya se registran entre distintos colectivos de presos, a los que pretenderán callar o amedrentar.

En realidad, el único apoyo que le queda a ETA y su entorno es el que le aún llega del Gobierno de Ibarretxe, de PNV y EA, que permanecen en el disparate del "conflicto político" y que han llevado al lehendakari a dar pasos de ciego y sin sentido, primero con su fallido "plan Ibarretxe" y poco después con su fracasado referéndum de autodeterminación, disfrazado de consulta popular, que acaba de liquidar el Tribunal Constitucional. Lo que, sumado a los catastróficos resultados electorales de PNV y EA durante los pasados comicios generales del mes de marzo, ofrece un horizonte nada halagüeño para las operaciones nacionalistas inconstitucionales, con o sin violencia de por medio.

Por si algo faltara, tenemos que añadir que Zapatero y el PSE-PSOE han puesto punto final a los devaneos negociadores con la banda terrorista y al diálogo político con Batasuna, como el que de manera irresponsable se inició en las conversaciones de Loyola en el otoño del 2006. Además, las vigente crisis económica y social coloca las demandas soberanistas, de las que hacen gala los partidos nacionalistas, en posiciones que no figuran entre las prioridades de los ciudadanos del País Vasco o Cataluña, todos ellos más preocupados por el paro y los impredecibles efectos de la crisis financiera y empresarial, que aún no ha dicho su última palabra y que ya veremos si tiene efectos especiales sobre el tejido financiero y empresarial español.

Y buena prueba de todo ello está en el empeño del PNV, al margen de lo que hace y dice Ibarretxe, de pactar con el Gobierno de Zapatero -a quien a diario critican desde las sedes del Gobierno y del Parlamento vasco- los Presupuestos Generales del Estado para el 2009, a cambio de ciertas ventajas económicas y estructurales. Regresando el PNV a los que fueron viejos senderos de los pactos políticos que el PNV estableció con González en 1993, y con Aznar en 1996. ¿Cómo puede Ibarretxe enfrentarse a diario con Zapatero, mientras Urkullu le ofrece una tabla de salvación?

La respuesta a esta flagrante contradicción -por ambas partes, por cierto- estriba en que empieza a dar la impresión de que Ibarretxe, doblemente fracasado, empieza a estar en la picota del PNV y puede que, al final, no repita como candidato de este partido a la presidencia del Gobierno vasco. Su último disparate de querer llevar al Gobierno español a la Corte europea de derechos humanos -mientras sigue amparando al brazo político de ETA- ha provocado severas críticas dentro del PNV, y constituye otro magistral error del lehendakari, porque semejante iniciativa está llamada al fracaso más rotundo.

En estas circunstancias, y por exagerado que parezca, puede que a Ibarretxe y al sector más independentista del PNV, al final no le queden más apoyos que los del entorno político de ETA, y por eso la banda querrá aprovechar el desconcierto del lehendakari y de su Gobierno para actuar de la manera más brutal y sangrienta posible, implicando a todos en su desvarío.

Naturalmente, ahora es inútil volver a repasar los graves errores cometidos por Zapatero y el PSOE en los pasados años creyendo que ellos acabarían con ETA y abriendo la puerta a la negociación política con la banda. Unos desafueros que, por otra parte, le hicieron creer al PNV que la fruta de su posible autodeterminación, o de su Estado asociado o cosa parecida, podría estar madura bajo el mandato del temerario Zapatero. Un pésimo análisis y cálculo que les ha llevado a ese callejón sin salida que lleva el nombre de Ibarretxe. De hecho, la reciente sentencia del Tribunal Constitucional ya ha dejado bien claro -como muy bien subrayó en estas páginas José Antonio Zarzalejos- que en todo esto no hay más base jurídica que la soberanía nacional que reside en el conjunto del pueblo español. Algo que ya todos sabíamos pero que era bueno que le fuera recordado -gracias a Ibarretxe- al nacionalismo vasco y al nacionalismo catalán, que visto lo ocurrido puede ir poniendo sus barbas estatutarias e independentistas a remojar.

http://www.estrelladigital.es/ED/08-09-18/41135.asp

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