jueves, septiembre 11, 2008

Pablo Sebastian, Cara y cruz para Ibarretxe

viernes 12 de septiembre de 2008
Cara y cruz para Ibarretxe

Pablo Sebastián
El Tribunal Constitucional ha decidido, como se esperaba, la nulidad, y por tanto, inconstitucionalidad del referéndum convocado por el lehandakari Ibarretxe para intentar legitimar el derecho de autodeterminación y abrir la puerta de la independencia vasca. Por otra parte, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea acaba de reconocer la capacidad del Gobierno vasco para fijar un Impuesto de Sociedades distinto al del resto de España, aceptando la peculiaridad del llamado “concierto vasco”.
Esta última noticia, que también era esperada y que ha sido aplaudida por el conjunto de los partidos políticos vascos, PP incluido, constituye una corta pero significativa victoria del Gobierno que preside Ibarretxe, la cara de una jornada jurídicamente importante porque el Tribunal Constitucional echó por tierra la pretendida Ley de Consultas del Parlamento vasco, con la que Juan José Ibarretxe pretendía colar un referéndum ilegal para llegar a la autodeterminación del País Vasco, lo que hace que la cruz de la jornada tenga mucho más peso que la cara.

Aunque ya se encargarán los partidos nacionalistas vascos, con Ibarretxe a la cabeza, de afirmar que la vía europea es su territorio legal propicio para prosperar en el camino de la independencia, agarrándose a casos como los de Kosovo —o ahora de Osetia—, por una parte, e intentando obtener de la Corte europea, por otro lado, algún pronunciamiento favorable contra la última decisión del Tribunal Constitucional sobre la pretendida consulta vasca que Ibarretxe pretendía llevar a cabo el próximo 25 de octubre.

Las consecuencias inmediatas de una y otra decisión tienen lecturas muy distintas desde el punto de vista vasco y nacional. Ibarretxe intentará usar las dos decisiones para imponer en el PNV otra vez su candidatura como el futuro lehendakari de las elecciones autonómicas, que, en principio, se podrían celebrar en la próxima primavera si no se adelantan, al tiempo que haría de ambas decisiones un totus revolutum para decir que Europa les da lo que España les quita, y lanzar así su campaña electoral.

Desde el punto de vista nacional y español, las dos decisiones son, sin duda, compatibles, porque la primera reconoce la foralidad vasca y la segunda da una clara y contundente respuesta a los desafíos de Ibarretxe, entre los que se incluyen sus pretendidas demandas ante los tribunales europeos sobre la presunta conculcación de los “Derechos Humanos” en Euskadi sólo porque en ese territorio español se aplica la Constitución.

Naturalmente, ambas decisiones llegan en un momento político bastante diferente del que existía cuando se plantearon. Por una parte, Zapatero, tras la asegunda ruptura de la tregua de ETA, parece haber aparcado su plan de la España confederal ligado a la negociación con ETA. Y, por la otra, la crisis económica que acaba de meter a España en recesión y que va a más hará que los ciudadanos estén más preocupados por la economía y por los problemas del paro que sobre las reivindicaciones autonómicas, cosas que hasta el momento no parecen haber entendido los nacionalistas vascos y catalanes, a la vista de sus respectivas cantinelas, los unos con su consulta de autodeterminación y los otros con sus reivindicaciones de financiación autonómica.

Ibarretxe pretenderá haber empatado el partido, pero en realidad lo acaba de perder, como era lógico. Y con él lo han perdido sus socios de la Cámara vasca, PCTV, EA e EB (IU), una extraña y nada democrática compañía, por la presencia del entorno de ETA (PCTV), que se ha vuelto a topar con la realidad jurídica nacional, la misma que legitima el concierto vasco, el Gobierno vasco y el propio Parlamento de Vitoria. Aunque conociendo a los protagonistas de todo ello, nada garantiza que vayan a rectificar, sino más bien al contrario, insistirán en el desafío y en el error, para, sobre todo, encerrar al PNV en el callejón sin salida en el que ellos se han mentido y en la esquizofrénica compañía de Ibarretxe, del que difícilmente se librarán.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=12/09/2008&name=manantial

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