lunes, septiembre 22, 2008

Ofensiva etarra contra el Estado

lunes 22 de septiembre de 2008

Ofensiva etarra contra el Estado

ETA consiguió esta madrugada su objetivo: matar. Y lo logró en su tercer intento en veinticuatro horas utilizando vehículos cargados de explosivos. Ocurrió en Santoña, pero pudo ocurrir la noche anterior en Vitoria o en Ondárroa. La tragedia buscada por los terroristas se consumó esta madrugada, pero lo mismo pudo suceder la noche anterior en la comisaría de Ondárroa, porque la banda terrorista, ilegalizadas sus terminales políticas, ha intensificado su ofensiva contra el Estado y buscaba una matanza con la que «resarcirse» de sus últimas derrotas. Todo sigue igual, incluso peor, en el País Vasco a pesar de la tardía rectificación de Rodríguez Zapatero sobre el mal llamado «proceso de paz». Aquellas negociaciones indignas con los terroristas sólo han servido para dar aire a la banda criminal y excitar las reivindicaciones del nacionalismo vasco. El Gobierno antepuso entonces el oportunismo a la defensa de los valores democráticos, ofreciendo la sensación de ser vulnerable. Los criminales tomaron buena nota del mensaje de debilidad y reaccionan ahora con violencia ante el impulso gubernamental a la ilegalización de los brazos pseudopolíticos de ETA, porque creen que la firmeza aparente del Ejecutivo puede cambiar según las circunstancias. Es muy significativo que los terroristas y sus secuaces fueran conscientes de que las cosas eran muy distintas cuando el PP estaba en el poder, porque los populares han mantenido y mantienen una posición inequívoca en la defensa del orden constitucional.
Por todo ello, para muchos españoles resulta poco creíble la afirmación del presidente del Gobierno cuando asegura que el Estado «no retrocederá ni un milímetro» en la lucha contra el terror. No se trata de dudar ahora de la palabra de Rodríguez Zapatero, pero cada cual es hijo de sus obras, como escribió Cervantes, y sus mensajes de firmeza obligan a un nuevo acto de fe colectivo que debe tener como contrapartida gestos inequívocos por parte del Ejecutivo. Es lógico que Mariano Rajoy apoye al Gobierno en una lucha que nos concierne a todos, pero también quiso recordar ayer, oportunamente, que la negociación sólo ha servido para retrasar la derrota de ETA. En efecto, los terroristas utilizaron en su propio beneficio una situación que les permitió cobrar aliento y volver al único terreno donde se sienten a gusto, el de la bomba y el horror. Javier Balza asegura que pudo producirse una matanza contra la Ertzaintza y que ese era el objetivo que pretendían los autores. Así es, sin duda, pero el consejero de Interior, el lendakari y todos los dirigentes del PNV deberían preguntarse sobre el mensaje que transmiten el Ejecutivo autonómico y los partidos que lo sustentan con su desafío frontal al sistema constitucional.
ETA sabe leer a su modo y manera los avatares de la política en el País Vasco. Cuando el nacionalismo supuestamente «moderado» impulsa un referéndum ilegal e ilegítimo y rompe las reglas del juego fijadas por la Constitución, los terroristas saben que es el momento propicio para hacer presente su apuesta radical. Si los medios son diferentes, los fines parecen coincidir en la búsqueda de la independencia para el País Vasco al margen de la historia, la realidad social y el propio sentido común. Es absurdo rasgarse las vestiduras por razón de los efectos que producen las causas que uno mismo ha sembrado, y por ello muchos ciudadanos muestran su escepticismo ante ciertas condenas y explicaciones que suenan huecas y vacías. El único camino efectivo para luchar contra ETA y derrotarla definitivamente es la lealtad y la cooperación entre populares y socialistas, más allá de la retórica que luego desmienten los hechos. Rodríguez Zapatero ha sido contundente al rechazar el plan Ibarretxe, pero a la hora de la verdad el PSOE sigue buscando —y encontrando cuando les conviene — el apoyo de un PNV que desafía sin pudor alguno y con menor o mayor intensidad, según las circunstancias, el marco constitucional. Frente a la amenaza terrorista no hay solución más eficaz que utilizar los instrumentos del Estado sin atajos, partidismos ni ambigüedades.

http://www.abc.es/20080922/opinion-editorial/ofensiva-etarra-contra-estado-20080922.html

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