Marcello, El "crack" del 2009

viernes 12 de septiembre de 2008

LAS PESQUISAS DE MARCELLO

El ‘crack’ del 2009

Ha dicho Solbes que si la crisis económica sirve para limpiar la economía entonces no pasará nada malo. Y añadimos: que si sirve para limpiar este Gobierno de ciertos políticos como Solbes, pues mucho mejor. Esta frivolidad del vicepresidente se completa con la noticia de que las empresas inmobiliarias y de la construcción tienen una deuda financiera de 300.000 millones de euros (¡50 billones de pesetas!), con lo que ya se puede atar los machos más de una entidad bancaria o financiera, y el Gobierno aquí incluido. Porque la cifra es de abrigo y nos anuncia unas Navidades sin regalos, ni champaña, ni turrón —sólo se van a salvar los pavos— y un año 2009 en el que los Reyes Magos van a venir a España cargados de carbón.
No creemos que la sangre llegará en Madrid al río Manzanares, ni que los ejecutivos de las grandes compañías saltarán al vacío desde Torre Picasso y otros emblemáticos edificios de la capital, como ocurrió en el famoso crack de 1929. Pero el llanto y crujir de dientes de grandes, medianas y pequeñas empresas, y el desfile de las docenas de miles de desempleados forma parte de un espectáculo plausible que, con cara de asombro, empezó a reconocer el presidente Zapatero cuando anunció en el Congreso de los Diputados que “los próximos trimestres van a ser duros y complejos”. Y, cuidado, no dijo el presidente los próximos “meses”, sino “trimestres”, para dejar claro que el año 2009 se anuncia negro e incierto como el reinado de Vitiza.

Naturalmente, el optimismo antropológico del presidente le hace pensar que la tormenta escampará unos trimestres antes de las elecciones del 2012 y que, entonces, él reaparecerá como el Ave Fénix señalando al PP como el agorero catastrofista que no creyó en la fortaleza de la economía española, ni en la capacidad de sufrimiento y reacción de los españoles ni, tampoco, en el valor y la fuerza del contraataque del Gobierno frente al poder malo y destructivo del reverso oscuro.

Zapatero sigue creyendo en su buena suerte, aunque el rostro del Jocker de Batman se le aparece en el espejo mágico cada vez que le pregunta si sigue siendo el más bonito de los españoles. El presidente sigue erre que erre, subiendo pasito a paso, con la vara de avellano por los montes de León a ver si en la lontananza, aunque sea para el 2010, se vislumbra algún rayo de sol.

Y buena prueba de su desconcierto está en el vuelco que acaba de dar a la política del Gobierno sobre las inmobiliarias y empresas de la construcción, por una parte presionado por la poderosa SEOPAN y, por la otra, viendo cómo se van destruyendo empresas medianas y pequeñas que ponen en jaque las más grandes y, con ellas, la bolsa del empleo y también del que fue modelo de crecimiento de los últimos años, del que ahora tanto reniegan algunos a pesar de han vivido de ello, el Gobierno también.

Fue este Gobierno, con la criminalización del negocio de los ladrillos con la ‘operación Malaya’ marbellí y el mensaje global, a inversores extranjeros, de corrupción y la inseguridad jurídica española —con la cantinela de ahora “no compres porque te pueden derribar la casa por ilegal”, se decía—, quien abrió la veda y la cacería de la gallina de los huevos de oro. Luego, cuando llegó la crisis, dijo que no hay que ayudar al sector y que allá ellos si van a la quiebra porque ya han ganado bastante dinero, y ahora finalmente se dan cuenta del inmenso error, por las serias consecuencias que todo ello tiene en el paro, y empiezan, tarde y mal, a proponer ayudas financieras y fiscales a los empresarios de la construcción.

Y el buda feliz de Solbes, a palos con su colega Sebastián y disputándose uno y otro la estrategia y el volante del coche loco de la economía, que está a punto de despeñarse por el barranco del crack del 2009, para el que sólo faltan un poco más de cien días antes de que las campanas de la Puerta del Sol empiecen a doblar.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=12/09/2008&name=marcello