Manuel Alcantara, Trato familiar

Trato familiar
19.09.2008 - MANUEL ALCÁNTARA

L os psicólogos con más tiempo libre coinciden en mostrar su alarma ante el aumento de los casos, que ya han dejado de ser casuales, de maltrato de los hijos hacia los padres. Hasta ahora eran mucho más infrecuentes que los casos de maltrato de los padres hacia los hijos y no digamos de los maridos a sus mujeres.
¿Significa eso que ha variado bruscamente la naturaleza humana o que lo ha hecho de modo gradual la institución familiar? Hay que resistirse a admitir que la llamada 'primera célula social' haya contraído una dolencia gravísima y que esté haciendo metástasis.
Observó Nabokov que todas las familias felices son más o menos distintas, pero todas las familias desgraciadas son iguales, pero ahora es más difícil reparar en esas desigualdades porque las bien avenidas, o bien resignadas, escasean.
Es sencillamente desolador enterarse del número de niños y adolescentes que piden socorro por teléfono a la benemérita Fundación ANAR. Criaturas recientes se ven obligadas, demasiado pronto, a aprender a qué clase de inhóspito lugar les han traído unos señores a los que no les pidieron que los trajeran. Tienen problemas de todas clases, desde los psicológicos a los sexuales, pero el principal es percibir que no les quiere nadie. Quienes creemos, no sólo en la familia -quizá menos a los numerarios que no lo merecen-, sino en los amigos, en el clan y hasta en la mafia, nos asombra todavía más que un padre le haga daño deliberado a un hijo, que el caso inverso. Las drogas, el divorcio -que puede ser benéfico- y el paro laboral sin duda contribuyen al estado de cosas, pero no lo justifican porque no tienen justificación. Me contaba Tono que huyó de una pensión porque vio un letrero que ofrecía 'Trato familiar'. Para muchos el mundo es «un destartalado mesón» donde además no dan de comer.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20080919/opinion/trato-familiar-20080919.html