Manuel Alcantara, Llegan los ultimos

Llegan los penúltimos

18.09.2008 - MANUEL ALCÁNTARA

No se sabe cómo funcionarán las agencias de viaje de los países exportadores de inmigrantes, pero a juzgar por el volumen del negocio son muy eficaces. Quizá les cuenten que la travesía, tanto en patera como en cayuco, puede resultar algo incómoda y nadie puede comer en la mesa del capitán, ya que no hay ni capitán ni mesa, pero en la hospitalaria tierra española todo cambiará para los viajeros. Aunque no tengan papeles, pueden tener trabajo y serán alojados bajo techumbres de plástico y podrán comer un par de veces al día. ¿Cómo rechazar una oferta semejante? En sus respectivas naciones, que también tienen himnos y banderas, sólo hay sobra de trabajadores, pero al faltar el trabajo ni siquiera pueden ponerse en la cola del desempleo.
Quizá sea por eso, pero el caso es que siguen viniendo. El hambre les acucia y las mafias los engañan. Han sido detectados 120 nuevos inmigrantes que intentaban llegar a las costas españolas aprovechando que se han ido los bañistas y todavía no han venido las gaviotas, dos especies muy voraces. Andalucía y Canarias son los litorales preferidos. Los que tienen la suerte de llegar con vida, salvados por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil o por la piadosa tripulación de algún barco pesquero, son recompensados con un viaje gratuito al país de procedencia. Las expulsiones se tramitan con rapidez.
En la última excursión se ha descubierto a seis marroquíes que viajaban en una barquilla de juguete a remos rumbo a Algeciras. Siempre ha habido pobres y más pobres. Quienes no tienen para una patera o un cayuco se conforman con embarcaciones de juguete porque saben que con las cosas de comer no se juega. Lo que no saben, ya que no se lo explican en las agencias de turismo, es qué país les espera. Entre nosotros la compasión también está bajo mínimos.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20080918/opinion/llegan-penultimos-20080918.html