La Bolsa española, al borde del pánico

'LUNES NEGRO' EN LOS MERCADOS
La bancarrota de Lehman resquebraja la confianza en el sistema financiero mundial
La Bolsa española, al borde del pánico, se desploma un 4,5% y se sitúa en su nivel más bajo desde el verano de 2006

16.09.2008 - MANU ALVAREZ| BILBAO

Lheman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos, desencadenó ayer un terremoto en las bolsas mundiales, que se desplomaron con estrépito tras anunciar que arrojaba la toalla en su lucha por encontrar un comprador y buscar una solución a sus problemas de solvencia. Un año después de que estallase la crisis de las 'hipotecas basura', la resaca de aquel 'crash' colocó a los directivos del gigante financiero ante una decisión traumática: la suspensión de pagos y quién sabe si la liquidación total. La medida fue adoptada después de conocer que el británico Barclays retiraba su oferta de compra y de constatar que en los próximos días el grupo no iba a poder afrontar el pago de los vencimientos de numerosas emisiones de bonos. Uno de sus principales competidores, Merrill Lynch -también en serias dificultades-, tuvo mejor suerte y fue adquirido por Bank of America por 32.000 millones de euros.
La bancarrota de Lehman Brothers, uno de los estandartes de Wall Street, situó al borde del pánico los mercados de valores de todo el planeta, que se vieron sacudidos por una oleada de ventas. El 'crack' de la firma resquebraja la ya de por sí debilitada confianza en el sistema financiero mundial y alienta las dudas sobre la profundidad de la crisis económica. Los expertos dudan sobre si este episodio es una prueba de que comienza a tocar fondo o, como teme la mayoría, de que hasta ahora sólo ha aparecido la 'punta de un iceberg' que esconde numerosos 'siniestros' en el sector a corto y medio plazo. El Ibex español se desplomó un 4,5% y cerró en 10.899 puntos, su nivel más bajo desde junio de 2006. Los parqués europeos registraron retrocesos de similar envergadura en un clima de palpable nerviosismo. La Bolsa de Nueva York, que comenzó la sesión con algo más de consistencia, cedió terreno en la recta final. El índice Dow Jones perdió un 4,42% -el mayor descenso en una sola sesión desde el 11-S-en medio de una creciente preocupación por el futuro de la aseguradora AIG, la mayor del mundo, que también se encuentra en peligro de quebrar.
Castigo a los bancos
Las acciones de los bancos fueron las más castigadas. El Santander y el BBVA cayeron un 6,9% y un 6,8%, respectivamente, mientras algunas de las principales entidades europeas se dejaban un 10% y un 17,6% el gigante HBOS.
Con 158 años de actividad y unos activos totales valorados en algo más de 425.000 millones de euros, Lehman Brothers se enfrenta ahora a un proceso similar al de las suspensiones de pagos. Buena parte de esos activos están dañados, según han reconocido los responsables del grupo, especializado en las grandes operaciones de colocación de acciones, bonos, etc.. Es decir: son títulos que corresponden a préstamos hipotecarios fallidos y con garantías que han sufrido una notable depreciación como consecuencia del desplome del mercado inmobiliario norteamericano.
Algunas estimaciones de urgencia apuntaban ayer que los inversores que tengan en sus manos 'papeles' emitidos o garantizados por Lheman perderán en torno al 40% de su valor nominal. El problema -de ahí el temor en las bolsas- es que este banco era hasta ahora uno de los principales comercializadores de bonos en Europa, lo que asegura un extenso contagio en gestoras de fondos, de planes de pensiones y sociedades de inversión. El BBVA adelantó que tiene un riesgo en activos del gigante norteamericano valorado en 86 millones de euros, lo que supone una proporción muy pequeña del dinero que administran sus gestoras. El Santander cifró en 60 millones sus activos 'afectados'.
Medidas de urgencia
La bancarrota de Lheman Brothers ha devuelto la desconfianza al mercado financiero y provocado un nuevo colapso en las operaciones de crédito entre bancos. La reciente intervención de las hipotecarias estadounidenses Freddie Mac y Fannie Mae -como antes la de Bears Stearns- había abierto un camino a la esperanza, que ha quedado definitivamente roto. «No me tomo a la ligera arriesgar el dinero público», señaló ayer el secretario del Tesoro, Henry Paulson, para transmitir que la salvación del banco de inversión es algo difícil de digerir.
En un intento por restablecer la fluidez en el sistema -el parón del crédito puede provocar una crisis en cadena de incalculables consecuencias-, a ambos lados del Atlántico se adoptaron ayer medidas de urgencia. Un grupo de 10 bancos internacionales -entre ellos Bank of America, Deutsche, UBS y Barclays- anunciaron la creación de un fondo de emergencia de 49.000 millones de euros. Mientras, el Banco Central Europeo inyectaba 30.000 millones en préstamos para superar la crisis de liquidez.
El presidente de EE UU, George W. Bush, trató de restar trascendencia al asunto y lo situó como un problemapasajero. «En el corto plazo será doloroso para los inversores y también para los trabajadores de las firmas afectadas -dijo-, pero yo estoy confiado en que, en el largo plazo, nuestro mercado de capitales, que es flexible y resistente, será capaz de absorber el ajuste».


http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20080916/economia/bancarrota-lehman-resquebraja-confianza-20080916.html