jueves, septiembre 18, 2008

Jose Luis Peñalva, La aficion

La afición

18.09.2008 - JOSÉ LUIS PEÑALVA

Tzipi Livni me daba confianza. Y tengo motivos para ello. Es mujer y la larga lista de 'chorizos' depurados en Israel han sido hombres, hasta el momento. No digo yo que una mujer no pueda delinquir, sino que me parecen, si no más honestas, mucho más inteligentes. O sea, que en el caso improbable de que cayera en tentación, no se le notaría tanto. Alguna razón debe guardar el hecho de que no existan, que se sepa, mujeres acosadoras de hombres, ni ladronas de guante blanco. Tal vez, porque en ellas y desde Gilda, ese guante sea un objeto de culto a la elegancia. Sólo 'Marnie, la ladrona' de Hitchcock, los utilizaba con ese propósito, pero a Tippi Hedren, tanto Sean Connery como yo, se lo perdonamos todo. Livni se propuso ocupar el último puesto habilitado por sospecha de corrupción vacante en Israel, la cabeza de Kadima, y lograr la 'pole position' para asumir algún día el cargo de primer ministro que deja su jefe Olmert.
Queda lejos la corrida de aquella terna impagable de 'toreadores' Bush, Olmert y Abbas y su compromiso de sellar un acuerdo israelí-palestino durante 2008. De entonces acá, dos de ellos se han quedado sin plaza, el hebreo podría estar asomado a una celda y Abbas es un pajarillo tierno en plumón, sin predicamento alguno entre los suyos y, por lo tanto, en las peores condiciones para negociar cualquier futuro que no sea el de su propia supervivencia política. En cuanto al tercero en discordia, el mismísimo Bush, es un general sin ejército, a punto de ser despojado de sus entorchados por un veterano ex combatiente en Vietnam, tan bruto como él pero un poco más listo, ligado, cómo no, a una mujer mucho más capacitada que los dos.
La paz con estos mimbres era un cesto imposible: el partido gobernante israelí prácticamente descabezado y el impulsor de los acuerdos de Anápolis, Bush, a punto de abrazar la jubilación para solaz y descanso del mundo, al que también pertenezco. El desenlace de tanta iniciativa inútil iba a ser la creación de un Estado palestino, una Arcadia en armoniosa vecindad con Israel. Pues bien, la sensación que tengo es la misma que cuando se suspende una corrida de toros de la máxima responsabilidad y postín por culpa de la lluvia. Iniciada la lidia, te quedas con un palmo de narices y no te devuelven el importe de las entradas. Claro que, ni en estos casos, se suele perder la afición.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20080918/mundo/aficion-20080918.html

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