jueves, septiembre 18, 2008

Jose Antonio Pastor, Sacar el Concierto del cajón cuanto antes

Sacar el Concierto del cajón cuanto antes
19.09.2008 - JOSÉ ANTONIO PASTOR

L a reciente sentencia del Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo ha supuesto un gran espaldarazo para nuestro Concierto Económico. Es una pena que tan buena noticia desate en algunas personas, como el diputado general de Bizkaia, Sr. Bilbao, todo un rosario de descalificaciones, ocultaciones y falsedades que parecía tener guardadas a la espera de una oportunidad. Menos mal que Europa ha reconocido la legalidad del Concierto, porque si no hubiese sido así no quiero ni imaginar lo que habría escrito el Sr. Bilbao.
Quiere el diputado general que se 'blinde' el Concierto. Que adquiera fuerza de Ley y que, por lo tanto, no pueda seguir siendo recurrido por particulares y cuestionado de forma permanente como hasta ahora. Yo también lo quiero. Los socialistas siempre hemos querido que nuestro Concierto Económico tuviese la misma consideración que tiene, por ejemplo, el sistema de Concierto en Navarra.
Sin embargo hasta ahora no ha podido ser. ¿Por qué? ¿Por qué allí si y aquí no? Procuraré explicarlo de forma que me entiendan las personas no iniciadas. El sistema fiscal navarro tiene rango de Ley porque lo ha aprobado su Parlamento. Está, como queremos el Sr. Bilbao y yo para el Concierto vasco, 'blindado' contra recursos de particulares y sólo puede ser recurrido ante el Tribunal Constitucional. Goza, por tanto, de una considerable tranquilidad jurídica, a la que tampoco es ajena la actitud tolerante del Partido Popular, cuyos gobiernos autonómicos prefieren no pleitear contra el Concierto Navarro aunque lo puedan hacer contra el vasco. Pero ese es otro asunto.
Los conciertos económicos de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya no tienen esa consideración porque los nacionalistas nunca han querido que el Parlamento vasco los apruebe. Se preguntará el lector '¿Y por qué no?' Pues porque los respectivos diputados generales nunca han querido ponerse de acuerdo entre ellos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y presentar en el Parlamento de Vitoria una propuesta consensuada. Han preferido mantener la prerrogativa de decidir en cada momento los impuestos que a cada uno de ellos le pareciesen mejor. Y no se trata sólo del prurito de mantener tipos impositivos distintos a otras comunidades autónomas sino también de competir entre ellos mismos, eso sí, sin parar de hablar entre sonrisas de la construcción del país.
Así hemos llegado a situaciones chuscas como que en Guipúzcoa no solo haya tipos impositivos distintos a los de los otros territorios vascos, sino que ni siquiera se sepa el impuesto que se va a aplicar finalmente a las empresas porque el diputado general incumple los acuerdos aprobados por sus propias Juntas Generales.
Los nacionalistas exigen que se cambien las leyes orgánicas del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, nada menos. Incluso el Sr. Bilbao se inventa falsos compromisos acordados en este sentido. Cualquier cosa antes de perder la posibilidad de decidir la política fiscal al antojo de cada diputado general.
Pero de todo esto el Sr. Bilbao prefiere no hablar. Prefiere hacernos creer que el Concierto es defendido en solitario por los nacionalistas y acosado por los pérfidos socialistas y demás españoles en general. Lo que oculta es que precisamente ha sido el abogado del Estado el que, actuando en nombre del Gobierno de España, ha estado defendiendo el Concierto en Europa de principio a fin. Oculta el Sr. Bilbao que el Gobierno de España defendió en su momento el sistema tributario de las Azores previendo que, como así ha sucedido finalmente, aquella sentencia positiva tendría gran influencia en la que ahora ha reconocido también el Concierto Económico Vasco.
Yo no voy a pagar con la misma moneda y sí voy a felicitar a los brillantes letrados que han representado nuestros intereses en Luxemburgo por el magnífico trabajo que han hecho en la defensa de nuestro Concierto, pero no voy a admitir que se desdeñe y se oculte la labor, absolutamente comprometida y decisiva que han desarrollado los servicios jurídicos del Estado español en esta exitosa defensa del Concierto.
Yo también quiero, como el diputado general, que se traslade de una vez a las Cortes el acuerdo que los socialistas apoyamos en el Parlamento de Vitoria. Es más, habría preferido que el PNV hubiese sido leal a ese acuerdo y no se adelantase a presentar en solitario, como hizo, una propuesta que nada tenía que ver con lo apoyado unánimemente en Vitoria por todos los grupos parlamentarios democráticos.
Es urgente que el PNV saque el Concierto Económico de su cajón foral, que deje de apropiárselo injustamente, que lo empiece a ver como un derecho de todos y a entender que es una herramienta útil de gestión de país en lugar de una prerrogativa propia, útil para atacar con ella a los demás.
Ya hemos hecho lo más difícil, -conseguir que el Concierto supere con éxito la prueba de todo un Tribunal Europeo, que sus magistrados valoren y reconozcan en Luxemburgo una de las bases de nuestro autogobierno. Ahora ya solo nos queda lo fácil: poner de acuerdo a tres personas del PNV para que Álava, Guipúzcoa y Vizcaya acuerden un sistema tributario consensuado y lo lleven al Parlamento de Vitoria para su aprobación. Ese mismo día, después de la votación, el Concierto habrá quedado 'blindado' y los tres Diputados Generales habrán renunciado a la posibilidad de decidir cada uno por su lado. A ver si podemos. En 29 años no lo hemos conseguido.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20080919/economia/sacar-concierto-cajon-cuanto-20080919.html

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