jueves, septiembre 04, 2008

Jorge Moragas, Viaje americano

Viaje americano

JORGE MORAGAS

Jueves, 04-09-08
Tras el enérgico discurso que Obama ofreció en el estadio de los Broncos de Denver, el candidato demócrata experimentó un sensible rebote al alza en las últimas encuestas de intención de voto. Los expertos que pululan por Saint Paul-Minneapolis coinciden en señalar que la elección de Sarah Palin como ticket de McCain ha contribuido a mitigar la euforia de la convención demócrata de Denver. Sin embargo, desde aquí, resulta llamativo el contraste entre el ambiente ilusionante vivido en la calles de Denver hace una semana y el más bien tristón que se respira estos días por las calles de las ciudades gemelas de Minnesota.
Los republicanos no pueden esconder una cierta sensación de inferioridad al estar peleando contra un inmenso ejército de voluntarios muy motivado por la ilusión del cambio y por los millones de dólares recaudados por Obama. El que fuera director de campaña de Walter Mondale en 1984, Bob Beckel, me comentaba hoy que nunca se ha dado un tercer mandato a un partido, el republicano en este caso, que afronte una campaña con una agenda tan negativa: amenaza de recesión económica, una guerra impopular y un descrédito inapelable del actual inquilino de la Casa Blanca.
No obstante, Sarah Palin y su perfil desacomplejadamente conservador está aportando una nueva energía renovable cuyos rendimientos son difíciles de pronosticar a medio plazo.
Ser conservador hoy en EE.UU. supone asumir una agenda difícil de digerir para un europeo de centro-derecha. El auge de las tesis creacionistas, la anti-contracepción, la defensa de la virginidad o del aprendizaje del uso de las armas en las escuelas no encajan muy bien con los manuales de educación para la ciudadanía que estaríamos dispuestos a asumir en el viejo continente. Por ello, y entre otras razones, el Partido Popular no puede prestarse a un ejercicio de simple simetría política con los grandes partidos americanos cuando la naturaleza de las agendas políticas son tan distintas entre nuestros dos países. Dicho de otro modo, hacer lo contrario y confundirse con el cuerpo electoral sería una tentación irresponsable que solo puede permitirse el PSOE.
Sí percibo, en cambio, en el debate americano una tendencia inquietante que destilan los dos candidatos y que podría llegar a afectarnos al resto de occidentales: un mayor aislacionismo en política exterior y un recalcitrante proteccionismo que puede acentuarse a medida que la situación económica empeore. Aquí lo que de verdad preocupa a los americanos cada día más es el dumping insoportable que practican los chinos y la tentación indisimulada de recurrir a una agenda nacionalista para proteger el sector productivo y los puestos de trabajo americanos.
Los hermanos Cohen son de esta tierra de Minnesota y, como en sus películas, en el hotel de carretera de Roseville desde donde escribo estas notas se respira una extraña sensación de que todo se puede torcer en cualquier momento para la candidatura republicana. Mi impresión es que lo mejor que le puede ocurrir al bueno de McCain es llegar cuanto antes a los debates de televisión, y demostrar allí que Obama no era un sueño hecho realidad sino una simple y pasajera sensación.

http://www.abc.es/20080904/opinion-firmas/viaje-americano-20080904.html

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