jueves, septiembre 11, 2008

Ignacio Camacho, El club de la comedia

El Club de la Comedia

IGNACIO CAMACHO

Viernes, 12-09-08
TIENE 650 asesores contratados en Moncloa. Tiene una Vicepresidencia económica con decenas de miles de técnicos, una Agencia Tributaria que maneja millones de datos y expedientes, un Ministerio de Industria dirigido por «cabezas de huevo» formados en las universidades americanas, un Banco de España con el mejor servicio de estudios, un círculo de amigos empresarios de alto nivel con los que se reúne periódicamente a almorzar. Tiene varias decenas de organismos e institutos oficiales consagrados a escudriñar la coyuntura económica, y numerosos gabinetes especializados en estrategia. Tiene a su disposición la maquinaria administrativa de un Estado que, tras la descentralización de competencias a las autonomías, se dedica fundamentalmente a elaborar informes, análisis y proyectos. Tiene hasta una oposición multipartidista que todos los días le propone reformas, iniciativas y planes. Y con todo eso va el señor presidente, se presenta en las Cortes sin una sola medida contra la crisis, la inflación o el paro; se cruza de brazos, enseña muy ufano las manos vacías y dice que no tiene sentido improvisar. Literal: «No esperen una nueva batería de anuncios o propuestas. No tiene sentido improvisar o aprobar todos los días iniciativas nuevas». Y no se sabe qué es peor, si pensar que se trata de un chiste o que de veras no sirve para nada todo ese aparato. Por favor, ¿alguien del Gobierno o de sus mil y una terminales ramificadas puede explicarnos en qué consiste gobernar? Más que nada para que no cunda el desaliento.
Más. Como no tiene sentido improvisar, el vicepresidente económico -¡el vicepresidente económico!- comparece en una cadena de radio y larga la siguiente receta financiera: el déficit del Ayuntamiento de Madrid, que lo paguen los que han votado a Gallardón. Olé tus ocurrencias, minerva excelsa, tómate algo que invita la casa. Vamos a aplicar ese principio de inmediato. El célebre déficit fiscal catalán, que lo paguen los que votan al tripartito. El de Radiotelevisión Española, que lo cubran los que ven los telediarios. El saqueo de Marbella que se lo descuenten a los que eligieron a Gil. El AVE vasco que se lo carguen a los electores de Ibarretxe. La deuda histórica de Andalucía, que la sufraguen los que votan a Chaves. Y los 400 euros que no eran 400, el cheque-bebé, el cheque-piso y todas las dádivas, subsidios y derramas inventados para apuntalar a este Gobierno que no improvisa, que los costeen los votantes de Zapatero. Sí señor, este Solbes es una eminencia que ha dado con la piedra filosofal de la democracia tributaria. El déficit, para el que se lo trabaja. O, por decirlo al estilo del ministro de Sanidad, «tu deuda es tuya, eso es socialismo».
Llegado este punto es menester solicitar una aclaración urgente: ¿Esto es el Gobierno de la novena potencia mundial o una sesión especial del Club de la Comedia?

http://www.abc.es/20080912/opinion-firmas/club-comedia-20080912.html

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