Igancio del Rio, Vuelve Esperanza

lunes 15 de septiembre de 2008
Vuelve Esperanza

Ignacio del Río
Ha vuelto de la Convención Republicana de Minnesota con nuevos bríos. Vio a Shara Palin, y como Johnny, cogió su fusil. Ideología, principios, valores. Ni todos los partidos ni todos los políticos son iguales. “El aborto es un fracaso, no un derecho”. “No creo que lo del aborto o la memoria histórica sean cortinas de humo”.
Mientras, desde Génova 13 se sigue la noche en blanco y la política en blanco. El portavoz, González Pons, responde al PSOE como un actor de culebrón venezolano, “yankies go home, carajo” —qué herencia cultural dejamos en algunos países de nuestra América Latina—. Y la portavoz del Congreso, Soraya, canta como un gorrión, “ahora renovado el Consejo, vamos a hacer la revolución pendiente de la Justicia”, mientras Alonso, con media sonrisa, la mira arrebatado.

Rajoy ha vuelto de Galicia y de los fiordos suecos encantado de haberse conocido y convencido de que sólo hay que hablar de política con los que saben, que son Rubalcaba y Blanco. El problema de la Justicia, dos millones y medio de procesos pendientes, estaba en el Consejo y en el desgraciado juez Tirado, al que se quema en la plaza pública al mismo tiempo que sus compañeros protegen a Garzón, porque El Mundo ha osado dedicarle un editorial. La Justicia convertida en un reality show de la TV el viernes por la noche: pederastia, el cadáver de Lorca, el juez que no se lava y el maquillaje suave de Garzón para la foto de “Los Intocables” cruzando el paso de peatones de la calle Génova, como Los Beatles en Abbey Road.

Zapatero está feliz. Ya tiene casi todo lo que quiere, aunque le falta la mayoría absoluta de Felipe. El Gobierno, con Sebastián y sin López Aguilar. El partido con Leire Pajín. El Poder Judicial controlado. El Tribunal Constitucional, dándole pescozones a Ibarretxe. Solbes, echándose la siesta en el Congreso, y la oposición, con Rajoy al frente, cuando se despierta, ofreciendo ayuda y alabando su política antiterrorista. Y si se nota poco la ayuda, la secretaria general, Cospedal, se pone firme con Barreda para que el agua del Tajo no llegue al Segura y le pone fecha de caducidad al trasvase.

La nueva forma de hacer oposición es no pensar, no contradecir, no molestar. El discurso está claro u oscuro, según se vea. No hay que opinar porque todo es una cortina de humo del Gobierno. La política, en los cenáculos con un buen habano entre las manos para que haya más humo, sin crispar a los ciudadanos que ya están muy preocupados con la crisis económica, que, según dice Zapatero, tiene sus causas en el capitalismo feroz de Bush y en la política de liberalización de suelo de Aznar, que con el presidente norteamericano forma la nueva pareja de “Presuntos Implicados”. Rajoy ha inventado, después de Newton, la oposición por gravedad con la música de fondo de Serrat que le han enviado de la Moncloa. “Niño, eso no se hace, eso no se dice, eso no se toca”. Y Zapatero le ha copiado la idea para la crisis económica. No hay nada que hacer, sólo esperar a que gane Obama, que perderá las elecciones según dicen los norteamericanos, que son los que votan, y que a Trichet le salga de las narices bajar los tipos de interés y no sacudir las bolsas europeas.

Y Esperanza ha vuelto, vestida de rojo y con la mirada de los Gil de Biedma en los ojos. “No estoy de acuerdo con el modelo por el que elegimos a los jueces”. Y le parece mal acaparar avales en blanco, que es lo que hizo Rajoy en Valencia para convertir a la oposición en una pastelería que se dedica a ofrecer merengues al Gobierno. Mientras, los ciudadanos miran a derecha e izquierda, soportan las banalidades y la desertización intelectual de la política española. Visto lo que hay, sólo nos queda para enseñar a nuestros hijos Nadal y David Cal.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=15/09/2008&name=delrio