Edurne Uriarte, Tontheby´s

Tontheby´s

EDURNE URIARTE

Lunes, 22-09-08
Primitivos, salvajes y sádicos les llaman por perseguir y matar lentamente a un toro en Tordesillas. Artista, osado y brillante consideran a Damien Hirst por meter al toro en formol. Que se sepa, él no mata personalmente a sus animalitos. Tan sólo disfruta con la manipulación de los cadáveres. Pero ambos me parecen la misma reproducción de las perversiones infantiles no depuradas por la cultura moderna de la compasión por el animal y de su humanización. Del niño que perseguía al animal, del niño que lo diseccionaba.
Sobre el éxito de los cadáveres de Hirst, sospecho que se debe a la fascinación por lo asqueroso de la que hablaba Fernando Castro Flórez en el ABCD de las artes y las letras. Y lo asqueroso por excelencia es el cadáver, recordaba Castro. Dadas las limitaciones para usar los cadáveres humanos en eso que llaman arte, Hirst opta por los animales. Y por las calaveras, que perdieron el rostro.
Pero en otros campos de la creación cultural la fascinación por lo asqueroso queda convenientemente etiquetada dentro de la producción basura. O de la comercial a secas. A lo de Hirst lo llaman arte, quizá porque lo vende en una galería, uno de esos Tontheby´s que se han convertido en los grandes centros del esnobismo contemporáneo. Allí donde el valor de una pieza se mide por lo que cualquier multimillonario pague por él y no por su calidad.
La clave es el marketing para convertir lo asqueroso en moderno y sofisticado. Y, sobre todo, en único. Y Hirst es un genio del marketing. Que lo contraten en Tordesillas. Un poco de gafapasta, alguna palabreja en inglés, un Tontheby´ s que arrope el evento y los esnobs quedarán completamente rendidos.

http://www.abc.es/20080922/opinion-firmas/tonthebys-20080922.html