Edurne Uriarte, Teocons

Teocons

EDURNE URIARTE

Jueves, 25-09-08
Mi petición de que a Zapatero le explicaran en dos tardes el neoconservadurismo, lanzada desde estas páginas hace dos semanas, no ha sido atendida, como mucho me temía. Y a la hora de escribir estas líneas, nuestro presidente se reúne en Nueva York con importantes empresarios americanos a los que seguramente explicará su tesis sobre la crisis económica, que la culpa es de Bush y los neocons.
No me preocupa el efecto de tamaña afirmación entre los empresarios americanos que no se sentirán en absoluto concernidos porque la inmensa mayoría de ellos jamás fue neoconservadora. Otra cosa es que a los propios neoconservadores, es decir, a ese importante sector de los intelectuales estadounidenses, les dé por hacer un seguimiento de lo que Zapatero y el PSOE dicen de ellos en España. Cabe la posibilidad de que nos conviertan en una especie de Lepe de los chistes sobre la ignorancia europea. En cabeza de esos chistes se situarán con seguridad la confusión entre neoconservadurismo y neoliberalismo de nuestro presidente y, desde luego, esa estupidez tan querida de algunos círculos de la izquierda sobre los teocons.
El movimiento neoconservador tiene unas raíces completamente diferentes al conservadurismo clásico. Raíces de izquierdas, lo que explica en buena medida que su posición en asuntos económicos esté más cercana a la socialdemocracia que al neoliberalismo. El neoconservadurismo apoya el Estado del bienestar, en coincidencia, por otra parte, con la democracia cristiana europea o con el liberalismo social.
Y en cuanto a los teocons, esa idiotez es de cosecha propiamente española. El neoconservadurismo ha abogado por el respeto a las creencias religiosas pero no es un movimiento religioso ni mucho menos. Y sus diferencias y choques con la derecha evangélica, muy bien explicadas por Ramón Pérez-Maura en el último número de Nueva Revista, explican algunas de las dificultades de John McCain, un neocon, con el sector más religioso de los votantes republicanos.
El neoconservadurismo es un movimiento de defensa de la democracia y de la libertad. Pero esa parte tampoco la ha entendido Zapatero.

http://www.abc.es/20080925/opinion-firmas/teocons-20080925.html