domingo, septiembre 14, 2008

Dictando que idioma se habla en casa

15-IX-2008
Dictando qué idioma se habla en casa
Hay verdades que, dada la tozudez de los políticos, parece que hay que repetir una y otra vez, por más obvias que sean. Una de ellas es que los idiomas no tienen derechos; los únicos que pueden tenerlos son los ciudadanos, hablen el lenguaje que hablen.

Hay verdades que, dada la tozudez de los políticos, parece que hay que repetir una y otra vez, por más obvias que sean. Una de ellas es que los idiomas no tienen derechos; los únicos que pueden tenerlos son los ciudadanos, hablen el lenguaje que hablen. Así, las distintas medidas propuestas por gobiernos nacionalistas, socialistas y –desgraciadamente– populares para la defensa de tal o cual idioma suelen ser una conculcación de los derechos reales de aquellos a quienes gobiernan, pues van encaminados a restringir sus opciones en el nombre del catalán, el gallego, el valenciano o el vascuence.

Pero en algunos casos la realidad es tan patente que los esfuerzos por moldearla al antojo de los ingenieros sociales de turno resultan más bien patéticos. El exiguo porcentaje de bilbaínos que hablan en su supuesto "idioma propio" se va reduciendo cada vez más, por mucho que su ayuntamiento no haga más que derrochar dinero público para promocionar su uso. El ánimo totalitario que se adivina detrás de su última campaña, "Euskera también en su casa", sólo se ve parcialmente aliviado por el hecho de que, por ahora, no van a introducir comisarios lingüísticos en los hogares para multar al crío que tenga la ocurrencia de llamar "papá" a su padre, en lugar de "aita". No será por falta de ganas.

En todo caso, la realidad evidencia que, como dice Antonio Basagoiti, los jóvenes "ven que el euskera no es útil como lengua de uso común". Las personas expresan sus verdaderas preferencias cuando actúan, y en el País Vasco lo hacen hablando en castellano. De ahí que el gasto en promoción lingüística sea inútil. Pero mientras los ciudadanos no expulsen del poder a los políticos que arrojan su dinero a la basura, seguirán haciéndolo. Al final tendremos que darle otra vuelta a la idea de Solbes de que sólo paguen estos gastos quienes han votado a los políticos que los aprueban

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/dictando-que-idioma-se-habla-en-casa-45357/

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