Carrascal, Regalos de Chaves

Regalos de Chaves

JOSÉ MARÍA CARRASCAL

Lunes, 22-09-08
CUANDO Manuel Chaves tiene una colaboradora que le crea más problemas que resuelve, una de esas criaturas con dos manos izquierda, no en el sentido político, que no sería tan malo, sino en el práctico, esto es, que todo lo equivoca y no acierta una, se la envía a Zapatero. Y lo curioso es que al presidente le encantan estos regalos, hasta el punto de hacerles sitio en su gabinete, y si no lo hay, se lo hace, donde pronto se convierten en figuras relevantes por sus dichos y hechos entre la rechifla de la ciudadanía.
La última de la serie ha sido ha sido Bibiana Aído, que se ha plantado de un salto de encargada del flamenco en la Junta de Andalucía al nuevo y flamante Ministerio de Igualdad, que lleva con el desparpajo que se bailan bulerías e igual da un taconazo a la gramática que quiere acabar con la violencia machista poniendo un teléfono a los maltratadores.
Pero quien se lleva la palma en este sentido es Magdalena Álvarez, al frente del Ministerio de Fomento, convertido en ministerio de las catástrofes, por las que deja a su paso como un huracán del Caribe. Y no contenta con eso, lo rubrica con declaraciones que no satisfacen a nadie y molestan a todos menos, al parecer, a su jefe. «Calamity Secretary», ministra Calamidad la llamarían en Estados Unidos. Aquí la llaman cosas bastante peores.
Su última faena es haber dejado para el arrastre la comisión investigadora del accidente del MD-82 en Barajas. Fiel a su lema de embarullarlo todo, practicado con ardor en los trenes de cercanías barceloneses y otras desgracias, ha convertido la comisión en un barrizal del que sus componentes quieren escapar. La imágenes del accidente llegaron a un medio de comunicación próximo al Gobierno antes que al juez instructor, y el borrador de informe preliminar a los periodistas antes que a algunos miembros de la comisión. Con el indicativo en el télex del Ministerio de doña Magdalena, que dice no saber nada. O no se entera de lo que ocurre en su departamento o no quiere enterarse. Lo sabremos a tenor de que nos presente o no al autor de la filtración, cosa fácil de saber pues ese borrador estaba en muy pocas manos y todo es cuestión de hacer las oportunas averiguaciones. No se hagan ilusiones, sin embargo, pues Magdalena Álvarez, como Bibiana Aído, es de las que hablan mucho y dicen poco, atropelladamente además, por lo que resulta difícil entenderlas incluso cuando quieren decir algo. Es como se hace carrera en el equipo Zapatero, donde se premia el confundir en vez de aclarar y, sobre todo, el echar la culpa a otros, el PP preferentemente, pero a falta de éste, sirve cualquier empresa o persona privada, de cuanto va mal en el país. Aunque no crean que son ellas solas. El gabinete incluye personajes, como el ministro de Industria, el de las bombillas que aún nos debe, o el de Sanidad, el de «el cuerpo es mío» (¿el currículo también?), que les ganan en resbalones. Como si otros presidentes regionales del PSOE hubieran aprendido el truco de Chaves para librarse de malajes.

http://www.abc.es/20080922/opinion-firmas/regalos-chaves-20080922.html