jueves, septiembre 25, 2008

Carrascal, Entre chistes y mentiras

Entre chistes y mentiras

JOSÉ MARÍA CARRASCAL

Viernes, 26-09-08
¿A quién creer, al ministro o al presidente? Porque el ministro dice en Madrid «nosotros nunca negamos la crisis», mientras el presidente se jacta en Nueva York de que tenemos una economía que ha sobrepasado a la italiana y que en los próximos tres o cuatro años espera sobrepasar a la francesa, para añadir «lo que deprime a Berlusconi y no quiere oír Sarkozy». ¿Nadie le ha dicho que a su nivel es de mal gusto hacer chistes sobre otros jefes de gobierno?
Pero a lo que íbamos: ¿a quién creer, a Solbes o a Zapatero? Más bien, a ninguno. Como ya viene siendo habitual en este gobierno, lo único que hace bien es mentir. El vicepresidente mintió al decir que nunca han negado la crisis, y el presidente mintió al presentar un panorama idílico de la economía española. Aunque es verdad que ambos cumplían con su deber. Solbes, tratando de desactivar ante la opinión pública española la tozuda negativa de la crisis en que se apalancó el Gobierno durante meses. Zapatero, intentando convencer a los inversores norteamericanos de que inviertan más en España o, por lo menos, no se vayan. Menos mal que no se le ocurrió añadir aquello de que no cambiaría la industria española por ninguna otra, pues las carcajadas se hubieran oído en la Park Avenue, frente a la que estaban, en vez de las risitas que acogieron sus palabras. En ambos casos, un ejercicio voluntarioso, loable incluso, pero completamente inútil. Los españoles sabemos de sobra que el gobierno ha venido negando la existencia de la crisis antes, durante y después de las elecciones. Los inversores norteamericanos conocen perfectamente la situación real de la economía española para dejarse engatusar por las palabras melifluas de Zapatero. Diría que la conocen mejor que él, pues viven en el mundo real del trabajo y del esfuerzo, mientras él vive en un mundo mitad deseado, mitad inventado. En resumen, que con el Atlántico por medio, presidente y vicepresidente nos han venido a dar la imagen perfecta de nuestro gobierno, uno diciendo una cosa, otro diciendo la contraria y ambos mintiendo.
Como estrambote, la ministra de Fomento, ofreciéndonos en el Congreso otro de esos sainetes a los que nos tiene acostumbrados. A ella no le hace falta mentir, basta con que abra la boca para provocar la carcajada. Niega haber filtrado personalmente los informes confidenciales sobre la tragedia del MD-82 en Barajas, olvidando que los faxes llevaban el membrete de Fomento y que una ministra es responsable de cuanto ocurra en su ministerio. Tal vez para compensar tanto olvido, recordó el 11-M, ETA y hasta la guerra de Irak, que deben de tener mucho que ver con lo ocurrido en Barajas. Para terminar espetando a sus acusadores: «¿Pero qué respeto tienen ustedes a las filtraciones?», queriendo decir «al Congreso». ¿Sabe doña Magdalena cómo llamaba Freud a eso? Acto fallido, traición del subsconsciente, decir sin querer lo que no queríamos decir. Pero al menos ella lo dice inconscientemente, mientras los otros dos...

http://www.abc.es/20080926/opinion-firmas/entre-chistes-mentiras-carrascal-20080926.html

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