jueves, septiembre 04, 2008

Alfonso Garcia Nuño, ¿Para qué me preguntas esas cosas?

jueves 4 de septiembre de 2008
ENCUESTA SOBRE LA IGLESIA CATÓLICA Y ESPAÑA
¿Para qué me preguntas esas cosas?
Por Alfonso García Nuño
El diario El Mundo se ha dedicado, mediante una amplia encuesta presentada por capítulos, a hacerle un chequeo médico a las tres décadas con Constitución, que se cumplirán en diciembre. En uno de los capítulos, le tocó el turno a la Iglesia Católica. Aunque han pasado ya algunas semanas desde su publicación, no creo que esté de más comentarla, pues es posible que los chiringuitos y los baños playeros no hayan dado mucho pie a hablar de ella.

Una de las cosas que llama la atención es que, pese al título, hay preguntas sobre la libertad religiosa. Me parece que hubiera sido mejor hacerlo a la inversa, es decir, que dentro del tratamiento de este derecho se hubiera dedicado algún apartado a la confesión religiosa mayoritaria. Pero la mentalidad confesional española deja sus huellas por todas partes. También esto es claro en algunos laicistas que, más que promover la profundización en la libertad religiosa, parece que hagan lo posible para que la religión del Estado sea la fe en el anti-Dios.

Otra de las huellas del genio hispano en la encuesta es el clericalismo. Éste se nota cuando se confunde la parte por el todo, es decir, cuando se llama Iglesia a los obispos. Pero no solamente es en este cuestionario. Así, la vicepresidenta Fernández de la Vega puede decir que la Iglesia representa a muchos fieles. Pero esto no es de extrañar en un país en el que está a la orden del día llamar Estado a la nación.

Pero veamos algunas preguntas. A la que dice: "¿Cree que la Iglesia española (sic.) contribuyó al establecimiento de la democracia o, al revés, la dificultó?" Pese a la realidad histórica, un 45,5% dice que la dificultó y un 23,4% piensa que ni lo uno ni lo otro. El porcentaje de los que opinan que la Iglesia Católica fue una rémora aumenta notablemente entre los más jóvenes y los votantes de izquierdas. En aquellos, los que no vivieron aquella época, se deja sentir la constante desinformación que sufren tanto por los medios de comunicación como en los centros docentes, incluida la Universidad; todo sea por la memoria histórica. En el caso de los izquierdistas, a no ser que entiendan que la Iglesia Católica dificultó la ruptura para que hubiera transición, tal vez habría que hablar además de desagradecimiento: ¿Cuántas reuniones clandestinas del PCE, de CCOO y demás sindicatos fueron posibles gracias a unos locales parroquiales? No solamente los obispos, sino que los católicos en general, con mayor o menor protagonismo, hicieron posible la transición a la democracia; entre otras muchas cosas porque fueron los que más y por más tiempo educaron en el perdón y hablaron de él.

La que habla también muy bien de la salud democrática es la respuesta a esta otra pregunta: "¿Está de acuerdo en que la Iglesia Católica movilice a sus fieles contra determinadas medidas del Gobierno?" Un 63,6% dice que no; el porcentaje aumenta entre los jóvenes, y eso que la EpC solamente la han recibido en su versión difusa. A mí me parece que los católicos, movilizados o no por sus obispos, no solamente tienen el derecho, sino el deber ineludible de no ser pasivos ante la injusticia, que tienen que hacer todo lo que moral y legalmente esté en su mano por el bien común y los derechos de todos y cada uno. ¿Tienen que quedarse los católicos calladitos y cerrados en la sacristía cuando algún poderoso cometa una tropelía, aunque éste sea el Gobierno? ¿Es que son menos ciudadanos? A los de la máquina de despersonalizar les encantaría; las masas son más moldeables.

La mayoría de los encuestados piensa que la influencia de la Iglesia Católica ha disminuido en España en las últimas décadas. Lamentablemente esto es así. No lo digo porque haya perdido poder político oficial; eso más bien me alegra. La verdadera influencia de la Iglesia Católica es otra. Cada vez son más las personas que cuando sufren un daño piden, en la televisión, venganza, en vez de ofrecer perdón. Cada vez son más los que sacrifican a otros al dios dinero. Cada vez son más los que matan a sus hijos. Cada vez son más los que no encuentran sentido a la vida en la enfermedad. Cada vez son más los que ven normales las mayores aberraciones... ¿Tan poca presencia tienen los católicos por pocos que sean?

http://iglesia.libertaddigital.com/para-que-me-preguntas-esas-cosas-1276235293.html

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