martes, agosto 26, 2008

El nuevo desafio ruso

27-VIII-2008
El nuevo desafio ruso
Es necesario que los occidentales pasen de las palabras a los hechos y que las advertencias de sancionar a Rusia en la OCDE o de expulsarla del G-8 se hagan realidad.

Al reconocer de manera oficial y unilateral la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjacia, el Gobierno ruso acaba de dar una nueva muestra de su nulo cumplimiento del acuerdo de alto el fuego en Georgia negociado con Francia. Aunque aquel compromiso ya era sumamente favorable a Moscú y a su injustificado y brutal ataque contra la soberanía y la integridad territorial de un Estado independiente como Georgia, al menos obligaba en teoría a Rusia al cese de hostilidades, a retirar sus tropas a la línea que existía antes del estallido del conflicto y a abrir un debate internacional para decidir el futuro estatus de las regiones separatistas georgianas.

A finales de la pasada semana, Moscú ya dio muestras de lo que entendía por "retirada" cuando decenas de vehículos blindados y tanques de su ejército cruzaban los límites de la región de Osetia del Sur y sus tropas volvían a ocupar la ciudad de Gori y el puerto de Poti, al tiempo que mantenían bajo su control las ciudades de Zugdigi y Senaki, en el noroeste del país, así como de varias localidades menores. Ahora Moscú ha dado un paso más y, pese al compromiso de respetar que un consenso internacional decida el futuro de las regiones separatistas, ha reconocido de manera unilateral la "independencia" (más bien sumisión a Rusia) de ambas regiones.

Por mucho que desde Europa y Estados Unidos se califique de "deplorable" este reconocimiento de independencia, el nuevo desafío de Putin, que ciertamente vulnera toda la legislación internacional vigente, es una consecuencia lógica de la política de apaciguamiento mantenida por Occidente tras la invasión rusa de Georgia. Los múltiples frentes abiertos que tiene EE.UU., la característica debilidad y falta de criterio común de la UE, y sobre todo su dependencia del gas y petróleo rusos, han reducido la respuesta occidental a un mínimo común denominador que no pasa de la blanda protesta retórica. Eso, por no recordar, tal y como hacíamos la semana pasada, el nefasto precedente que supuso el reconocimiento por parte de EE.UU. y de algunas potencias europeas de la independencia de Kosovo, un hecho no menos "deplorable".

Como señala Florentino Portero, analista del Grupos de Estudios Estratégicos y colaborador de Libertad Digital, las potencias occidentales no pueden permanecer impasibles ni camuflar su pasividad con suaves recriminaciones que nada hacen para evitar que Rusia conserve por la fuerza su área de influencia perdida tras la desaparición de la URSS, y que además constituyen una violación de nuestros propios principios. Si Europa es dependiente de los hidrocarburos rusos, Rusia también es dependiente de nuestras divisas. Es necesario que los occidentales pasen de las palabras a los hechos y que las advertencias de sancionar a Rusia en la OCDE o de expulsarla del G-8 se hagan realidad. Eso sin contar con la apertura inmediata de negociaciones para que Georgia y Ucrania ingresen en la OTAN, el área de influencia en al que estos estados, sometidos durante tanto tiempo por el Ejército Rojo, desean libremente pertenecer.

En definitiva, que la tan cacareada alianza estratégica de Europa con Rusia propugnada por algunos "expertos" como alternativa a los EE.UU. ha mostrado su auténtico rostro, el de la política de la fuerza bruta, los hechos consumados y el desprecio por las fronteras internacionales. Por otra parte, que un Gobierno como el de España, aparentemente tan comprometido con la legalidad internacional, haya adoptado un perfil bajo, por no decir invisible, demuestra una vez la vacuidad de nuestra política exterior. Tampoco el PP ha dicho nada. No le falta razón a Portero cuando afirma que los políticos de nuestro país se comportan como si "la cuestión de Georgia fuese algo que está ocurriendo en Plutón". Más bien parece que es allí donde están ellos.


http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/el-nuevo-desafio-ruso-45043/

No hay comentarios: