miércoles, julio 23, 2008

Carrascal, Cita peligrosa

miercoles 23 de julio de 2008
Cita peligrosa
JOSÉ MARÍA CARRASCAL
¿NECESITAN hablar Zapatero y Rajoy? Sin duda alguna. ¿Tienen temas que tratar? A montones. ¿Van a resolverlos en la reunión que hoy sostendrán? Difícilmente. Hago tan pesimista previsión apoyado en el dato más objetivo que pueda haber: Zapatero no ha negociado con ninguno de sus visitantes. Se ha contentado con engañarles. Engañó a Maragall, a Mas, a Llamazares, a Rodríguez Ibarra, a Rajoy, a todos. Su táctica es tan simple como eficaz: les escucha con atención, les da a entender que está de acuerdo con ellos, que se marchan encantados. Para comprobar poco después que nada de nada.
Rajoy ha sido la principal víctima de esta táctica de simulación y descaro. Aunque uno de los objetivos del presidente en su primer mandato fue excluirle de la escena política, consiguiéndolo en gran medida, no tuvo inconveniente en citarle siempre que le interesaba. Rajoy acudía, se hacían las fotos de rigor, charlaban más o menos tiempo y salían menos o más satisfechos. Para que al día siguiente Zapatero le metiese un rejonazo de a cuarta.
Ahora vuelve a citarle, lo que advierte que vuelve a encontrarse en apuros. ¡Y tanto, con la economía cada vez más mustia! Pero el presidente no quiere hablar de ella, quiere hablar de la Justicia. Sin duda la Justicia española merece atención, con sus altas instancias sin renovar desde hace veinte meses y las bajas rozando niveles tercermundistas como comprueba todo el que tiene la desgracia de recurrir a ella. Pero si lo que van a acordar Zapatero y Rajoy es tan sólo la renovación del CGPJ y del Tribunal Constitucional sobre el viejo patrón de tantos puestos de tocan a ti y tantos a mí, lo único que harán será perpetuar el triste espectáculo de la Justicia como criada de los otros dos poderes del Estado, en vez de ser su controladora. Así que con que no la dejen aún peor de lo que está, podremos darnos por satisfechos.
Pero la Justicia, pese a su importancia, no es hoy el problema más acuciante para los españoles. Es la economía. ¿Cómo se afronta la crisis, qué medidas hay que tomar? Rajoy es partidario de cogerla por los cuernos con un recorte del gasto, mientras Zapatero insiste en torearla con «medidas sociales». Con posturas tan distintas, no hay entendimiento posible. Pero a ninguno le interesa visualizar el encontronazo. Rajoy, para evitar la imagen de bronquista que dio en la pasada legislatura, aunque siga echando humo. Zapatero, para dar la impresión de que tiene el apoyo del principal partido de la oposición, aunque no lo tenga. O sea que van de pillo a pillo. Y ahí reside precisamente el gran peligro de Rajoy: puestos a engañar, Zapatero engaña mucho mejor que él. Que se ande, pues, con cuidado, que puede salir de La Moncloa sin crisis y sin cartera.
Incluso puede birlarle la primogenitura antiterrorista con su rechazo del referendo de Ibarretze, después de haber sido el promotor, defensor y valedor de las negociaciones con ETA. Menudo es el «presi». ¿No le vieron ayer vendiendo sus primeros cien días como si nos hubiese tocado a todos los españoles la lotería?

http://www.abc.es/20080723/opinion-firmas/cita-peligrosa_200807230305.html

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