miércoles, junio 25, 2008

Rajoy pide confianza

miercoles 25 de junio de 2008
Rajoy pide confianza
UNA vez más, el Foro ABC reunió ayer al mundo político y empresarial en una ocasión singularmente oportuna después de la clausura, el pasado domingo, del XVI Congreso del Partido Popular. Mariano Rajoy se empleó a fondo en una intervención muy significativa tras su reelección como presidente, con el estilo de siempre, pero tal vez con un énfasis diferente en los mensajes, acorde con el nuevo modelo de comunicación que ha impuesto en esta nueva etapa. Buena parte de su discurso, sólido y bien construido, como es habitual, estuvo dedicado a la economía. De forma implacable, el líder de la oposición puso de relieve las debilidades e insuficiencias mostradas por el presidente del Gobierno en su comparecencia el día anterior en el Consejo económico y social. Estamos ante una crisis muy seria, y Rodríguez Zapatero sólo sabe acuñar eufemismos para no llamar a las cosas por su nombre. Es importante que Rajoy sustentara su petición de confianza a los españoles con varias referencias a la gestión económica en los gobiernos de José María Aznar, con quien manifestó expresamente que mantiene muy buenas relaciones. Este fue uno de los gestos inequívocos con el objetivo de evitar cualquier secuela negativa del congreso reciente, al igual que la referencia a que Juan Costa y Manuel Pizarro pueden dar mucho juego en el equipo económico popular y, en especial, a que María San Gil tiene las puertas abiertas ante una eventual reconsideración de su decisión de apartarse.
Sin dejar de mencionar las cuestiones que conciernen a la unidad nacional o a la lengua común, Rajoy está dispuesto a centrar su labor de oposición en una realidad económica muy negativa. Es interesante su apelación a medidas liberalizadoras frente al intervencionismo y a la genuina reducción del gasto público más allá de decisiones «cosméticas» como las que anuncia el Gobierno. En todo caso, lo esencial es una llamada a la confianza de los ciudadanos en el rigor y la seriedad que ofrece la alternativa popular frente a la retórica vacía de contenido de un Ejecutivo que perdió la oportunidad de hacer reformas estructurales en tiempos de bonanza y ahora no sabe cómo afrontar la crisis. Aunque Rajoy no quiso -como es lógico- hacer pronósticos sobre unas elecciones generales antes de 2012, es evidente que quiere tener preparados a los suyos para afrontar una coyuntura que puede exigir decisiones muy complejas.
En el plano estrictamente político, el presidente del PP insiste en dejar claro que sólo debe su cargo a la confianza que su partido ha depositado en él mismo y en el equipo que dirige. Es notorio que cualquier tutela real o imaginaria ha sido descartada para siempre. Cada cual debe buscar su encaje en la nueva etapa, pero ya no sirven los méritos de otros tiempos o la búsqueda de apoyos en fuerzas sociales ajenas al propio partido. El 84 por ciento de votos obtenidos en Valencia han hecho fuerte a Mariano Rajoy, dispuesto a practicar una política de integración siempre y cuando no se ponga en cuestión el hecho concluyente de que el PP le ha designado como líder sin intermediarios y sin hipotecas. Es significativo a ese respecto el planteamiento que hizo ayer acerca de una relación política natural y fluida con los nacionalistas, poniendo como ejemplo varias iniciativas parlamentarias del Grupo Popular a las que CiU y PNV han prestado su apoyo. Estrategias renovadas manteniendo las señas de identidad es la síntesis del mensaje que condujo a Rajoy al éxito en el Congreso de Valencia y que reiteró en el Foro ABC, transmitiendo la impresión de que se siente fuerte y convencido de sus posibilidades. Es una buena noticia que el principal partido de la oposición haya dejado atrás sus desavenencias internas y esté ya dedicado íntegramente a la función de control de gobierno y a la configuración de una alternativa política capaz de ilusionar a los españoles.


http://www.abc.es/20080625/opinion-editorial/rajoy-pide-confianza_200806250346.html

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