martes, mayo 27, 2008

Marcello, El conejo de Esperanza Aguirre

martes 27 de mayo de 2008
El conejo de Esperanza Aguirre
No nos queda más remedio que volver a hablar del PP. Y ello a pesar de las ganas que tenemos de contar la crisis de gestión y endeudamiento en la que está medito “el abrelatas”, que es como le llaman al murciano Luis del Rivero en Sacyr desde que pretendió abrir la caja fuerte del BBVA con un abrelatas; y los rumores de pretendidas fugas de sus notorios accionistas que circulan por Madrid, al grito de “el último que se salga que apague la luz”, con Caja Murcia y la CAM asustadas, porque se dice que se gastan los beneficios de Repsol en tapar los intereses de la gigantesca deuda de la compañía, que vive más del tráfico de influencias políticas y los desayunos políticos a los que acude todos los días el “abrelatas”, a ver qué pilla, que de la gestión. Y que lo las obras en Libia no anda ni para atrás, entre otras cosas, que ya iremos desgranando para divertimento del personal (una vela a La Sexta y otra al mandril, peloteo a Zapatero y traición al PP).
Pues eso, volvamos al PP y vamos a contar lo de la estrategia del conejo de Esperanza Aguirre, que ella le llama “la liebre” porque la lideresa, que anda en un sin vivir en ella, entre lo de la boda del niño y el congreso del PP, no sabe qué hacer: si presentarse o no de candidata contra Rajoy, o si quedarse a la espera para una segunda oportunidad, marcando a Gallardón, que es su enamorada obsesión.
Y, entonces, la condesa, lideresa, ha decidido por el momento esperar, aunque a ella le gustaría que alguien, como Costa o el tonto de la rana Gustavo (Arístegui), le hiciera “de liebre”. Es decir, que le fueran abriendo camino, montando la oposición a Rajoy, a esperar que se estrelle en las elecciones autonómicas o europeas que están al llegar, y entonces ella saltaría como una leona sobre la presidencia del PP.
Bueno, eso es al menos lo que cuenta Esperanza a los de su alrededor, y lo que parece que le ha vendido Pedro J. para justificar su salto a favor de Juan Costa, dejándola a ella de lado porque —ahora dicen en el entorno de El Mundo que Esperanza está muy mayor— eso de la regeneración del PP pasa por alguien más mono y más joven, como el enamoradizo Costa, el ruso más yuppie del entorno de Rodrigo Rato, otro que está a verlas venir.
Pero claro, la lideresa se teme que la libre, una vez en carrera, no pare de correr y, al final, se convierta en el conejo que, en última instancia, todos piensan que Aznar sacará de la chistera del PP. Y entonces se acabaron los sueños de la presidenta de Madrid y su desmedida ambición al son de las campanadas de la Puerta del Sol. De manera que, liebre o conejo, he ahí la cuestión.
Al final, lo que está pasando en el PP es como lo de Sacyr, que quieren abrir la caja fuerte del banco o del partido con una abrelatas, como el murciano Luis del Rivero, colándose por la gatera, o llevando a un primo que haga de liebre, para luego ellos entrar bajo palio por el butrón. Pues no, queridos, niños y niñas que estáis a la que salta. Para ganar hay que arriesgar, y para hacer empresas hay que visitar menos FAES y la Moncloa y ponerse a dar un palo al agua, es decir, a trabajar.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=27/05/2008&name=marcello

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