viernes, febrero 29, 2008

La crisis inmobiliaria que se nos viene encima

1-III-2008

La crisis inmobiliaria que se nos viene encima

No pueden emplear esas propiedades como garantía frente a los bancos, porque la Ley del Suelo del Gobierno ha reducido su precio a unas cifras ridículas. La situación es tan grave que se estima que un 60% del total de estas empresas quebrarán.

Dijo Reagan en una ocasión que "la visión gubernamental de la economía puede resumirse en unas cortas frases: si se mueve, póngasele un impuesto; si se sigue moviendo, regúlese, y si no se mueve más, otórguesele un subsidio". Éste parece haber sido el guión que ha seguido el Gobierno de Zapatero con respecto al mercado inmobiliario. Y es que se acumulan los expertos que piensan que el Gobierno está procurando evitar que las empresas inmobiliarias quiebren prematuramente, es decir, antes de las elecciones.

Durante estos cuatro años, y aún antes en la oposición, el PSOE se ha apuntado a la retórica de la condena a los "especuladores", es decir, a las promotoras y empresas inmobiliarias. No necesitó, ciertamente, introducir impuestos nuevos a la vivienda, pues con los que ya existían se alcanzó la extraordinaria cifra del 3% de la economía española. Pero como el sector se seguía moviendo, se propusieron regularlo aún más de lo que estaba. Y pergeñaron una ley del suelo que rebajaba el precio de las expropiaciones del suelo urbanizable alrededor de un 90%.

Las consecuencias para las inmobiliarias no han podido ser más catastróficas. Al frenazo debido al aumento de los tipos de interés y la crisis financiera se le ha sumado la completa depreciación de sus activos, que consisten básicamente en suelo. No pueden emplear esas propiedades como garantía frente a los bancos, porque la Ley del Suelo del Gobierno ha reducido su precio a unas cifras ridículas. La situación es tan grave que se estima que un 60% del total de estas empresas, unas 60.000, quebrarán.

Ante esta situación, el Gobierno de Zapatero ha pasado a buscar la manera de subvencionar el sector para que el impacto no sea tan grave. Ha estudiado utilizar el Instituto de Crédito Oficial para aportar liquidez a estas empresas y emplear la Vivienda a Precio Tasado como vía para dar salida a un stock de pisos sin vender que probablemente llegue a superar el millón en 2009.

La posible quiebra de las empresas inmobiliarias será un nuevo jarro de agua fría para la situación del paro en España. Se estima que los desempleados del sector inmobiliario y de la construcción alcanzarán el millón. En la situación actual de nuestro país, la mayor parte no encontrará empleo en ningún otro sector y languidecerá en el paro. De ahí que los expertos encuentren similitudes con la situación de Japón, que ha estado una década con la economía completamente estancada tras sufrir su propia crisis inmobiliaria.

En cualquier caso, la crisis será dura y larga, y pocas cosas podrán hacerse para reducirla desde el Gobierno, especialmente si el mando lo tiene un PSOE poco amigo de reformas estructurales, en concreto del mercado de trabajo, uno de los menos flexibles del mundo, como puso de manifiesto el informe Doing Bussiness 2008 del Banco Mundial, que nos colocaba en el puesto 154 de un total de 178 países estudiados. Las empresas no se atreverán a contratar trabajadores ante el riesgo de tener que despedirlos a los costes a los que obliga nuestra legislación. En definitiva, un futuro más bien negro, en el que no se atisba qué sector o sectores tomarán el relevo de la construcción para tirar de la economía española.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_42263.html

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