lunes, octubre 29, 2007

Luis de Velasco, UPD no quiere a los Ciudadanos

lunes 29 de octubre de 2007
UPD no quiere a los Ciudadanos Luis de Velasco

Unión, Progreso y Democracia, el denominado, por algunos medios, partido de Rosa Díez y Fernando Savater, comunicó oficialmente este jueves su decisión de acudir en solitario a las elecciones de marzo rechazando las repetidas ofertas de colaboración por parte de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía. La reunión entre ambas formaciones, la primera y última, duró unos escasos cinco minutos, los necesarios para que UPD comunicara su decisión.
Quienes, desde Ciudadanos, trabajamos por una opción política nueva que devuelva algo de esperanza a los muchos ciudadanos de este país cansados de muchas cosas, cosas que van desde el chantaje permanente de los partidos nacionalistas y filonacionalistas hasta la imparable degeneración de una democracia cada vez más plana y deteriorada, no podemos sino lamentar esa decisión que entendemos equivocada. No vale la pena tratar de aplicar aquí principios de estricta racionalidad. En toda decisión humana, y una decisión política (aunque muchos crean lo contrario) lo es, juegan otros factores como la simpatía, la emoción, la empatía, la vanidad, el ego. Seguramente, algo de eso ha habido en esta decisión.
Su comunicado oficial de rechazo a la oferta de Ciudadanos ofrece no pocas perlas dignas de un cuidado análisis pero que no vale la pena hacer. Baste señalar algunas.
Poner como primer párrafo en las causas de su rechazo un error de forma, indudable, cometido por la dirección de Ciudadanos es ridículo, viniendo además de una formación que poco ejemplo puede dar, al menos hasta ahora, de democracia interna y de nuevos modos. Es aquello de la paja en el ojo ajeno, etc. Pero vayamos a lo de fondo, no a las formas. Ciudadanos tiene dos pecados originales, según UPD: ser un partido no nacional y ser un partido de algo tan apolillado como el centroizquierda (la huella de quienes perdieron el congreso, absolutamente democrático, de Ciudadanos el pasado julio y se fueron se ve aquí). Lo primero es simplemente mentira. Lo segundo es cierto y frente ello UPD opone la formula mágica de la transversalidad, algo que reúne a socialistas declarados con también declarados seguidores de algo tan apolillado como un economista austriaco llamado Hayek (los que no lo hayan oído nunca, que serán la mayoría, consultar enciclopedias). Algunos llamarían a eso simple oportunismo político.
Agitan además el espantajo de unas declaraciones de un destacado militante e ideólogo de Ciudadanos, Francesc de Carreras. Aparte de que lo que dice UPD no es cierto, Ciudadanos y el propio Carreras han sido siempre clarísimos (Ciudadanos mucho antes de UPD aunque sólo sea por el hecho de que se creó un año y medio antes) en rechazar frontalmente cualquier veleidad autonómica y nacionalista. Finalmente, la mayor parte, por no decir todo, del núcleo central del programa de UPD está, digamos, inspirado (algunos dirán copiado) del ideario y programa de Ciudadanos.
¿Qué separa a ambos partidos? Hay que ser muy perspicaz para averiguarlo, y aquí juega ese componente citado en las decisiones humanas. Una lástima pues pierden los ciudadanos al perder ambos partidos, no llegando a un acuerdo electoral. La responsabilidad de esta ruptura está clara.
Ciudadanos, que se presentará a estas elecciones con alcance nacional, enfrenta obstáculos formidables para tratar de convertir el espacio político, que sin duda tiene, en espacio electoral; es decir, en votos, que es lo que cuenta. Obstáculos, muchos y que se sintetizan en el rechazo frontal de los instalados en el sistema (no sólo partidos políticos, hay muchos más actores) a que aparezcan nuevos interlocutores por pequeños que, al menos en principio, sean.

http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=29/10/2007&name=velasco

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