martes, octubre 30, 2007

Fernando Fernandez, Esperando el socavon

martes 30 de octubre de 2007
Esperando el socavón

FERNANDO FERNÁNDEZ
LA Bolsa española alcanza nuevos máximos y las empresas baten récords en el reparto de dividendos, y sin embargo nadie se lo acaba de creer. Será porque la crisis de crédito sigue ahí, aunque la Banca española parece haber salido indemne por ahora. O porque el precio del petróleo ha alcanzado los noventa dólares. O porque el euro se encamina a la cota de los 1,45 dólares. O porque ya son legión los economistas que ven una posible recesión en Estados Unidos. O porque la semana pasada estuvo aquí Blanchard, el profesor del MIT que se ha hecho célebre prediciendo una inevitable crisis tradicional de demanda en España. O porque la inversión pública parece haber alcanzado su nivel de incompetencia en las obras del AVE a Barcelona. O simplemente porque ya toca y los ciclos no han muerto.
No quiero ser catastrofista. Para eso ya están Gore y sus doscientos apóstoles. Pero me temo que las evidencias de que el ciclo español ha tocado a su fin son tan numerosas que es simplemente irresponsable ignorarlas. Si no estuviéramos en plena campaña electoral, si en este país fuera posible un debate sereno y desapasionado sobre sus debilidades económicas y sus posibilidades de futuro, no estaríamos hablando de datos de coyuntura, sino de estrategia. Como las malas empresas en los momentos de crisis, la reacción de este Gobierno es de manual de principiante. Hay muchos parecidos entre la gestión de la crisis del transporte en Cataluña y la actitud ante la situación económica. Primero se niega la realidad, luego se culpa a la oposición y a la herencia recibida, más tarde a las empresas por su egoísmo. Cuando ya es inevitable, se pide perdón a los ciudadanos y se insiste en que el gobierno está haciendo todo lo posible, como si la política fuera una película del Oeste en que los buenos acaban venciendo y no un juego de eficacia, de asignar medios a fines para resolver problemas. Aunque no me negarán que el equipo de publicistas del presidente no es maestro en el arte de dibujar elefantes, ese librito de autoayuda que ha sustituido a «El Príncipe» de Maquiavelo en la mesilla de noche de nuestros ilustrados dirigentes.
Muchas similitudes y una gran diferencia. Pedro Solbes no es Magdalena Álvarez, ni su historial, ni su credibilidad, ni su sectarismo tienen parangón. Pero como Casillas no puede salvar a un Real Madrid sin estrategia, Solbes no puede aupar a un Gobierno a la Champions. Se ha optado por negar la evidencia y legislar en economía, los presupuestos son el mejor ejemplo, como si la época de abundancia fuera indefinida. Pero todo apunta a un deterioro más rápido e intenso de lo previsto.
Blanchard puede ser una anécdota. Viene diciendo lo mismo hace cinco años y la recesión nunca llega. Su tesis es una versión actualizada del escepticismo sobre las uniones monetarias de Mundell, otro premio Nobel, pero éste sí de lectura obligada, para que no se me enfaden ni desanimen los estudiantes de Economía. Ahora que celebramos los treinta años de los Pactos de la Moncloa conviene releer la literatura sobre planes de estabilización. Los ajustes mediante la fijación del tipo de cambio, que es en esencia lo que acertadamente eligió España en 1996 con el euro, son muy agradecidos porque provocan una expansión inmediata de la economía al abaratar el crédito y anclar las expectativas de inflación. Pero sólo son un espejismo si no se utiliza esa ventana de oportunidad para realizar los ajustes necesarios. Por eso es tan importante retomar la agenda de reformas estructurales antes de que sea demasiado tarde y el socavón de Hospitalet se generalice. Trabajar con el calendario electoral como guía sólo conduce a que los accidentes se multipliquen. Blanchard nos provoca comparándonos con Portugal e Italia, dos países estancados. Pero la comparación relevante es quizás la Argentina. También ella jugó la Champions, también tenía un ministro respetado internacionalmente. Y hoy lucha por librarse de la Tercera División.

http://www.abc.es/20071030/opinion-firmas/esperando-socavon_200710300245.html

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