jueves, agosto 02, 2007

Urbaneja, ZP tiene un problema en Navarra

viernes 3 de agosto de 2007
Zapatero tiene un problema en Navarra Fernando González Urbaneja

El resultado de las elecciones en Navarra era un problema para casi todos, especialmente para los socialistas. No lo fue en el ayuntamiento de Pamplona, donde la aritmética colocaba a la burgalesa Barcina en la Alcaldía, como alternativa inevitable ya que los votos de su partido, trece, superan a los de la coalición alternativa (8+4) de socialistas y NaBai. Los otros dos votos, los de los batasunos no eran admisibles para nadie, no cuentan.
Pero no era ése el caso en el Parlamento foral, la aritmética favorece a la oposición, a la coalición Nafarroa Bai-socialistas navarros, que suma 26, una mayoría absoluta suficiente a la que UPN y su aliado menor (el CDN) sólo opone 24 asientos. Una alianza que no es insólita, que ya ha tenido experiencias semejantes aunque acabaron bastante mal. La aritmética estaba servida y la coalición, explícita o tácita, de UPN y socialistas supone un salto que sólo comprenden los que no están al tanto de las complejidades y peculiaridades de la política navarra.
El problema es para los socialistas españoles más que para los navarros. Explicar en el resto de España la alianza con los nacionalistas de NaBai no será fácil, quizá imposible en un panorama político como el actual de brochazo grueso y de confrontación a la mínima que salte.
Para los socialistas navarros, dejar en la oposición a UPN es una prioridad, son sus adversarios naturales, habituales, y el abismo entre ambos se agrandó los últimos años, se requerirán otras personas y otro contexto para que socialistas y UPN puedan volver a tolerarse, a respetarse y a confiar unos en otros como para propiciar el gobierno de uno u otro.
Las diferencias son mínimas, un escaño más o menos, pero es como quien saca 4,9 en el examen y el profesor no está dispuesto a otorgarle esa décima que falta, supone un suspenso como si hubiera obtenido un tres.
Le corresponde a la Ejecutiva Federal socialista, de hecho al propio Zapatero, bendecir la coalición con NaBai, una decisión difícil ya que, desde una perspectiva democrática, desautorizar y anular el acuerdo unánime de los socialistas navarros supone condenar al partido a la desaparición. Y aceptar el acuerdo dará argumentos a los populares para volver a machacar con los mensajes de sumisión a los nacionalistas y a los terroristas. Aunque el argumento no sea correcto, lo parece, sobre todo para quienes quieren verlo así.
El gasto va a correr por cuenta de Zapatero, que será quien tenga que explicar la decisión que tome la Ejecutiva Federal que no puede contentar ni a todos los suyos. NaBai ha entendido que tenía que ceder en sus pretensiones hasta el límite porque asumir una posición de gobierno y capturar a los socialistas para ello es lo más a lo que pueden aspirar. Por eso aceptan un gobierno con un componente técnico, pero que por debajo lleva una carga política de primer orden. El experimento provocará una mayor radicalización y tensión en las posiciones. Luego… ya se verá.
fgu@apmadrid.es

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