Urbaneja, La canículo trastorna a los del PP

miercoles 29 de agosto de 20007
La canícula trastorna a los del PP Fernando González Urbaneja

Andaban centraditos sacudiendo la badana a la ministra de Fomento, y de paso a su jefe, cuando por un quítame allá esas pajas a cuenta de las listas al Congresos la dirigencia del PP se ha metido solita y de patas en un debate sobre la sucesión de Rajoy, un debate que sólo divierte a los socialistas.
Gallardón (Zaplana sugiere que por inducción socialista) reitera que quiere más, e insinúa así su postulación, por otro lado conocida, para la sucesión. Del aparato de su partido sale una rotunda descalificación de su alcalde más votado, mientras Rajoy se sienta en el jardín, sin maquillaje y con cara de estío, para mandar pelotas fuera. Poco después, aun más atacado por el estío, de su boca sale, sin que venga a cuento, que si pierde las elecciones (¿puede un candidato aceptar que va a perder, antes de perder?) va a seguir al frente del partido, que no piensa hacer el petate aunque las urnas le den la licencia.
No contentos con tanto desatino, Manuel Fraga confiesa en una de esas cenas de verano de paisanos con cofrades, que la sucesión siempre está abierta, que hay que prepararla…” Seguramente Fraga no dijo lo que pensaba o no pensaba lo que decía, o no dijo lo que dicen que dijo o con el alcance que se pretende, pero lo que queda es que el fundador, el patriarca popular quiere a Gallardón.
Para que quede más claro Zaplana reaparece en el Congreso para anunciar que de sucesión nada de nada, que hay Rajoy para mucho tiempo, aunque pierda. Y entre medias dos amigos, Pedro J a Anson tercian en la polémica, el uno para proponer, con la brillantez del historiador profesional que quiere ser, que Rajoy tiene que despedir a Gallardón como Luís XIV despedía a sus cortesanos pretenciosos. Y el otro para rectificar a Rajoy: si pierdes, te vas. Y los dos para apoyar a su valido Zaplana, al que ven adornado de no pocas virtudes y posibilidades.
¡Vaya tropa!, Zapatero debe andar partido de la risa, con cara de bambi inofensivo a la vista de como los obstáculos se desvanecen a su paso. Quizá son solo sueños de verano, serpientes y señuelos inventados en las redacciones para manchar papel. Que todos andan quietos en su descanso, resistentes a los micrófonos fáciles, y preparando el retorno a la realidad tras este incierto e inestable agosto.
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