miércoles, agosto 22, 2007

Un agosto perdido

Un agosto perdido
22.08.2007 -

La predicción meteorológica ocupa un lugar dominante entre los intereses informativos de los ciudadanos, sobre todo en una comunidad como el País Vasco y en una época como el verano. Porque el tiempo condiciona planes familiares y de negocios, y es un factor esencial para el éxito de iniciativas muy ligadas a una estación o a un periodo tan corto como la duración de unas fiestas populares. A estos efectos, hasta los meteorólogos se ven obligados a conceder que este agosto irregular, poco caluroso y con precipitaciones como las de los últimos tres días se está mostrando «peor de lo normal». Y en el imaginario colectivo pesan mucho más las temperaturas tórridas de ejercicios recientes -en ocasiones duras de soportar pero llenas de posibilidades para el ocio- que un frío y lluvioso mes estival de 2002.La acusada inestabilidad no ha respetado a ninguno de los territorios. Ni a los que trabajan en negocios de temporada. Los empresarios del entorno del embalse alavés de Ullíbarri hablan de una caída de ventas de hasta el 70% respecto al año pasado. En Guipúzcoa, la Semana Grande donostiarra disfrutó de unos días de bonanza, pero ayer el temporal hizo encallar cuatro embarcaciones en La Concha. Y en Vizcaya, multitud de negocios ligados a la playa y las actividades al aire libre contemplan con pesimismo los balances que llegarán a final de mes. En la Aste Nagusia de Bilbao, un sector tan expuesto a la intemperie como el de los feriantes ya anticipa un descenso de recaudación mínimo del 25%. Sólo los embalses serán capaces de obtener ventajas de tanta lluvia. Aunque ese nivel cercano al 80% en los pantanos que abastecen a Vitoria y a la gran mayoría de la población vizcaína sea, en este momento, un triste consuelo.

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