jueves, agosto 09, 2007

Separatistas atacan los generadores del Ejercito en Barcelona

Zapatero recoge velas mientras vigila a ETA y al PPPOR PABLO SEBASTIÁN ABC 6 Agosto 2007SEGÚN portavoces de La Moncloa, el presidente Rodríguez Zapatero recibió el pasado lunes a la cúpula militar para hablar con ellos sólo de la modernización de las Fuerzas Armadas. De algo más hablarían; por ejemplo, del estreno de la Unidad Militar de Emergencia en la cita, lamentablemente obligada, con los incendios estivales como el de Canarias, donde todos llegaron tarde. Unidad Militar que los nacionalistas vascos y catalanes no quieren ver en sus territorios, como desprecio a España, y pase lo que pase, que ya pasan demasiadas cosas por causa de la incapacidad de gobernantes como los de la Generalidad, que son responsables del hundimiento del Carmelo, la huelga salvaje en el aeropuerto de El Prat, el apagón de Barcelona, el bloqueo de un tren con 700 viajeros en un túnel, la crisis de los trenes de cercanías de la capital catalana y del gran atasco de las autovías de pago del pasado fin de semana.El Gobierno de Montilla y Carod-Rovira brillan por su incapacidad, mientras sus huestes derriban el toro de Osborne de cartón con la misma chulería con la que Ibarretxe se niega a acatar la sentencia del Tribunal Supremo y a colocar la bandera española en el País Vasco, donde las libertades como la legalidad —véase el espectáculo de Ondárroa— están bajo mínimos. Sin que el «moderado» presidente del PNV, Imaz, haga o diga nada al respecto. El mismo Imaz que dice tener un plan para la interpretación de la soberanía nacional española, que consiste en que España renuncia a la soberanía y unidad territorial y en compensación los nacionalistas vascos prometen que no impondrán un estatuto que no tenga un amplio consenso (sic).Generoso es Imaz administrando la soberanía nacional española, sobre la que no tiene ningún poder (salvo el de las pistolas de ETA), y generoso se nos ha presentado Zapatero avalando los pactos inconstitucionales hallados en Loyola entre el PSOE, PNV y Batasuna, sobre el reconocimiento de la nación vasca, con derecho de autodeterminación, y la unidad del País Vasco y Navarra de por medio. ¿Acaso estas cuestiones también estuvieron en el centro de la conversación de la cúpula militar con el presidente Zapatero en La Moncloa? No sería de extrañar porque crece la preocupación sobre el deterioro constitucional y la convivencia entre españoles, por más que los ciudadanos se alejen de la política y disfruten de las vacaciones de verano en medio de una bonanza económica que perdura. Y prueba de ello es que Zapatero tuvo que rectificar en Navarra, como con Otegi, De Juana, el Estatuto catalán, la negociación con ETA, la Unión Europea y otras tantas decisiones precipitadas y gratuitas que han impregnado toda la legislatura de crispación y desencuentros entre españoles, lo que no había ocurrido desde el inicio de la Transición.Y todo ello al margen de lo que haya hecho la oposición del PP, porque la responsabilidad de lo ocurrido corresponde al presidente y a su Gobierno. Eso lo debe saber Felipe González, que se muerde la lengua sobre Zapatero, culpando de todo a la oposición del PP, sin olvidar su propio rencor por lo ocurrido al final de su mandato, con aquel pantano de la corrupción y los crímenes del GAL, por los que fueron condenados destacados miembros de su gobierno a los que acompañó a la cárcel de Guadalajara como muestra de su agradecimiento —por su silencio— o de complicidad.Ya sabemos que la oposición del PP ha hecho, en estos años, muchas cosas mal, mirando permanentemente al pasado, no acatando la derrota de 2004, con equipos directivos sin prestigio ni credibilidad y con un liderazgo débil como el de Rajoy, que no acaba de despuntar. Pero siendo esto así, el PP no es responsable del infame e inconstitucional pacto de Loyola, ni del Estatuto, ni de todo lo demás que ha provocado una fractura del consenso español. De todo esto sólo hay un responsable: Zapatero. Y parece que el presidente lo empieza a reconocer rectificando en Navarra —tras haber regalado Álava al nacionalismo radical— y agotando los últimos días de la negociación con ETA, que seguramente seguirá mientras no haya muertos, con la esperanza del presidente de llegar a las elecciones con atentados de «baja intensidad»; porque Zapatero tiene «el convencimiento» de que ETA le considera su última oportunidad, mientras Rubalcaba, su Fouché particular, parece tener la certeza de que ETA va a matar.Zapatero recoge velas y se prepara para las elecciones a sabiendas de que la ventaja de 3,5 puntos sobre el PP que le dio la última encuesta del CIS no es real porque el CIS siempre mejora a los que le gobiernan, por lo que la incertidumbre electoral —máxime tras el resultado de las municipales— es una realidad. Naturalmente ETA, en todo esto, tiene mucho que decir y no sólo con sus nuevos chantajes a empresarios de 400.000 euros. Como cabe imaginar que algo tendrá que decir Rajoy, por ejemplo, sobre Gallardón y Rato, y los nacionalistas de CiU —que empiezan a balbucear algo— si nadie obtiene la mayoría para gobernar. Aunque quien debe decirnos algo muy pronto y concreto sobre la fecha electoral es el presidente Zapatero, que lo tiene todo preparado para tomar la decisión a la vista de dos incógnitas por despejar: la posible decisión de ETA de matar o no matar, y la crisis o el renacer del PP en este periodo pre electoral.
Jugando al ajedrezLuis del Pino Libertad Digital 6 Agosto 2007La carta dominical de Pedro J. analiza hoy la actitud de Zapatero en el tema de la negociación con ETA, trazando un paralelismo con el argumento de "El séptimo sello", la película del fallecido Ingmar Bergman. En la película, el caballero Block entabla una partida de ajedrez con la Muerte, empeñada en asolar el país con una epidemia de peste incontenible.Vaya por delante que considero a Ingmar Bergman un auténtico coñazo. Ya, ya sé que con eso dejo clara mi incultura en temas cinematográficos, pero puestos a volver a ver una película, confieso que preferiría reírme de nuevo con "Tira a mamá del tren", la genial reconstrucción del clásico de Hitchcock "Extraños en un tren" efectuada por Dani de Vito, que volver a soportar todos los insoportables gritos y susurros.Pero, dejando a un lado mi anti-bergmanismo, he de decir que disiento absolutamente de la tesis de Pedro J., que se esfuerza de nuevo en tratar de vendernos la idea de un Zapatero bienintencionado, engañado por una ETA que juega al póker de sangre (al ajedrez, según el paralelismo cinematográfico) mejor que él. Ese Zapatero que Pedro J. nos presenta es ingenuo, pero honesto; está equivocado en los métodos, pero sus fines son los adecuados; es imprudente, pero le anima una honrosa voluntad de acabar con el fenómeno terrorista.El retrato de Zapatero en la carta dominical no puede ser más benévolo. El consejo, no puede ser más evidente: no juegues con la Muerte, que domina los secretos del ajedrez mejor que tú.El problema de esa estampa benévola es que choca frontalmente con la dura realidad. No cabe pintar a un Zapatero bienintencionado allí donde todos recordamos a un sujeto hasta tal punto carente de empatía como para replicarle a una víctima del terrorismo trayendo a colación el recuerdo de su abuelo muerto en una guerra olvidada. No cabe aceptar la imagen de un Zapatero ingenuo, pero honesto, cuando en esa supuesta lucha contra sus interlocutores etarras Zapatero ha rehuido, en todo momento, el acuerdo con los únicos (el PP) que verdaderamente manifiestan ese deseo de acabar con ETA que supuestamente animaría al osado presidente. No cabe pensar en un Zapatero cuyos fines son honrosos cuando evocamos la imagen de crispación de su cara al negarse a condenar por tres veces, en la Comisión del 11-M, la orgía fascistoide que su propio partido convocó a las puertas de las sedes del PP, en plena jornada de reflexión previa a su victoria electoral.Lo que la memoria de los gestos nos presenta es un Zapatero que ni es ingenuo, ni es bienintencionado, ni está movido por fines honorables.Pero no son sólo las imágenes lo que distancia al Zapatero real de esa benévola caricatura que Pedro J. nos presenta: lo que fundamentalmente falla es el propio razonamiento lógico. Porque el retrato que Pedro J. esboza es el de un Zapatero empeñado en una dura lucha contra el monstruo etarra. Pero, al trazar ese retrato, Pedro J. realiza, y pretende que realicemos, un ejercicio de olvido histórico en el que los trazos de la acuarela intentan ocultar un dato fundamental: que cuando Zapatero accede al poder, esa banda terrorista con la que ahora supuestamente se enfrenta estaba agonizando. Y que, como pasa con los bomberos pirómanos, ese monstruo contra el que Zapatero lucha ahora en el retrato es precisamente el mismo que el propio Zapatero ayudó a resucitar en las viñetas anteriores.Pero es que, además, aún cuando admitiéramos que no existen viñetas anteriores para poner el cuadro en contexto; aún cuando admitiéramos esa buena voluntad de la que Zapatero, según Pedro J., estaría animado, la conclusión que se desprende de la semblanza ("tratemos de enmendarle, porque está equivocado, pero es honesto") seguiría siendo profundamente errónea. Y lo sería porque, a la hora de dirigir un país, y más si ese país tiene planteadas amenazas como las que se ciernen sobre el nuestro, la ingenuidad o la estupidez son crímenes tan imperdonables como la pura y dura maldad. Un imbécil puede llegar a ser tan peligroso como un malvado; a veces más. Aunque sólo sea porque el malvado entiende la amenaza y el peligro que a él mismo le afectan, mientras que un imbécil es capaz de despeñar el tren con todos los pasajeros dentro, incluido él mismo. Así que, si uno ha llegado a la conclusión de que estamos gobernados por un presidente ingenuo o estúpido, lo único que cabe reclamar, por puro instinto de conservación, es su inmediato abandono del cargo.Resulta desconcertante. ¿Por qué Pedro J., que es un hombre inteligente, trata de vendernos esa estampa de Zapatero, pintándonoslo como una especie de cándido cruce genético entre la monja alférez y Chiquito de la Calzada? Está claro que no espera que le compremos la mercancía, lo cual indica que el destinatario del mensaje no somos nosotros. Pero entonces, ¿quién es ese destinatario?La respuesta, como siempre con Pedro J., no resulta evidente. Quien verdaderamente juega bien al ajedrez no es la Muerte, ni tampoco ese Zapatero disfrazado de caballero Block que la carta dominical retrata. Quien verdaderamente juega bien al ajedrez es Pedro J.NavarraUna trampa para elefantesJosé García Domínguez Libertad Digital 6 Agosto 2007Si Miguel Sanz dice saber que "el compromiso público de José Blanco tiene el mismo valor que uno por escrito", la pregunta que a uno le asalta inmediatamente es: ¿y entonces por qué lo ha aceptado? ¿O acaso cree don Miguel que si antes timaron como a chinos a Pasqual Maragall, a Duran Lleida, a Artur Mas, a los panolis de la Esquerra, al compañero Chivite y al tal Puras, ahora piensan hacer una excepción con su caso? Y, por favor, no nos recite otra vez la milonga que les coló ayer a los de El Mundo. Que ese cuento de hadas –"Si Navarra se hace ingobernable, nuestro ordenamiento jurídico permite al presidente disolver la Cámara"– es más falso que los duros sevillanos.No nos explique historias, hombre, que nosotros ya estamos muy mayores. Usted es plenamente consciente de que va a acudir a la investidura atado de pies y manos. Porque lo que garantiza el famoso ordenamiento jurídico es exactamente lo contrario. Es decir, que a usted no le va a corresponder la potestad de disolver nada. Aunque, como tiene la gran suerte de vivir en un país de perezosos, incluso es posible que nadie se entere hasta el mismo día que le presenten la moción de censura. En cualquier caso, engáñelos a ellos y, de paso, engáñese a sí mismo, si le place, pero no nos tome a todos por tontos.Mire, don Miguel, quizás Pepiño Blanco no sepa nada de Derecho, pero, créame, ese tipo lo sabe todo sobre la condición humana. De ahí que le haya tendido una trampa para elefantes y a usted le haya faltado tiempo para caer de bruces en su red. Sí, don Miguel, sí, una trampa para elefantes. Zapatero necesita que Navarra deje de ser un concepto discutido y discutible... hasta marzo. Ni un segundo más. He ahí la única razón de que haya decidido protegerse del bombardeo argumental del Partido Popular bajo un escudo humano que llevará su nombre. Pero sólo hasta el día siguiente de las elecciones, el momento en que usted será defenestrado sin miramientos, porque habrá dejado de serles útil.Y ahora, si quiere, vuelva a insistirnos con la monserga del ordenamiento jurídico. Aunque le advierto que nosotros sí hemos leído el artículo 30.3 del Estatuto de Autonomía de Navarra: "El presidente no podrá acordar la disolución del Parlamento durante el primer periodo de sesiones, ni cuando reste menos de un año para la terminación de la legislatura, ni cuando se encuentre en tramitación una moción de censura, ni cuando se encuentre convocado un proceso electoral estatal, ni tampoco antes de que transcurra el plazo de un año desde la última disolución por este procedimiento".En fin, usted sabrá lo que hace.José García Domínguez es uno de los autores del blog Heterodoxias.net. http://www.heterodoxias.net/
El vodevil navarroLuis de Velasco Estrella Digital 6 Agosto 2007El devenir y el desenlace del “culebrón” navarro no son ninguna sorpresa. Desenlace hasta ahora, pues no son descartables, ni mucho menos, nuevos episodios como la o las dimisiones del candidato Puras y del secretario general del PSN, Chivite.Ninguna sorpresa, al menos para quienes, conociendo bien el PSOE, venimos sosteniendo desde hace años que cualquier vestigio de principios o decencia política ha sido definitivamente arrumbado por el más grosero oportunismo político, por el burdo deseo de mantener o tocar poder, por mantener o adquirir puestos de trabajo (los propios). Esto, que puede parecer un primitivo análisis político, es un elemento del que no cabe prescindir a la hora de analizar seriamente lo que ocurre en este país, especialmente desde el triunfo electoral de esa formación en el 2004. Aunque justo es reconocer que ese oportunismo a toda costa ya venía desde años atrás cuando, poco a poco pero de manera continuada, se van abandonando señas de identidad imprescindibles en todo proyecto que se reclame no ya socialista o socialdemócrata sino simplemente progresista. Entonces se hablaba de “pragmatismo”.En el desarrollo del vodevil navarro, auténtica comedia de enredo, hemos visto al candidato Puras y al PSN buscar como fuese (incumpliendo promesas electorales) la presidencia de la Comunidad e, incluso, plantear, parece que seriamente, un gobierno de concentración, por supuesto presidido por él mismo, que fue (hay que recordarlo) el tercer clasificado en la elección. Todo valía, con ese “todo” aprobado unánimemente por los máximos órganos del PSN, con tal de llegar al reparto de cargos, máxima aspiración ideológica, al parecer, de todos ellos. Eso sí, una vez más, arropado con la milonga de que “el pueblo de Navarra ha votado por el cambio” y lo de formar un gobierno de “progreso”, algo que sirve igual para un roto que para un descosido.Pero el desenlace de la Ejecutiva del PSOE vetando este acuerdo parece contradecir todo el razonamiento anterior. En esa decisión han pesado, puede decirse, argumentos de ética y de ideología políticas que van desde no estar de acuerdo con el programa y los objetivos políticos de NaBai hasta el pensar que no es de recibo que un tercero en la elección de los votantes presida el Gobierno. Demasiado bonito para ser cierto. Lo que ha pesado en la decisión final de “Madrid” esta clarísimo y es sabido y reconocido por todos: puro y simple oportunismo electoral. Cálculo de que, en este caso, los inconvenientes superan claramente a las ventajas, concretamente a nivel nacional, a la vista de las elecciones generales en los meses inmediatos.La corrupción ideológica y política, también presente en democracias de larga data, preside una parte creciente de las decisiones de los partidos españoles. En fecha reciente el PP, gran “adalid” de causas contra los nacionalismos, no ha dudado de expresar un acercamiento a los mismos pensando también en esas próximas elecciones. No hay que alarmarse, esto es moneda común en toda democracia asentada. Hay que tomar nota y lo que hay que combatir son los acuerdos claramente “contra natura” y respaldar los que muestran un componente de respeto mutuo y objetivos aceptables y coherentes con los principios de quienes hacen esos acuerdos. La política es conflicto y los pactos son necesarios pero con unos mínimos. No debe valer todo si se quiere que la actividad política sea algo respetable para la ciudadanía. Amenaza para todosEDITORIAL EL Correo 6 Agosto 2007La confirmación por parte del Círculo de Empresarios y de la Confederación navarra del envío de nuevas cartas en las que ETA eleva sus exigencias extorsionadoras hasta los 400.000 euros, bajo la amenaza de «acciones» contra quienes se resistan a ceder a sus pretensiones, atestigua la empecinada voluntad de la banda de someter a su inaceptable chantaje a la sociedad. Porque frente al delirante contenido de las misivas, en las que los terroristas recuperan su retórica más agresiva para tratar de justificar la conversión de las víctimas en enemigos, es toda la ciudadanía la que debe sentirse concernida por la angustia que habrá provocado la lectura de cada mensaje y por el destrozo que su mero envío representa para la convivencia democrática; al igual que lo hacen sabotajes como los perpetrados el viernes en la localidad vizcaína de Ondarroa. La descarnada afirmación del presidente de los empresarios navarros, José Manuel Ayesa, de que no ha habido «una semana» desde junio en la que no se hayan recibido cartas amenazantes hace aflorar la persistente e invisible realidad de todos aquellos que viven sojuzgados por la intolerable sombra del terror.Esa realidad corre el riesgo de ser soslayada por una sociedad que no encuentra en la forzada unidad de los partidos el aliento para recobrar el músculo de la solidaridad y el compromiso frente a ETA. Los llamamientos partidarios a los empresarios para que no claudiquen ante los terroristas responden a un lógico respeto a la legalidad democrática que debe verse apuntalado, no obstante, por el esfuerzo incansable de las Fuerzas de Seguridad para combatir el chantaje, por el arropamiento activo de las instituciones y las fuerzas políticas, y por el respaldo sostenido de toda la sociedad. El hecho de que ETA no haya consumado sus criminales intenciones tras romper el alto el fuego y los éxitos en la lucha antiterrorista pueden estar llevando a la ciudadanía, equivocadamente, a relativizar la gravedad de la amenaza. O a incurrir en el peligroso «derrotismo» del que ayer alertó el obispo de Vitoria. Es perentorio que instituciones y partidos promuevan un rearme ético para contener el miedo y el desistimiento que ETA pretende inocular con su violenta obcecación.Gobierno de UPNLa coartada navarraIsabel Durán Libertad Digital 6 Agosto 2007La escenificación de la última decisión, por el momento, de la Comisión Ejecutiva del PSOE es una pantomima más a la que ya nos tiene acostumbrado el patético partido carente de principio alguno que dirige José Luis Rodríguez Zapatero. Perdón, sí que tiene un principio, único y ostentosamente visible, el de mantenerse a toda costa en el poder y por eso, reunidos con toda la urgencia un momento antes de que venza el ultimátum el próximo 18 de agosto, han escrito una página más de su bochornosa trayectoria.En boca del inefable Pepiño se le explica a los atónitos espectadores del culebrón de la yenka navarra que el sanedrín socialista ha decidido definitivamente perdonarle la vida a UPN para que gobierne en la comunidad foral y que además no admite una sola discrepancia por parte de la sucursal títere en las tierras del rey Sancho el Fuerte. Todo ello sin que Felones, Puras o Chivite, los guiñoles de ZP, piensen siquiera en la dimisión. Y mientras el telón de la farsa se levantaba en Ferraz, el guionista y director de la patética coreografía, el fotopresidente y secretario general de los socialistas, acudía a una ineludible cita en la "playa" de Madrid bajo los flashes junto a cuatro jubilados nadando con gorritos en la piscina del supervotado alcalde Tomás Gómez, recientemente elegido nuevo secretario de los socialistas madrileños.Una elocuente y gráfica jugada. Zapatero se quita de en medio, para variar, y descarga la responsabilidad de una decisión suya en la Ejecutiva Federal del partido. Así podrá decir a sus radicales socios nacionalistas independentistas y a la ETA que se trata de una decisión orgánica del partido pero que él cambiará el rumbo en cuanto gane las generales. Al mismo tiempo se le llenará la boca a su electorado con que él lidera un partido responsable que permite que gobierne la lista más votada y que todas las acusaciones de vender Navarra eran falsas, fruto tan sólo de las tragedias auguradas por el PP. Todo ello sin que Puras, Chivite y Felones dimitan.Seguramente Zapatero hace bien al dirigirse exclusivamente a su parroquia, ya sea en la "playa" de Madrid, en la calcinada Canarias o en la colapsada Cataluña. El fotopresidente a lo suyo. Sabe que España es terreno abonado para el sectarismo, el revanchismo; si no que se lo pregunten a Rosa Regás. La ansiosa directora de la Biblioteca Nacional que desearía fusilar a unos cuantos cada mañana y que celebra ahora que "cada vez se vendan menos periódicos" porque no cuentan bien los "grandes" avances impulsados por ZP. Con unas cuantas como Regás la coartada navarra no sólo le saldrá bien a Zapatero, sino que hasta le sobra.
Cataluña, agujero negroEditorial ABC 6 Agosto 2007NO se trata de hechos aislados, sino de una cadena de fallos continuos en el funcionamiento de los servicios públicos que sólo puede atribuirse a una pésima gestión. Durante el primer tripartito, el hundimiento del barrio del Carmelo hizo saltar las alarmas, pero el agrio debate parlamentario sobre el «tres por ciento» quedó tapado bajo el manto de una especie de «unión sagrada». El verano pasado, el aeropuerto de El Prat vivió escenas impropias de un país civilizado. En los últimos tiempos, las cosas siguen igual o peor. Los ferrocarriles de cercanías no funcionan ante la desesperación cotidiana de muchos miles de usuarios y el apagón ha demostrado que Barcelona se puede paralizar por un incidente en la red eléctrica sin apenas capacidad de reacción. Para colmo de males, un colapso histórico de tráfico provocó colas de hasta 75 kilómetros en Tarragona y obligó por primera vez a abrir dos peajes en la AP-7. El desastre de la gestión de infraestructuras y servicios convierte a Cataluña en un agujero negro dentro del Estado autonómico, aunque sea piadoso evitar comparaciones con la eficacia y el buen hacer que caracteriza la acción de Gobierno en otras comunidades. La paciencia de los ciudadanos tiene un límite, de manera que la resignación inicial está dejando paso a una opinión pública cada vez más irritada, que reclama la responsabilidad política de unos dirigentes que procuran eludir sus deberes por el viejo procedimiento victimista de echar la culpa a instancias ajenas.Aquí reside el verdadero problema. La clase política catalana lleva muchos años malgastando su tiempo en absurdos debates identitarios y discutiendo sobre competencias que, una vez conseguidas, no saben o no pueden ejercer. Mientras se negocia un Estatuto inconstitucional y se anticipa su puesta en marcha sin esperar a la resolución del Tribunal Constitucional, nadie atiende a los problemas que verdaderamente importan a la gente. José Montilla prometió que este segundo tripartito tendría prioridades diferentes al anterior, pero las buenas palabras no se ven reflejadas en los hechos. El PSC sólo actúa para reforzar sus posiciones de poder, mientras los consejeros de ERC hacen gala del sectarismo nacionalista (en casos patentes como la Feria del Libro de Francfort) y los de ICV alientan posturas «alternativas» sobre la propiedad o el orden público ante la perplejidad de las personas sensatas. Sobra ideología radical y falta sentido común en la política catalana, mientras la sociedad civil se aleja de sus representantes como demuestra la muy escasa participación en las urnas, tanto en el referéndum estatutario como en las elecciones locales. Mientras tanto, Rodríguez Zapatero prodiga las visitas electoralistas a Cataluña, pero -como ayer recordaba Duran Lleida en ABC- las únicas inversiones públicas rigurosas y efectivas se produjeron en la etapa del pacto PP-CiU.La forma de hacer política que practican los dirigentes catalanes es contraria a las reglas más elementales del servicio al interés general. Nadie se ocupa de nada, más que de echar la culpa a «Madrid» o de buscar un chivo expiatorio a veces con argumentos lamentables, como en el caso reciente de Manuel Pizarro. Todo vale con tal de no reconocer los propios errores y ponerse a trabajar para que no se repitan. Una sociedad activa y dinámica, con un sólido tejido empresarial no puede admitir estas actitudes irresponsables por parte de unos líderes que ya no dan más de sí. Aunque falta tiempo para que vuelvan a las urnas, los catalanes son conscientes de que algo deben hacer para evitar que esa comunidad autónoma quede rezagada en el conjunto de España a pesar de haber estado durante mucho tiempo en lugares de privilegio. Mientras esperan en el andén ese tren de cercanías que no llega o soportan las colas kilométricas en la autopista durante la «operación salida», muchos ciudadanos empiezan a plantearse seriamente si los socialistas que encabezan el tripartito siguen mereciendo la confianza obtenida en las urnas. De hecho, dilapidan cada día esa confianza a causa de una gestión pésima, disfrazada con argumentos falaces.Plan MarxaSolidarios separatistas, hombres de pazJuan Carlos Girauta Libertad Digital 6 Agosto 2007Con la que está cayendo en Cataluña por culpa de nuestras penosas infraestructuras, uno creía que entregar a políticos de la Esquerra 380 millones de euros para la solidaridad planetaria era un escándalo. Al contrario: volteando la tortilla, el Avui nos hace un guiño.Lo que aquí (inspirando al Avui) hemos llamado Plan Marxa, tiene nombre oficial: Pla director de cooperació al desenvolupament 2007-2010. Salta a la vista la coincidencia temporal con la actual legislatura. El grueso del pastel lo controla la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament, que se define como el "organismo responsable de gestionar las políticas de cooperación al desarrollo, construcción de paz, acción humanitaria y derechos humanos para contribuir a la erradicación de la pobreza y favorecer el desarrollo humano sostenible".Urge saber lo que entienden estos señores por "construir la paz". ¿Lo mismo que el director de la revista Cultura, editada por el departamento de ídem, que ha tratado a los españoles de "parásitos", justamente en el Avui? ¿O "paz" será más bien lo que construyen los iconoclastas que han derribado el último toro de Osborne alegando que era una "inmundicia cornuda española" que sólo simboliza "la barbarie y la incultura de España"?Dirige la agencia de los 380 millones un Andreu Felip, procedente del aparato de las temibles JERC, primero, y luego de ERC. Se ubica el momio en el departamento de Vicepresidencia, el de Carod, a través de la dirección general de Cooperación al Desarrollo y Acción Humanitaria, bajo el mando de David Minoves, que antes de pisar moqueta desarrollaba su bondad como responsable de movilización social de ERC. Por cierto, ¿qué hace exactamente un responsable de movilización social de ERC?Para comprender a Minoves, véase su artículo de 9 de mayo de 2006 en el diario El Punt sobre la nacionalización de las extracciones de hidrocarburos impuesta por Evo Morales. La medida lesionó los intereses de varias empresas, entre ellas la española Repsol-YPF. Justificaba así Minoves el abuso boliviano: "Mientras la nueva regulación de la explotación petrolera y de gas en Bolivia afectará en menos de un 1% a los beneficios netos anuales de Repsol, para el Gobierno boliviano supondrá un ingreso extra de casi 700 millones de euros". Acabáramos. Exculpado queda cualquiera que robe menos del 1% de sus ingresos anuales a su víctima. ¿Y por qué no el 2, el 5, el 10 o el 25%? A Minoves no parecen importarle las consecuencias sobre el crédito político y financiero de Bolivia, reducido a cero.Un detalle. El primer país designado como "prioritario" en el Plan Marxa es Marruecos. Ay.Juan Carlos Girauta es uno de los autores del blog Heterodoxias.net.
El Cupo VascoMIKEL BUESA ABC 6 Agosto 2007VUELVE la negociación del «cupo vasco», ese arcano al que más o menos cada cinco años, desde que en 1979 se aprobara por primera vez bajo el régimen democrático, aluden las componendas presupuestarias entre el grupo vasco y el gobierno nacional. En estos días, como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones, se ha vuelto a amagar con la misma amenaza; y así, hemos oído decir al portavoz del PNV en el Congreso que «su apoyo a los presupuestos del Estado estará condicionado al desenlace que tengan las negociaciones de los ejecutivos central y de Euskadi sobre el cupo vasco». Y también se ha dicho que, aunque el Ministerio de Economía quería revisar a fondo la metodología de su cálculo -porque en esa instancia gubernamental sí se sabe que el País Vasco paga menos que lo que le corresponde-, el partido nacionalista ya le ha hecho saber que la renuncia a ese planteamiento es imprescindible para poder hablar de los presupuestos.El cupo vasco es uno de esos conceptos enrevesados que, como ha destacado el profesor Víctor Serna en un trabajo reciente, «el ciudadano vasco medio no sabe a qué responde... ni cómo se fija su cuantía», y lo mismo ocurre, añade, con una buena parte de los Consejeros del gobierno regional. Y es que, siguiendo una tradición inveterada que se remonta al período de la Restauración -no olvidemos que se debe a Cánovas del Castillo la ley de 21 de julio de 1876 «para que las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava contribuyan, con arreglo a la Constitución del Estado, a los gastos de la Nación y al servicio de armas»-, al cupo se le ha rodeado siempre de una aureola de misterio, como si fuera un enigma para iniciados, lo que no ha hecho sino ocultar la pedestre realidad de que la aportación de los vascos a esos gastos ha estado siempre por debajo de lo que correspondería a su nivel de renta.Sin embargo, el cupo tiene poco misterio. En realidad no se trata más que de valorar, a partir de los presupuestos, cuál es el coste de las competencias que ejerce el Estado y no la Comunidad Autónoma, atribuyéndole a ésta un porcentaje de aquel. La cantidad resultante se minora en función de las cargas impositivas y los ingresos no tributarios del Estado que soportan los ciudadanos del País Vasco y que no corresponden a su singular sistema fiscal, a lo que se añade la parte proporcional del déficit público, para dar como resultado una cifra que, con otros ajustes menores, acaba siendo la que la administración vasca ingresa en las arcas del Estado. Por tanto, lo que cabría esperar en las negociaciones sobre el cupo es una discusión más bien técnica, referida a esta o aquella competencia administrativa o a las cifras de este o aquel impuesto, así como a la determinación del porcentaje en el que ha de contribuir la región. Y nada más. El cupo vasco sería de ese modo algo tedioso, aunque transparente. Y el concierto económico no pasaría de ser un singular sistema de gestión de los ingresos y gastos públicos, producto de la historia, pero sin ninguna connotación de privilegio con respecto al régimen común que se aplica en las demás Comunidades Autónomas.Pero no es así. Para empezar, el PNV considera indiscutible la proporción en la que ha de contribuir el País Vasco a los gastos del Estado, a la que en la jerga del cupo se conoce como índice de imputación. En 1979, se fijó en el 6,24 por ciento, pues en aquel momento ése era el tamaño promedio de Euskadi dentro de España, teniendo en cuenta su actividad económica -medida por el PIB- y su población. Y desde entonces no se ha cambiado esa cifra a pesar del continuo decaimiento de la economía vasca dentro de España, un hecho éste que al parecer los nacionalistas no están dispuestos a admitir. Aún así, es indiscutible que la aplicación de la metodología de aquel año a 2006, última de las fechas para las que se dispone de los datos de la Contabilidad Regional, daría como resultado una aportación de sólo el 5,43 por ciento.¿Por qué, entonces, los nacionalistas prefieren mantener el índice de imputación del 6,24 por ciento y, aparentemente, pagar más? La respuesta a esta cuestión no alude a ningún chauvinismo ni confusión patriótica. Se trata simplemente de que lo que se pretende es sostener, en la actual negociación del cupo, una línea continuista con las cifras del último quinquenio. O sea, sorpréndase el lector, con el cupo que se negoció en 2002 con el gobierno de Aznar. No es de extrañar, pues en aquella ocasión los nacionalistas lograron colar en la determinación del cupo provisional para ese año unas cifras irreales que les beneficiaron sobradamente. Para empezar los gastos del Estado se cuantificaron en casi 30.000 millones de euros más de los que figuraban en los créditos aprobados por las Cortes. Esta mayor cuantía -que iba en detrimento de las arcas vascas- se vio compensada por la fijación de la deducción en virtud del déficit presupuestario a partir de una cifra desorbitada: 32.916 millones de euros, cuando lo que figuraba en las cuentas públicas eran sólo 3.674 millones. El resultado no fue otro que, mediante la aplicación del índice de imputación, el gobierno vasco se dedujo 2.054 millones en vez de sólo 229. Y la consecuencia final de todo ello fue que el cupo del año base -o sea, 2002- se fijó en 1.035 millones de euros, cuando, de aplicarse la misma metodología a las cifras reales, se habría obtenido un cupo de 1.999 millones de euros.Ahora bien, en aquella ocasión también se podría haber utilizado, además de las cifras presupuestarias reales, un índice de imputación que reflejara la verdadera importancia de la economía vasca dentro de España. En tal caso, de seguirse el mismo procedimiento de cálculo que en 1979, tal índice habría sido el 5,59 por ciento. Y entonces de los cálculos que he resumido en el párrafo anterior se habría derivado un cupo para 2002 de 1.755 millones de euros. Digámoslo de otra manera, el gobierno vasco, como fruto de su habilidad negociadora, siempre tildada de victimismo, logró apropiarse de 964 millones de euros -según su imaginaria idea de lo que el País Vasco cuenta en la economía española- o de 721 millones -según los cálculos más realistas que acabo de exponer. No son cifras nada baladíes, pues equivalen al 2,1 por ciento del PIB vasco, en el primer caso, o al 1,6 por ciento, en el segundo. Y reflejan una transferencia que se ha hecho desde el resto de España al País Vasco para aumentar la renta disponible de sus habitantes, siendo así que éstos cuentan con un nivel de vida superior al de los demás españoles.Digamos para terminar que el resultado de todo lo anterior para el quinquenio en el que ha estado vigente la última metodología del cupo, no ha sido otro que un engorde irregular de las arcas de la hacienda vasca en más de 4.000 millones de euros, realizado en virtud de un procedimiento de cálculo legal, pero tramposo. Por ello, se puede concluir, siguiendo otra vez al profesor Serna, que «el concierto económico no tenía por qué ser un privilegio, pero lo ha sido y lo es... debido a que se falsean las cifras para calcular el cupo... utilizando el chantaje político». Aún se está a tiempo para evitar que, en las próximas semanas, vuelva a ocurrir lo mismo, esta vez con el beneplácito de un gobierno socialista del que cabría esperar todo lo contrario, si es que de verdad su proclamada idea de promover la igualdad entre los españoles pasa de la retórica a los hechos.MIKEL BUESA, Catedrático de la Universidad Complutense de MadridBanderas y legalidadEDITORIAL EL Correo 6 Agosto 2007El Tribunal Supremo acaba de dictar dos sentencias con las que no sólo zanja el contencioso abierto a raíz de la negativa del Gobierno vasco a izar la bandera española en la academia de la Ertzaintza en Arkaute, sino que aprovecha para ratificar su propia jurisprudencia y recordar al Ejecutivo de Vitoria que tiene la obligatoriedad de hacer lucir la enseña en todas sus sedes oficiales. Aunque el veredicto cierra un conflicto concreto entre el Estado y el Gobierno autonómico que se remonta cinco años atrás, su repercusión se extiende a una controversia prolongada durante dos largas décadas y cuya resolución, pese a verse forzada por el carácter firme del pronunciamiento del Alto Tribunal, amenaza con enconar las relaciones institucionales en una doble dirección: entre las dos administraciones y entre el Gabinete Ibarretxe y el Poder Judicial, cuyos miembros se han dolido en no pocas ocasiones de las reticencias mostradas por el nacionalismo gobernante a reconocerles como representantes del Estado encargados de velar por el cumplimiento de la legalidad vigente. Al ampararse en la redacción «imperativa» de la norma de 1981 que regula el uso de las banderas en España, el Supremo niega que el Gobierno vasco pueda acogerse a una interpretación propia y constata la imposibilidad de intentar derogar 'de facto' la ley por la vía de incumplirla reiteradamente.Las argumentaciones de los magistrados ponen de manifiesto la existencia de un contencioso que se ha dirimido en dos planos no sólo distintos, sino en este caso del todo incompatibles. La apelación a una pulsión identitaria que subyace en las alegaciones del Ejecutivo autonómico para justificar la no colocación de ninguna bandera se adentra en el territorio escurridizo y subjetivo de la reivindicación de los símbolos; pero los jueces han desechado los criterios defendidos en ese «ámbito tan etéreo» y han circunscrito el pleito planteado al espacio que les corresponde, definido por la literalidad de la ley. El portavoz del PNV, Íñigo Urkullu, ha censurado la resolución arguyendo que «los sentimientos no se imponen», lo que certifica la voluntad del tripartito de contraponer el mensaje de lo simbólico a la ejecución de la norma y la disposición a seguir explicando la resistencia del Gobierno vasco en una pretendida identidad mayoritaria, que obviaría a aquéllos que no ven impedimento en que la bandera española ondee junto a la ikurriña. Conviene recordar que es el entramado constitucional y estatutario el que confiere legitimidad a ambas enseñas como proyección de una misma legalidad, y que el lehendakari representa al Estado en Euskadi. Como cualquier otro poder, el Ejecutivo de Vitoria está obligado cumplir con la ley y ejecutar las sentencias que dictaminan los tribunales aunque no sean de su agrado, evitando con ello un nuevo y pernicioso enfrentamiento entre instituciones.Cuitas navarrasPOR EDURNE URIARTE ABC 6 Agosto 2007Cuentan del Partido Socialista francés que, a medida que avanzaba la campaña de las presidenciales y la candidata decía y hacía lo que le venía en gana, algunos socialistas le preguntaron a un atribulado Hollande si no le parecía que había una divergencia entre la posición de la candidata y la del primer secretario. «¿Posición? ¿Qué posición? Ella todavía no tiene una posición», contestó un irritado Hollande, al borde de perder su tradicional flema.Algo parecido deben de decirse los socialistas navarros, quizá los vascos y también unos cuantos más del resto de España cuando les preguntan por la posición de Zapatero. ¿Posición? ¿Qué posición? Hasta hace unas semanas, justamente hasta que naufragara la negociación con ETA, a los socialistas navarros les dijeron desde la ejecutiva federal que la posición era el pacto con NaBai. De hecho, llevaban muchos meses en esa posición. Pactaban con NaBai allí donde era posible y preparaban el acuerdo autonómico. Y explicaban como podían que Navarra nada tenía que ver con la negociación con ETA. Que era completamente falso lo que contaban sobre el particular. Y que las acusaciones de UPN eran intolerables puesto que el pacto con NaBai era una maledicencia de la derecha.Perdieron las elecciones, quedaron en tercer lugar, pero desde la ejecutiva nacional les ratificaron la posición, el pacto con NaBai. Y en esas estaban, tan atribulados como Hollande con la posición de Ségol_ne Royal, explicando una cosa y su contraria. Los navarros quieren que los perdedores lideremos el cambio, NaBai renuncia a la integración en Euskal-Herria, y si ETA ha exigido Navarra, a nosotros no nos consta. Pero llegó el fin del «proceso de paz». Y he aquí que la posición cambió, con lo que les había costado justificarla.Que lo explique Zapatero, exigió Puras, más desesperado que Hollande. Zapatero ha declinado en Blanco. Después de sus logros en el fin de ETA y la resolución de los conflictos autonómicos, se ha hecho un pequeño lío con la posición. Agradece a Blanco y al resto del PSOE que se la adivinen y la expliquen de paso a los socialistas navarros.La mafia etarra recrudece sus amenazas a los empresarios y les exige 400.000 eurosMADRID. D. M. ABC 6 Agosto 2007Aunque no pronuncian la palabra secuestro, los empresarios vascos y navarros han expresado su máxima preocupación por el «tono muy amenazante» y «absolutos improperios» que recogen las últimas cartas de extorsión de la mafia ETA, en las que la banda llega a exigir hasta 400.000 euros, la cantidad más elevada de las últimas fechas. El recrudecimiento de las amenazas y el incremento de la cantidad es interpretado por fuentes de la lucha antiterrorista como un evidente síntoma de que la dirección etarra necesita dinero para tener engrasada su maquinaria asesina, activa en todos sus frentes desde el pasado 5 de junio tras dar por fracasada su negociación con el Gobierno de Zapatero.Y los especialistas citan dos motivos por los que ETA tendría un déficit en sus arcas: durante la tregua-trampa, muchos empresarios dejaron de pagar y la ausencia de Batasuna en las instituciones dejó en suspenso inyecciones económicas procedentes de ayuntamientos y del Gobierno vasco. No obstante, esta última fuente de financiación ha sido recuperada por ETA y la izquierda abertzale gracias a la presencia de ANV en consistorios vascos y navarros.En los círculos habitualesDe la última remesa de cartas se tuvo conocimiento ayer y fue denunciada por el Círculo de Empresarios Vascos. Remitidas en la segunda quincena de julio, los delincuentes etarras, en su habitual tono mafioso, exigen 400.000 euros «a modo de ayuda económica a favor de Euskal Herria», que deberá entregar «de forma discreta en los círculos habituales de la izquierda abertzale», en billetes de 20, 50 y 100 euros. Uno de esos «círculos» estaba instalado en el bar Faisán, situado en Behobia (Guipúzcoa), que fue desmantelado el verano pasado por la Policía. En este caso se encuentra imputado, entre otros, el dirigente del PNV Gorka Aguirre.Escritas la mayor parte en euskera, los criminales encabezan las cartas diciendo al empresario que se ponen «en contacto con él teniendo en cuenta su capacidad económica». Luego, repiten sus arcaicos tópicos reivindicativos sobre que «Euskal Herria está bajo el dominio» de los estados español y francés a quienes debe pagar impuestos «obligados».Con tono amenazador, y a modo de ejemplo, los criminales recuerdan a su víctima que hay «ciudadanos vascos» que colaboran «desde sus bolsillos» y «voluntariamente», con iniciativas culturales a favor del euskera, «imprescindibles para la construcción y el desarrollo del pueblo vasco».El texto añade que ETA «siempre ha tenido que hacer frente a multitud de necesidades económicas en la lucha a favor de los derechos democráticos de Euskal Herria» y señala que «las iniciativas que desarrolla para obtener financiación no contribuyen al enriquecimiento personal de los miembros de la organización, tal y como hemos demostrado los gudaris de ETA durante décadas de actuación». Por ello, dice la carta, «mientras dure el conflicto, mientras se nieguen sus derechos a Euskal Herria y mientras se obligue a los ciudadanos vascos a dar dinero para pagar infraestructuras políticas y militares extranjeras, habrá que hacer un gran esfuerzo económico».Así, ETA se dirige directamente y por su nombre al empresario para pedirle hasta 400.000 euros. La carta termina con una determinante amenaza al advertir al empresario de que «si no contesta a nuestra petición, daría vía libre a Euskadi Ta Askatasuna para decidir acciones -es decir, atentado o secuestro- en contra de sus bienes y/o de su persona» y le exige que no se ponga «en conocimiento de ningún cuerpo policial, si no quiere causar daño a nadie».Al finalizar el texto en euskera, ETA realiza un resumen del contenido de la carta en castellano por si el empresario no habla la lengua vasca y en previsión de que al solicitar una traducción pudiera poner en peligro la discreción en su comunicación», informa Efe.Más que la cantidad exigida, lo que realmente preocupa a los empresarios vascos y navarros es «el tono muy amenazante» de las cartas. Así fue destacado por el portavoz del Círculo de Empresarios Vascos, que también subrayó los «absolutos improperios» que dirige la banda «contra los que se niegan a pagar». Asimismo, emplazó a los empresarios a que mantengan «la firmeza para hacer frente a una extorsión que es absolutamente incompatible con cualquier escenario de paz y progreso en el País Vasco».Los partidos democráticos condenaron el envío de las cartas, y especialmente significativo fue el llamamiento del socialista Rodolfo Ares a los empresarios para que «faciliten las misivas a la Policía a fin de propiciar la desarticulación de esta red». Y es que uno de los problemas que tienen las Fuerzas de Seguridad para investigar esta vía de financiación de ETA es que muchos empresarios no presentan denuncias.«Zapatero no le da importancia»BEGOÑA LÓPEZ / ABC 6 Agosto 2007MADRID/PAMPLONA. El presidente de la patronal navarra, José Manuel Ayesa, acusó ayer de forma directa al Gobierno de Zapatero de «no dar importancia» a las cartas de extorsión enviadas por ETA, no sólo ahora, sino también durante el tiempo que duró la tregua-trampa. En aquellos meses, Ayesa denunció en varias ocasiones que la extorsión etarra se mantenía, pese a que fue uno de los «fenómenos» que el Ejecutivo iba a «verificar», al igual que el de la «kale borroka». Su denuncia le hizo ganarse las críticas del Gobierno, que nunca ha llegado a reconocer el envío de cartas durante la tregua, y de un sector de los empresarios vascos.Para el presidente de la patronal navarra, el Gobierno «nunca le ha dado a este tema la importancia que tiene. No hablo tanto de las Fuerzas de Seguridad del Estado, sino que desde la óptica política no se le da la relevancia que conlleva, pues los empresarios están preocupados». Su crítica la dirigió al Ejecutivo, del que «no tengo duda de que pondrá los medios a su alcance, pero no le está dando la importancia que tiene y los empresarios en este tema se sienten desamparados y poco protegidos».Críticas y denunciasAdemás, hizo un llamamiento a los empresarios para que denuncien «de una manera masiva» la existencia de cartas de extorsión porque, en su opinión, «desde ámbitos políticos no hay una excesiva preocupación por este tema y si se denuncia contribuiría posiblemente a que las autoridades tuviesen un mayor compromiso con la desaparición de esta lacra».Al igual que el responsable del Círculo de Empresarios Vascos, Ayesa expresó su preocupación por el elevado tono de amenaza de las cartas. Y es que si durante la tregua las misivas pudieron considerarse más «light», ya que la banda rebajó la agresividad de sus palabras, en las enviadas tras las ruptura del alto el fuego vuelve a recuperar el estilo de mafia que le caracteriza. Así, en la etapa del «proceso de paz», los delincuentes etarras llegaron a utilizar eufemismos como el de «colaboración» a la hora de exigir el llamado «impuesto revolucionario», un mero juego de palabras al que los expertos en la lucha antiterrorista no le han dado valor alguno, pues a su juicio cuando ETA pide dinero siempre lo hace con el mismo fin: «Que se lo den y punto. Lo demás es envolver en papel de celofán lo que es en toda regla una amenaza y un chantaje», afirman.Los mismos medios subrayan que la banda terrorista se nutre del censo, el registro mercantil y el padrón para obtener los datos que luego utiliza para hostigar a empresarios vascos y navarros. Ahora tendrá más fácilmente el censo gracias a que se ha permitido que ANV haya concurrido a las últimas elecciones y que, por ello, pueda estar presente en varios ayuntamientos.Pero últimamente, la banda ETA no sólo se ha dirigido a los industriales de estas dos comunidades. También empresarios de Burgos, La Rioja y Zaragoza están siendo víctimas de la extorsión. Una de las personas que lo ha denunciado ha sido el presidente de la patronal navarra."POLÍTICOS DE USAR Y TIRAR"Rosa Díez recoge en una lista los "cadáveres políticos" de ZapateroEn su blog de la plataforma ciudadana Basta Ya, Rosa Díez, eurodiputada del PSOE, analiza la trayectoria de importantes políticos socialistas que después de servir a alguna causa de Rodríguez Zapatero fueron abandonados como un "clinex usado". Una larga lista, desde Pascual Maragall -porque a Nicolás Redondo Terreros "nunca lo eligió" Zapatero, aunque sí "prescindió de él" cuando "pensó que iba a ser un estorbo"- hasta Fernando Puras y Carlos Chivite. "A Zapatero se le amontonan los cadáveres políticos de entre los suyos", así comienza el análisis de Díez.Libertad Digital 6 Agosto 2007Rosa Díez, europarlamentaria socialista, revisa los nombres de políticos que un día tuvieron cargos relevantes dentro del PSOE y que fueron apartados por José Luis Rodríguez Zapatero, cuando éste consideró que ya no le servían. Trasladamos, a continuación, las reflexiones que Rosa Díez expresa en su blog:"A Zapatero se le amontonan los cadáveres políticos de entre los 'suyos'. Son personas otrora elegidas por él mismo, que tras ser utilizadas para un objetivo siempre relacionado con el logro del poder pasan a engrosar la ya larga lista de 'prescindibles'. El primero fue Pascual Maragall (no cuento a Nicolás Redondo porque Zapatero nunca lo eligió, aunque prescindió de él en cuanto pensó que iba a ser un estorbo para sus coqueteos con los nacionalistas).Maragall es el ejemplo paradigmático de un político usado y tirado como un clinex por el Secretario General del PSOE ; Maragall fue clave en la elección de Zapatero como Secretario General en el Congreso del 2000. Fue clave para que el PSOE, dirigido por Zapatero, aparentara tener opciones de Gobierno. Fue clave para fraguar pactos con los nacionalistas (a varias bandas, como se demostró con la negociación del Estatuto catalán). Fue clave para excluir al PP e irle convirtiendo en el "enemigo" de todos (recuerden el pacto del Tinel). Fue clave para dar protagonismo a Ezquerra Republicana y empezar a 'soñar' con un pacto similar en el País Vasco entre el PSE y Batasuna, sólo que aquí con unos tipos que aún tienen las manos manchadas de sangre, pero a los que el propio presidente calificó de 'hombres de paz'. Pero Zapatero no tuvo ningún escrúpulo para cargarse a Maragall en cuanto pensó que su permanencia al frente de la Generalitat podía poner en riesgo su permanencia en el gobierno de España. Y como al fin y al cabo este presidente maneja con mucha más soltura la demoscopia que de la política, pues se lo cepilló y punto.Después de Maragall vendrían otros: Bono, Ibarra, Juan Fernando López Aguilar, Jordi Sevilla, Miguel Sebastián, Trinidad Jiménez... La trayectoria y el desenlace ha sido difentente en cada caso; pero todos tienen en común haber sido usados y tirados a conveniencia del 'jefe'. Todos aquellos que han dejado de sumar dividendos, que tienen criterio propio y/o pueden ser algún día alternativa..., han de ser relevados de sus funciones y/o alejados convenientemente de los alrededores de Ferraz y/o del Gobierno; todos aquellos que conocen bien al Presidente están mejor lejos de los círculos de poder y/o influencia.Ahora les ha tocado el turno a Puras y Chivite. La dirección del PSOE les hizo creer que 'el cambio' era lo que habían votado los ciudadanos navarros el 27 de mayo (aún el viernes, mientras se los 'cargaba' lo repitió el Presidente en su visita a Parla). Y les hizo creer que los navarros habían decidido que Puras fuera el próximo Presidente de Navarra (Puras, que había sido relegado como candidato del PSN al tercer puesto en la Comunidad Foral). El PSOE aprobó el pacto entre el PSN y NaBai en su Comité Federal reunido tras las elecciones autonómicas y municipales últimas. Y se desgañitó a explicar en toda España que eso era lo que los navarros habían votado; y que Puras era el único candidato con legitimidad para ser el nuevo Presidente. Sólo un dirigente del PSOE dijo (una sola vez e insistió que lo hacía a título personal, pero yo lo escuché por la radio) que en Navarra habría que permitir gobernar a quien había ganado las elecciones, a UPN: fue Barreda, el Presidente de Castilla la Mancha. Nadie más dijo nada; nadie más puso reparos a un pacto entre el PSN y los anexionistas, separatistas y nacionalistas radicales.Nadie asumió la realidad: que los navarros habían castigado la ambigüedad del PSN, que no se fiaban de ellos y que por eso lo situaron detrás del conglomerado nacionalista. Nadie pareció fijarse en que los navarros habían dado más respaldo (en votos y porcentaje) a quien había gobernado dos legislaturas seguidas, por muy mejorable que sea (y es) ese gobierno. Sólo el viernes, cuando ya se sabía cual era la decisión de Ferraz, salió Bono a decir lo que a esas alturas ya era políticamente correcto: que NaBai era "independentista" y que no era propio que el PSOE formara gobierno con ellos... Gran descubrimiento, sí señor. Tardío pero certero; como los análisis de los economistas después de que han llegado o pasado las crisis: aciertan en el diagnóstico cuando ya no sirve para nada.Con ese panorama los socialistas navarros se creyeron a pie juntillas que lo que había hecho Montilla en Barcelona también lo podían hacer ellos en Pamplona. No repararon en que antes que Montilla pasó por allí Maragall; no repararon en la forma en que Zapatero despachó a Maragall cuando calculó que iba a ser una rémora electoral. No repararon en que en Ferraz y Moncloa prima la demoscopia por encima de la política. No fueron conscientes de que si el presidente ha sido capaz de desprenderse sin perder la sonrisa de personas que le han ayudado a ser lo que hoy es, no le iba a temblar el pulso para dejarles caer sumidos en el mayor de los ridículos. Se les olvidó la nueva frase grabada en el mármol de la Moncloa 'Como sea'. No tomaron nota de que la cercanía de las elecciones llevó a la cárcel al 'hombre de paz', al hombre de futuro de Zapatero; no repararon en que De Juana Chaos volvió a la cárcel. No supieron apreciar los síntomas. No apreciar con quien se jugaban los cuartos.Por eso volvieron el viernes a Pamplona con cara de no podérselo creer. Por eso escucharon abucheos e insultos delante de la sede del PSN: 'Esto es un atraco; manos arriba' , escuché de madrugada en un informativo de TVE2. En el mismo informativo dijeron que los centenares de manifestantes eran simpatizantes del PSN; en el mismo informativo dijeron que 'la proximidad de las elecciones generales y el hecho de que la alianza con los nacionalistas en Navarra pueda quitar votos al PSOE en toda España' había imposibilitado el pacto. No sé si los que se manifestaban eran simpatizantes del PSN o de los grupos nacionalistas, como ayer dijo algún diario. Tiendo a creer lo segundo; me parece difícil tanta militancia socialista movilizada ante la sede gritando 'Zapatero mentiroso'. No me cuadra tanta 'valentía'.Aunque nunca se sabe; quizá aquellos que han sido incapaces de movilizarse cuando se ha sabido que el PSOE y el Gobierno estaban negociando con ETA el futuro institucional de Navarra (y por ende de Euskadi y de España) sean capaces de rebelarse por perder una cuota de poder con la que les habían hecho soñar. Al fin y al cabo un espectáculo así de "edificante" ya fue protagonizado en Madrid por algunos dirigentes nacionales tras las elecciones últimas: quienes no habían dicho ni pío ante el 'proceso', ante el trato a De Juana, ante el abandono del principio de igualdad para todos los españoles, ante la ruptura de los pactos de Estado, ante la pérdida de referencia nacional del PSOE, ante las cesiones políticas a ETA, ante la consideración política a los dirigentes de Batasuna-ETA, salieron a los medios a pedir la dimisión de Sebastián y Simancas porque habían perdido tres concejales... Aunque callaron como muertos cuando Zapatero les impuso el candidato. Cuando el candidato tocado por el 'dedo divino' estaba vivo, todo eran loas; o silencio. Cuando se abrió la veda, cuando las expectativas de 'pillar poder' fracasaron, todos fueron a por él. Algunos piensan que estas son 'cosas de la política', que 'esto' es muy duro. No; 'esto' no es la política: esto es la pura y simple ambición humana de poder. Y esa ambición desmedida por el poder sólo se combate con la política, entendida ésta como un instrumento al servicio de los ciudadanos, como un 'contrapoder' frente a los verdaderamente poderosos, frente a aquellos que no necesitan de la política para decidir sobre el futuro de un país, de una sociedad. Pero de eso hablaremos otro día".LENGUA ¿Español o castellano?Las academias dan por superada la polémica, pero los hispanohablantes siguen refiriéndose a su idioma común con dos términos distintos. Las razones son fundamentalmente históricas y política.ANA MENDOZA Heraldo de Aragón 6 Agosto 2007Las constituciones de los países centroamericanos prefieren el término "español" al establecer el idioma oficial, en tanto que en las de la mayoría de los sudamericanos se elige el de "castellano", y en las de México, Argentina, Chile y Uruguay no se menciona la cuestión.La vieja polémica de si es más correcto decir "español" o "castellano" al denominar el idioma que une a más de 400 millones de personas en el mundo está hoy superada, aunque en algunos países se observa una cierta preferencia por una de esas dos voces, según la opinión de académicos y filólogos. Pero las leyes se rigen por otros principios y sus razones han debido tener los políticos de cada país cuando han optado por uno u otro término, o cuando han procurado eludir el asunto.En España, por ejemplo, la Constitución de 1978 establece que "el castellano es la lengua española oficial del Estado", pero, al ser un país plurilingüe, también serán "oficiales" en sus respectivas Comunidades Autónomas "las demás lenguas españolas", como el catalán, el euskera y el gallego. Así "lo pactaron" los "padres" de la Constitución, y un acuerdo similar se alcanzó durante la II República, en la que "los políticos de Galicia, País Vasco y Cataluña preferían que se llamara 'castellano' al idioma común, mientras que en la escuela de Ramón Menéndez Pidal, en el centro del país, se decía 'español". Ésa es la explicación que da el académico y filólogo José Antonio Pascual, director del gran Diccionario Histórico que preparan las academias de la Lengua de los países hispanohablantes.Sinónimos"No hay por qué dramatizar este asunto", asegura Pascual, para quien ambos términos "son sinónimos" y se pueden usar "indistintamente". La prueba, afirma el filólogo, está en el diccionario de Covarrubias, de 1611, que se titula "Tesoro de la Lengua Castellana o Española", o en el Diccionario de la Real Academia Española, que desde 1925 se llama "Diccionario de la Lengua Española", pero antes, desde el XVIII, era "de la Lengua Castellana".Pascual, coautor, junto con Corominas, del "Diccionario crítico y etimológico castellano e hispánico", señala que "los lingüistas" suelen "emplear el término 'castellano' hasta el siglo XV y el de 'español', a partir de esa fecha", opinión en la que coincide con expertos como Concepción Company, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Según Company, desde que los Reyes Católicos unieron sus reinos, desapareció Castilla para dar paso a una entidad política que es España, y por eso "castellano" se reserva para referirse al idioma hasta el XV.Se expande el españolLas Constituciones de Panamá, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Costa Rica y Cuba optan con claridad por el "español" al establecer el idioma oficial. En las de El Salvador y la República Dominicana no se menciona este asunto, pero en los documentos oficiales se alude siempre al "español".La razón que da el director de la Academia panameña, José Guillermo Ros-Zanet, para el predominio de la voz "español", podría servir para toda la zona: "Hoy se habla en torno a una política expansiva del español y se publican obras sobre el valor económico del español, y no del castellano. Crece y se desarrolla el español, y los diccionarios bilingües son, por ejemplo, "Español-Inglés", "Español-Alemán", etcétera. No encontramos títulos como "Castellano-Inglés".Sin embargo, las constituciones de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Paraguay prefieren el término "castellano". En Bolivia, la Carta Magna no hace referencia expresa al asunto, pero está prevista su regulación en el proceso constituyente que vive el país. La propuesta del partido de Evo Morales contempla como oficiales el "castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos indígenas originarios".Esa misma pluralidad se da en buena parte de Hispanoamérica, donde el español -o el castellano, según se mire- convive con numerosas lenguas indígenas, a las cuales se hace referencia expresa en la mayoría de las constituciones.No obstante, hay otros países donde, por una razón u otra, han preferido no identificar la lengua oficial, como Argentina, Chile, Uruguay y México. Según el investigador del Colegio de México Luis Fernando Lara, la Constitución mexicana, a pesar de estar redactada en español , no lo identifica como lengua oficial porque en este país se hablan cien lenguas indígenas.Separatistas atacan los generadores del Ejercito en BarcelonaRedacción MinutoDigital 6 Agosto 2007La realidad siempre supera la ficción. Los generadores desplazados por el Ejército a Barcelona para paliar la falta de fluído eléctrico han aparecido con pintadas como las que muestra la fotografía adjunta.Un total de 15 grupos electrógenos del Ejército se encuentran en Cataluña ofreciendo servicio eléctrico a 1.256 viviendas de las que todavía permanecen sin luz desde que se produjera el corte de suministro.El primero de los generadores, procedente del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº 12, con sede en Monzalbarba (Zaragoza), y con una potencia de 167 kilovatios, fue instalado en la tarde del martes día 24 en la calle Independencia de Barcelona, dando servicio a 40 viviendas del distrito de San Martí.El mismo día se unieron otros 10 nuevos grupos electrógenos llegados desde el Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad (CGTAD) ubicado en Bétera (Valencia), cada uno de ellos con una potencia de 230 kilovatios, que se distribuyeron por distintas calles de la zona que continúa afectada por el apagón, dando cobertura a más de 700 domicilios.El despliegue de las Fuerzas Armadas en Barcelona ha logrado, pese a los inevitables ruidos, que todos los ciudadanos con problemas de fluido eléctrico regresen a la normalidad, demostrando una vez más que nuestro ejercito es indispensable no sólo en materia de seguridad y defensa, sino en apoyo a la sociedad civil en casos de emergencia como el vivido en Cataluña.Fueron indispensables en tragedias como las inundaciones ocurridas en Bilbao en Agosto del 83, el accidente del Prestige, los diversos incendios que acosan nuestra naturaleza en distintos puntos de España… En los últimos días hemos podido verlos en las tareas de búsqueda de la niña Fernanda Fabiola tristemente asesinada por un inmigrante colombiano.Pero el separatismo es así, frente a la ayuda del Ejército la respuesta violenta no se ha hecho esperar. Las pintadas fueron borradas de forma inmediata como muestra la segunda fotografía.

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