jueves, agosto 16, 2007

Sanz, el Gobierno de la desconfianza

Sanz, el Gobierno de la desconfianza

El PSOE permite que gobierne UPN, el socio del PP. Aunque Mariano Rajoy asiste hoy a la toma de posesión de Miguel Sanz, los recelos abren una grieta política que hace feliz a Ferraz.

16 de agosto de 2007Unión del Pueblo Navarro, que venció en Navarra las elecciones del 27-M, toma hoy posesión del Gobierno foral con la jura de su presidente, Miguel Sanz. Al juramento del candidato electo asistirán, por una parte, los representantes de José Luis Rodríguez Zapatero –en este caso la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado- y por otra Mariano Rajoy. En medio, la presidenta del Parlamento de Navarra, Elena Torres y los representantes de la sociedad, la cultura y la política navarras. Entre ellos, los de UPN.A la una de la tarde, una vez iniciado el acto, se dará lectura al Real Decreto 1105/2007, de 13 de agosto, que ya se ha publicado en el BOE y en el Boletín navarro y que contiene el nombramiento regio de Sanz, como resultado de una compleja gestión política cuyas consecuencias aún no han terminado.Alberto Catalán, procedente de la fecunda cartera de cargos públicos de Juventudes Navarras, es secretario general de UPN y desde 2003 portavoz del Gobierno de Sanz. Uno de los "hombres fuertes" del Gobierno lleva una semana subrayando su equidistancia: "la voluntad mayoritaria de los navarros por encima de quien sea y pese a quien pese: sea el nacionalismo vasco, el centralismo de Madrid, el de Bilbao o ETA". Como si todas esas cosas fuesen lo mismo y se viviesen igual en su partido. Que no está tranquilo.Abrió el fuego ayer miércoles Sanz, cuando declaró que planea la creación de un grupo parlamentario de UPN en el Congreso. Nadie ha analizado aún las dos grandes cuestiones al respecto: ante todo, si eso es compatible con el pacto entre PP y UPN; y después, si eso conviene de verdad a UPN y a Navarra, aparte de las contingencias parlamentarias de ahora mismo.El análisis del equipo de Sanz se fundamenta en una verdad : "Navarra está habituada a salir en los medios de comunicación por el liderazgo que tiene en vivienda, en salud, en educación", como ha explicado Catalán, y no por ser un problema político. Pero la respuesta a ese argumento es dolorosa: ¿Sólo con eso, sin los votos obtenidos en defensa de la identidad Navarra –que es Navarra, y no lo que los políticos quieran que sea- UPN habría obtenido tantos votos? Una cuestión de intereses … también personalesDice Sanz ahora, antes de jurar, que "si se rechazan los presupuestos en el Parlamento de Navarra convocará elecciones". Una de dos: o tiene ya pactado el apoyo parlamentario del PSN (y no harán falta elecciones anticipadas) o habría hecho mejor convocándolas ahora, en caliente, cuando las encuestas eran favorables y a ellas sólo oponía la derecha económica más rancia, los empresarios y presuntos tales que han apoyado durante décadas un pacto gris entre PSN y UPN; por ejemplo, y se han hecho ver por aquí en los últimos tiempos, Antonio Catalán o Fermín Elizalde.Ahora bien, ¿esos intereses económicos son los intereses patrióticos de Navarra? Parece ahora que hay quien se avergüenza del éxito político del 17 de marzo, donde la Navarra foral y española demostró toda su potencia social y estética pese a los miedos del equipo de Sanz. Lo cierto es que en Navarra, para juntar cien mil personas, hace falta un esfuerzo extraordinario de los abertzales, que lo pueden lograr, o hace falta que sea una manifestación patriótica con banderas de España, y se ha logrado, porque como tengan que ocuparse los napartarras frígidos no lo consiguen ni regalando la banderita, el autobús y la merienda. No es teoría: son hechos.Es el riesgo de defender Navarra por conveniencia en vez de por convicción, un peligro que UPN no corrió en tiempos de Jesús Aizpún y que ahora parece despuntar. Las alarmas han sonado –se diga lo que se quiera decir- en Génova porque Sanz ha defendido la creación de un grupo propio de UPN en el Congreso, que para empezar no cabe en el pacto con el PP y que para continuar rompería la unidad del centroderecha, dando una victoria insólita al PSOE ¡a cambio de perder como nunca las elecciones en Navarra!Desmarcarse del PP: un precio"Miguel ya ha dado hoy el primer paso para el desmarque, siguiendo el dictado del PSOE. Es intolerable que diga que la única voz de Navarra en el Congreso es la de Nafarroa Bai. En el libro de Jaime Ignacio se ve varias veces que, gracias al apoyo del PP, se han podido plantear iniciativas sobre Navarra y el proceso, que por razones reglamentarias hubieran sido imposibles desde el Grupo Mixto". Así se expresa un veterano militante de UPN, que marca las siguientes citas para el presidente Sanz.Ante todo, y cada día, Sanz deberá negociar sus pasos de Gobierno con sus socios de CDN y de PSOE; hoy deberá jurar ante toda la cúpula regional socialista, al fin satisfecha; en algún momento tendrá que dar explicaciones a Mariano Rajoy, y si bien es improbable que lo deba hacer antes de las elecciones es seguro que después de ellas se ajustarán cuantas por un lado y por otro.De aperitivo el viernes día 7 de septiembre UPN empieza el curso con una cena de militantes en Cadreita, en la que se le preguntarán con el habitual desparpajo todas estas cosas y también por su sucesión, a la que en los últimos meses se ha subido un hombre con una trayectoria personal muy polémica, Javier Caballero, ha sido descabalgado un gentleman de la política, José Ignacio Palacios y está en el alero el futuro de la alcaldesa Yolanda Barcina. Y presidiendo todo, desde lejos, Zapatero.

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