jueves, agosto 23, 2007

Primo Gonzalez, El euribor y las elecciones

jueves 23 de agosto de 2007
El euribor y las elecciones Primo González

El tipo de interés Euribor ha escalado estos días, al calor de la refriega monetaria, hasta cotas del 4,70%. No es una buena noticia para los endeudados españoles que tienen sus préstamos hipotecarios enganchados al Euribor, es decir, vinculados a su evolución desde el punto de vista cuantitativo. Ese optimismo que derrochan las autoridades domésticas cuando afirman que “la crisis no va con nosotros” y que los fundamentos de la economía nacional son sólidos es una mezcla de ingenuidad, desconocimiento, vísperas electorales y posiblemente algo de mala fe. Se conoce que los autores de estas desafortunadas frases hechas no pagan un euro de hipotecas porque, en caso contrario, difícilmente podrían decir que “España está a salvo de la crisis de las hipotecas”. ¿También los españoles?
Nadie se atreverá a estas alturas a negar la veracidad de los fundamentos básicos de la economía nacional. Están ahí desde hace más de ocho años, lo que les hace inalcanzables para la apropiación exclusiva de ningún partido político. Pero, como dicen los manuales, todo lo que puede empeorar, acaba empeorando. Y en esa fase empezamos a encontrarnos si esto de los tipos de interés se deteriora irreversiblemente.
Que los fundamentos de la economía sean buenos no le va a ahorrar ningún disgusto a los millones de españoles que afrontarán aumentos graduales en el pago de las hipotecas, realidad a la que tendrán que enfrentarse ineludiblemente a partir de la vuelta de las vacaciones, es decir, de aquí a unos pocos días. ¿Será este asunto, que puede ir a más, motivo más que suficiente para que los estrategas políticos apañen el calendario electoral, adelantando a octubre de este año lo que podría haber esperado hasta marzo del año próximo? Es indudablemente una posibilidad.
Si ahora mismo los políticos le preguntasen a los gurús de la economía qué posibilidades hay de que el Banco Central Europeo mueva los tipos de interés dentro de dos semanas, el próximo 6 de septiembre, qué duda cabe que tratarían de dar una respuesta ambigua y escapar de la encerrona con la mejor de las habilidades para no caer en el descrédito. El pasado 2 de agosto, el Banco Central Europeo dejó dicho que su próxima reunión tenía prácticamente redactada el acta, con subida de tipos en un cuarto de punto naturalmente, hasta el 4,25%. Ahora, las cosas posiblemente no están tan claras.
Una de las razones es la del consabido daño que se le pueda hacer a la recuperación de la economía europea, en fase de aceleración hasta hace muy pocos meses. Otro factor a considerar es la naturaleza de los actuales problemas monetarios, a los que una subida de tipos de interés añadiría más desazón. Una tercera motivación es lo que vaya a hacer el amigo americano, ya que la Reserva Federal parece estar ya decididamente en el rumbo bajista. Si antes de todo este lío de las hipotecas subprime se anticipaba como probable una baja de tipos de interés de un cuarto de punto (4,25% en la actualidad) para antes de finales de año, los descuentos de bajas de tipos se han acelerado considerablemente.
Tanto que ayer mismo se hablaba de una altísima probabilidad, próxima al 50%, de que los tipos de interés bajen nada menos que 0,75 puntos antes de que acabe el año, lo que se podría traducir en tres bajadas de un cuarto de punto o en dos, una de medio punto ahora para ajustar las cuentas a la crisis y darle ánimos a los sufridos hipotecados norteamericanos y otra a finales de año, para llegar al 3,50%. Al fin y al cabo, hace unos días la Reserva Federal estadounidense ya rebajó el tipo de interés de los préstamos a las empresas, cosa que no tiene precedentes abundantes en la conducción monetaria de este país. En estas condiciones, ¿va a ponerse difícil el señor Trichet ante tal panorama, si en casa de nuestros vecinos derrochan el dinero? Se podrá decir, en todo caso, que Europa no padece la misma crisis hipotecaria que Estados Unidos. Pero lo cierto es que, aún sin crisis de esa naturaleza, aquí nos han llegado las consecuencias como si fuéramos una provincia más de la Unión. De forma que hacer con la política monetaria lo contrario que en Estados Unidos en un momento tan delicado tendría indudablemente sus riesgos. Aún así, sin subida de tipos oficiales, el Euribor no lo va a poner fácil a los españoles endeudados, de forma que la hipótesis del anticipo electoral seguirá vigente.

No hay comentarios: