domingo, agosto 05, 2007

Primo Gonzalez, Agosto no cotiza

lunes 6 de agosto de 2007
Agosto no cotiza - Primo González -

Agosto ha arrancado con más dudas que certezas en los mercados, a pesar del muestrario altamente positivo que ofrece una buena parte de los indicadores que los inversores deben considerar a la hora de invertir en Bolsa. Hay buenos resultados empresariales, hay un escenario macroeconómico estable y con aceptable velocidad de crecimiento y no hay riesgos geopolíticos visibles de forma inminente. Los tipos de interés, además, se encuentran en posiciones muy asumibles, aunque con ciertos riesgos de subida en Europa pero con expectativas de posibles bajadas en Estados Unidos. Los aspectos menos risueños del entorno los brindan los riesgos que se están manifestando de forma cada vez más frecuente en el terreno inmobiliario, es decir, riesgos crediticios que pueden afectar tanto a la evolución de la macroeconomía (menor consumo privado si hay crisis de la vivienda) como a la estabilidad de las entidades financieras. El panorama se completa con ciertos riesgos de inflación derivados de la subida de los precios del petróleo.
La suma y resta de todo ello está ofreciendo un panorama cargado de cautelas en el que los inversores miran de reojo en casi todas las direcciones. Ello sirve para alimentar las tendencias menos expansivas de los mercados y las expresiones más conservadoras. De ahí la enorme dificultad que tienen los mercados de renta variable para seguir el ritmo alcista que establecen, por ejemplo, los beneficios empresariales, ya que los aumentos del beneficio por acción deberían traducirse en incrementos de las cotizaciones. No sucede así, sin embargo, porque el entorno está plagado de exigencias de cautela.
En estas condiciones resulta difícil esperar una Bolsa de expresión típicamente alcista, por mucho que los motivos de subida sean superiores a los riesgos de pérdida. Los bonos seguirán ofreciendo su carácter alternativo, es decir, su condición de refugio esporádico a quienes no quieran asumir el riesgo de las altas volatilidades bursátiles.

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