miércoles, agosto 29, 2007

Patxi Andion, Todos fuimos africanos

miercoles 29 de agosto de 2007
Todos fuimos africanos Patxi Andión

La sociedad civil se pregunta por las cuestiones raciales. Le preocupan las cuitas entre pares que no tienen la piel del mismo color, los ojos de la misma forma o los mismos pelos por el cuerpo. Y es una cuestión que parece pendiente. Los milenios han ido sucediéndose desde la llegada del sapiens sapiens, y las diferencias no parecen ir limándose sino con una enorme timidez y una gran lentitud.
Si a uno se le ocurre dar un paseo por las calles mas concurridas de cualquiera de las capitales europeas, verá sin duda un “mosaico de colores” que diría un cursi. De todo: Negros, chinos, Indios, Arios etc. Pero las diferencias solo habrán encontrado un espacio más cómodo para desenvolverse, no para solucionarse.
La cuestión racial es una vieja cuestión, una rancia excusa mantenida y arrojada a la cara de la civilidad desde posiciones enrocadas en la ceguera, cuando no en el interés espurio. Los hombres de todos los tiempos, sobre todo, según han ido siendo además de hombres, propietarios, han temido al otro y aún mas al otro diferente a uno. La presencia extraña, diferente, ha volado temerosamente por el magín de los hombres sencillos haciéndoles creer en el otro como competidor cuando no enemigo. Las sociedades precedentes, cerradas, cerriles, telúricas, proponían un mundo que no era sino la proyección mas ajustada del propio, íntimo, familiar, pueblerino. Un mundo poblado exclusivamente por gentes con nombre conocido, y familia cercana, pero sobre todo con el mismo color de piel y la misma forma de ojos. Asuntos periclitados, vencidos, obsoletos, inservibles como luz de carburo.
Es verdad que hoy vemos a un candidato de color a la Casa Blanca, un hispano poderoso en USA, un atleta como Gay, negro que tan solo sustituye en lo más alto de los cien metros a otro atleta negro como Powell. Es verdad que la multiculturalidad entendida como el medioambiente social deseable propone, además un panorama social multirracial y es verdad que la ciencia, va deshojando las brumas de la evolución humana como una retroexcavadora, arrollando casi todas las estupideces que nos enseñaron en el colegio, hijas de los dioses eximios y mojigatos de la dictadura. Hoy los científicos, nos van aclarando que los grupos raciales y lingüísticos actuales se mezclaban igualmente en otras artesas, hace miles de años, de forma que si la lengua vasca, la mía, el Euskera, sirve como instrumento de interpretación de ignotas inscripciones ibéricas, o etruscas, solo viene a decir que vascos, iberos, etruscos y beréberes, no éramos sino espinas del mismo rosal. O sea: como ahora.
Sin embargo, la sociedad civil norteamericana, de la mano de su justicia, recién condena al viejo asesino blanco que en nombre del Ku Klux Klan, y apenas ayer, en 1964, aún secuestraban, torturaban y asesinaban a civiles, por ser negros. Y hay más de cien casos similares esperando en los archivos para ser investigados.
La capacidad devoradora del hombre es, de verdad, ilimitada y similar a su capacidad para mantener como premisas, las mas gordas e insostenibles estupideces, en nombre de la pureza de raza. No viene a cuento aquí volver a los mismos lugares previos al holocausto, etc., pero conviene recordar que cuando la sociedad civil se convierte en multirracial y los competidores, son de otra raza, los asuntos se envenenan y las consecuencias se agravan. Conviene entonces recordar que apenas hace un suspiro en la historia del mundo, todos los antepasados de todos los hombres actuales eran africanos, negros.
En tiempos no tan lejanos. Todos fuimos africanos. Agosto

No hay comentarios: