Miguel Larrañaga, Menos mal que amainaba

viernes 17 de agosto de 2007
Menos mal que amainaba
POR MIGUEL LARRAÑAGA
Andaban los analistas sugiriendo que la tormenta estaba próxima a su fin, que iba a amainar en cualquier momento, que la situación se normalizaba y el mercado, como ya va siendo una costumbre, se encargó de decir —y bien clarito— justamente lo contrario.
Quinientos cuarenta puntos se dejó ayer el Ibex, un 3,75% de caída que llevó al selectivo a perder los 14.000 puntos y a entrar en pérdidas anuales. Menos mal que amainaba.
Cierto es que cuando se perdieron los 14.000 puntos el Ibex se quedó sin capacidad de reacción ante la avalancha de órdenes automáticas y también es cierto que en la subasta de cierre se «maquilló» algo un desastre que de haber durado diez minutos más hubiera llevado las pérdidas por encima del 4%. Aún así, la de ayer fue la mayor bajada desde marzo de 2004.
Pero, en verdad, no me extraña que el mercado vaya por libre, porque si se dedica a esperar a que desde las instituciones alguien le resuelva algo, apañado va. Para muestra un botón. Ayer nos despertamos con la indignación de la Comisión Europea con las agencias de «rating», a las que acusa de no haber alertado de la crisis. Ya prepara un informe sobre el asunto que prevé tener terminado... ¡¡¡en marzo de 2008!!! Si es que me da la risa...